En el 2017 Warner Bros estreno ‘It’.  Película basada en el famoso libro de Stephen King sobre un payaso que atormenta a unas personas.  La película, al igual que la versión de los 90’s y el libro, estaba dividida en dos partes, sin embargo la diferencia que tomo Andy Muschietti, el director, ha sido dedicarse exclusivamente al desarrollo de los personajes infantiles en la primera parte.

La película contaba con un cast de niños impresionante que no tenían problema en mostrar su química en la pantalla.  También un Bill Skarsgard desatado, interpretando al perturbador payaso Pennywise y momentos bien logrados, pero aun así no era lo suficientemente interesante para mantenernos queriendo ver más.  Entretenida pero olvidable.  Ahora en el 2019 ha llegado la segunda parte de esta historia y aunque es mejor que la primera, no es buena como pelicula.

Primero sus puntos buenos; nuevamente el cast cumple por creces.  James McAvoy esta genial, Jessica Chastain brilla, Andy Bean fenomenal y todos los demás tienen sus puntos buenos.  Destacan Bill Hader que puede ser gracioso y emotivo al mismo tiempo, y naturalmente, Bill Skarsgard otra vez.  Sus cambios de voces, sus risas, sus miradas y hasta su forma de moverse le da un toque personal pero macabro al personaje, adueñándose totalmente de él y dando por hecho que es hasta la fecha, uno de los mejores villanos de película de terror.

Otro punto a favor (y muy agradecido) es el hecho de que el director, Andy Muschietti es totalmente capaz e ingenioso de plasmarnos imágenes perturbadoras e incomodas.  El director lograr momentos tan impresionantes como la escena de la vieja en la casa.  En donde a pesar de haber visto la escena en el teaser, aquí tiene un cambio que nos hacer una mueca en la cara como si estuviésemos comiendo un limón.  Pero no se queda ahí y evoluciona constantemente.  Esperamos los sustos (jumpscare) pero pueden venir con algo tan macabro como simple.

Y a partir de aquí, vienen los puntos malos.  Y el principal de ellos es el desarrollo de personajes.  Richie y Eddie (Bill Hader y James Ransome) son los únicos desarrollados aquí.  Sabemos sus miedos, sabemos sus secretos e incluso nos presentan sus puntos fuertes y débiles.  Como se sienten ante el miedo y como llegan a sentir (ligeramente) superarlo.  Pero después de ahí, no nos queda más nada.  El personaje de James McAvoy sigue sufriendo por su hermano pero solo en algunos momentos.  En otros se olvida totalmente hasta de tartamudear.  Jay Ryan, Jessica Chastain o Andy Bean a pesar de lograr grandes actuaciones, el desarrollo en sus historias está olvidado completamente.  Y se nota más cuando tienen que lograr interés en un triángulo amoroso forzado con Beverly, Bill y Ben o cuando quieren que creamos el secreto de Richie (que se siente pegado a la fuerza al no ser ni mencionado en la primera).

Pero el guion no solo se encarga de no hacer ningún desarrollo en los personajes, sino que también comete el gravísimo error de hacer cambios de tonos en la historia bastante disonantes.  En momentos es humor, pero en momentos es terror.  Tiene un afán de marcar comedia involuntaria que parece que el director no sabe bien por dónde tirar.

Pero el plato fuerte de la molestia en esta película, se lo lleva el exceso de su duración.  Es tan larga que pierdes interés en todo.  Llega un momento en la película que solo quieres que acabe para irte.  Aquí pasan tantas cosas una detrás de otra, que para la mitad te estas preguntando como es que nadie se ha dado cuenta de algo.

Pierde demasiado tiempo buscando crear escenas con miedo o perturbadoras que se olvida de crear un desarrollo en los protagonistas, o hasta en la misma historia a pesar de ser una adaptación.