Sin muchos rodeos, el final de la saga de los Skywalkers que inició hace 40 años, de esta peculiar familia que eran los guías de la luz en medio de una oscuridad tremenda, pues es flojo (no se acerca a ser decente) y muy vago.

JJ Abrams pasa parte de la película queriendo crear un nuevo misterio (que debe terminarlo antes de acabar la película), buscando la forma de recuperar los misterios del Episodio VII y tratando de arreglar los cambios del Episodio VIII.  Y a pesar de la difícil tarea, JJ se las ingenia para lograrlo, pero ¿funciona?, pues en algunos momentos no funciona. Porque de nada sirve cerrar arcos si lo hace mal.  Hay escenas que no cuadran con lo que hemos visto o con lo que veremos, y en muchos momentos, parece como si fuesen varios guiones y varios montajes de película en una sola.

En el renglón de los efectos especiales, pues es normal que Disney invierta en crear algo destacable.  Los efectos son totalmente geniales, brindando un sin número de planos que son una maravilla audiovisual, y que las mismas hacen compás con una banda sonora a mano del ya veterano John Williams quien conoce a la perfección este impresionante universo y sus personajes, logrando una conexión con mucha empatía por parte del personaje y sus sentimientos.

Las actuaciones tampoco están mal, que no era algo de qué preocuparse en este tipo de películas y en esta saga en general.  Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Issac y los demás cumplen con mucha gracia con sus personajes.

El problema de la saga radica en su guión que es desastroso.  Momentos de comedia infantil, personajes poco desarrollados, situaciones sin desarrollar, resoluciones incompletas o muy mal resueltas.  La historia se nota que ha venido arrastrando unos problemas que vienen desde el Episodio VII (¿de dónde Rey tiene esa fuerza? ¿Por qué el casco de Kylo Ren? ¿De donde la Primera Orden tiene ese poder cuando fue reducida al final del Episodio VI?) pero también tiene los problemas que el Episodio VIII ha creado (la muerte del villano principal, los padres de Rey, los cambios de Luke) y esto hace que se sienta difícil de seguir en cuestión de historia, y de paso, que debe llenar con un exagerado de batallas que muchas se sienten innecesarias.

En definitiva, Star Wars Episodio IX: El Ascenso de los Skywalkers es una película que busca contentar a todos, desde los fans que se molestaron con el Episodio VIII como los fans que le gusto ese mismo episodio.  La épica narrativa es reducida a una épica visual que agota en muchos momentos y que no parecen tener el más mínimo sentido, en conjunto con muchas otras escenas de la película, que le quitan protagonismo al desarrollo en general.  Hubiese funcionado a la perfección, si no estuviésemos hablando de una saga que carga con un universo rico en detalles e historias y con más de 30 años de vigencia.