Ryan Murphy es una impresionante mezcla de muchos géneros.  Desde comedia, hasta drama, pasando por musical, cruzando por el humor negro y así puedes seguir.  Son pocas las creaciones de este señor que tenga uno solo (con mucho esfuerzo nos atrevemos a decir que solo ‘Pose’ y ‘American Crime Story’).

Ahora Murphy se estrena en Netflix con ‘The Politician’, una serie que como es usual mezcla tantos géneros (y temas) que es difícil odiarla o amarla.  Porque en el momento en que la tomamos totalmente en serio, la serie da un giro brusco y nos deja con la idea de que todo es un chiste por parte del creador, pero si nos descuidamos y lo vemos como tal, vuelve a darnos el giro para presentarnos una imagen tan real y seria.

Descarada pero Divertida

Payton Hobart (Ben Platt), es un adolescente millonario que se está postulando para Presidente del Consejo Estudiantil de su instituto.  Las ambiciones de Payton son grandes al igual que su contrincante, Astrid Sloan (Lucy Boynton) quien también se postula a Presidenta del Consejo Estudiantil.  Además de tener que lidiar con todas las contradicciones y problemas que padece todo adolescente.

Lo primero a destacar es a los personajes.  Todos son superficiales y vacíos.  Y ojo, que esto no es malo, al menos para esta historia.  Murphy retrata, con un guion bien elaborado, a los ricos y políticos como personas superficiales que solo están interesados en tener mucho poder, dinero o lujos.  Los únicos personajes que realmente no son vacíos, son la familia Beachman, o mejor conocidos como “los votantes”.

Porque Murphy explora el circo mediático y político que se desarrolla en la realidad pero con un formato de sátira acida y estridente.  Ataca a los ricos, a los pobres, a los progresistas, a los veganos, a los gays, a los oportunistas, e incluso al votante medio.  Murphy no deja a nadie fuera de la lista y nos lleva en un carrusel de emociones y habla, sin cortarse el pelo sobre orientaciones sexuales, enfermedades, hipocresía social de forma general, la adolescencia, entre otras.

Algo interesante es la fotografía de Nelson Cragg (‘Homeland’, ‘American Crime Story’, ‘American Horror Story’) un ya alto colaborador de Murphy, muestra una fotografía bien iluminada y brillante en todo momento, menos cuando presenta a la clase media o pobres, al igual que todos los personajes con grandes ambiciones se ven más grandes que el escenario.

Pero con todo y lo divertido que puede ser ‘The Politician’, se siente que es una oportunidad perdida constantemente.  Momentos en que podía ser más agresivo tanto en la crítica social como en el humor que puede emplear.  Incluso tiene escenas que tal vez, fuera de la mano de Murphy podía arriesgarse mejor (todo lo que rodea la situación de Infinity Jackson, o River Barkley y muchas otras más).