El cine de monstruos en Hollywood actualmente no pasa por un buen momento.  El último caso que hemos tenido ha sido la serie de Netflix, “Resident Evil”.  Por eso cuando Hulu anunció otra historia del universo de Predator, esta vez llamada “Prey”, el desinterés general fue obvio.

Y es que en los últimos años han querido revivir algunas series, las cuales muchas no pasan ni hacen proyectos medianamente “buenos” y terminan convirtiéndose en filmes malos y difíciles de digerir.  Sin embargo hay casos como este donde el producto final es bastante placentero.

Para poner en contexto, la historia está ambientada en 1719 en una nación Comanche.  Naru (Amber Midthunder) es una joven guerrera que quiere ser reconocida como cazadora, por lo que sale junto a parte de su tribu a realizar una caza, pero los cazadores se convierten en presa cuando un Predator los señala como sus próximas víctimas.  La película no busca inventar la rueda y se va por el camino ya conocido en lo que a películas de este alíen se refiere.  Sin embargo su ambientación es lo que la hace novedosa e interesante, porque podemos apreciar como nuestra protagonista y sus amigos buscarán métodos ingeniosos para poder hacerle frente a la feroz enemigo que tienen.

La dirección de Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane) es interesante, destacando los momentos de acción donde el director prefiere mantener más la cámara fija que hacer cortes, y agradecidos estamos.  Por otro lado la fotografía de Jeff Cutter, por esos hermosos paisajes de bosques y ese verdoso mezclado con gris, le da un toque misterioso muy interesante.  Como si algo nos acechara pero no podemos ver que es.

Como punto negativo, ya mencionamos el guión que no es que sea lo más original y también tiene sus huecos bastante profundos, pero trata de mantener su coherencia y respetar sus propias reglas, como la actuación de nuestra joven Amber Midthunder quien en su primer acto, se nota totalmente perdida y es poco expresiva hasta en momentos en donde naturalmente debe serlo, y aunque mejora con creces en su tercer acto, ya nos ha perdido lo suficiente como para conectar con ella.

Al final Prey es un filme bastante entretenido que cumple y respeta el universo de Predator y que, a día de hoy, sin muchos problemas puede convertirse en una de las mejores de la saga.