Iniciaremos con decir que quedamos encantados con el plano secuencia (tiene trampas, lo sabemos) que tiene al finalizar el primer acto de este filme. Y es que creemos que a estas alturas no es necesario dejar claro que estamos ante una excelente producción de acción de Netflix que, como película de acción cumple, si no le buscamos lógica.
Por si ustedes son de grabar nombres, pues la película viene respaldada por Joe Russo, uno de los hombres del momento de Hollywood, encargado junto a su hermano Anthony de haber llevado las riendas de “Avengers: Infinity War” y “Avengers: EndGame”. Y le dan la dirección a Sam Hargrave, quien inicia como director y cumple su función.
La propuesta es sencilla: Tyler Rake (interpretado por un carismático Chris Hemsworth) trabaja en una agencia paramilitar a la cual le han encargado recuperar al hijo de un narcotraficante, el cual fue secuestrado. Nos encontramos ante 105 minutos de intensos tiroteos (al mejor estilo de John Wick), persecuciones y un sin números de situaciones que pondrán la misión patas arriba.
El guión falla por momentos, dando escenas con unos diálogos innecesarios y momentos desaprovechados y absurdos (todo lo referentes a la “casa segura” sobra). Pero tampoco los personajes terminan de conseguir empatía con el espectador, a pesar del discurso parental que quieran llevar. Por otro lado Hemsworth es quien lleva la película en todo momento y quien la guia, y naturalmente es el ÚNICO personaje que trata de tener un desarrollo (el malo es malo y le temen pero nunca sabemos porque). Pero como no todo es malo, las escenas de acción son realmente interesantes y muy entretenidas, logrando sorprender en unos cuantos momentos.