Russell T. Davies, en la industria cinematográfica británica, es un nombre que representa la calidad.  Hace dos años creó una de las mejores series de esa fecha llamada “Years and Years”, pero también ha trabajado en series como “Doctor Who”, creó “Torchwood” y “Queer as Folk”.

Y la verdad que da gusto ver una miniserie que toca a la perfección.  Historias humanas, un perfecto desarrollo de personajes e incluso, una puesta en escena de lujo.

La nueva ficción de Russell T. Davies para HBO trata sobre un grupo de jóvenes en los años 80 durante la crisis del sida. En apenas cinco episodios, Davies construye un vibrante relato LGTBIQ+ necesario, muy humano y desolador que enamora desde el primer minuto. Lejos del sentimentalismo barato, y de escenas mediocres novelísticas, es fácil conectar con estos personajes y sus miedos, anhelos y deseos.  Están tan bien construidos, que en los momentos más duros, porque la serie lo es hasta el punto de desgarrar, uno se siente incómodo y dolido.

Pero no todo es el guión, sino que la dirección es otra joya de la que se debe hablar, porque Davies tiene momentazos como el del segundo capítulo donde uno de los personajes nos explica el bulo de las enfermedades, rompiendo la cuarta pared de una manera bastante dinámica y que recuerda mucho a como inició el COVID 19.

Y no se queda ahí, porque el último capítulo tiene uno de los momentos más duros y es manejado con una maestría impecable, donde nos regala por 20 segundos el sonido del viento en una toma de primer plano de un personaje, de forma magistral.

pero si Hablamos de personajes, CUANTAS BUENAS ACTUACIONES.  Nadie desentona, nadie está sobreactuando, y la sorpresa es que la mayoría de estos actores son NUEVOS.

Si bien es cierto que por la propia temática es evidente que el drama es un componente fundamental en la serie, es digno de valorar la forma en la que se abarca. No cae en el sentimentalismo barato ni en la condescendencia, sino que aborda la situación de las personas LGTB de una manera honesta y audaz.

En los últimos años, HBO se está consolidando como una plataforma que atiende a la diversidad sin renunciar a la calidad.

Pocas cosas se le pueden reprochar a It´s A Sin, pues desde su puesta en escena a la selección musical obedecen a una firme intención creativa. Tal vez su pequeño talón de aquiles, y que es algo que Russell ha hecho anteriormente, es regalar esos momentos de saltos temporales sin explicación alguna.  Estamos en una fecha determinada y de buena a primera el siguiente capitulo esta en una fecha más adelantada.  ¿Qué ha pasado durante ese lapso de tiempo ya que suceden cosas que afectan a la trama? nunca lo sabremos porque el director solo nos dice que “pasó algo”.