Lo admito, yo desde que vi el teaser de “The Trap” quedé enganchado a pesar de saber que era un filme del director M. Night Shyamalan.

También admito que considero al director como muy creativo en sus historias, y de que su dirección y sus giros me gustan, aunque también hay que admitir que no me gusto para nada “Old”, “After Earth”, “The Happening” y la infumable “The Last Airbender”.  También debo admitir que me ha dado mucha pereza ver “Knock at the Cabin”.  Dicho todo esto, ¿qué me ha parecido “The Trap”?

Sin demasiados rodeos puedo decir que nos encontramos ante una de cal y otra de arena, con decisiones y tramos realmente brillantes y originales en la primera mitad del film, y con una segunda mitad que le toma el pelo a la inteligencia del espectador, con giros de guión y decisiones argumentales cuanto menos risibles.  Aunque su final sea “satisfactorio”.

El filme narra cómo un hombre y su hija acuden a un concierto de una artista pop para adolescentes con mucha fama, y dentro del concierto este señor se dará cuenta de que hay una exagerada presencia policial, por lo que decide investigar, y para su sorpresa es que el mismo concierto es una trampa para atrapar a un asesino en serie, que no es spoilers porque el trailer lo dice, es nada más y nada menos que el mismo señor que está en el concierto con su hija.  Por lo que vamos a ver cuales artimañas utilizaran los policías y detectives para atraparlo y cuales utilizara este otro para poder zafarse, dando como punto de interés que nadie nunca ha visto a este señor.

Si a usted, como amante del cine, no le atrapa ese argumento, pues que baje Dios y lo veo, porque de entrada es un argumento lo bastante interesante, casi al nivel de proyectos mayores como es el caso de “Death Note” (el anime).

El alma de “The Trap” tiene nombre y apellidos propios. Y es que Josh Hartnett lo borda como ese adorable hombre de familia y ciudadano ejemplar, que guarda el «pequeño» secreto de matar personas a diestra y siniestra.  Por un lado tenemos al personaje de Harnett acompañando a su hija al concierto, desplegando todo su ingenio y astucia para dejar pistas falsas y crear el caos y la confusión en el lugar, y por el otro lado tenemos a los policías y FBI brindando todas y cada una de las posibles salidas llenas de trampas en el concierto.  Toda esta parte que ocupa aproximadamente unos 45 o 50 minutos está magníficamente bien planificada y narrada, con momentos muy originales, que recuerdan al mejor Shyamalan. Pero el problema surge una vez superado este tramo, en dónde la película cambia radicalmente de escenario y lugar y en dónde los giros y situaciones comienzan a resultar tan ridículamente forzadas que hay que hacer uso de la incredulidad y piensas si el director se ha querido reír un rato con nosotros, convirtiendo esa segunda mitad en una caída libre del argumento hasta llegar a un final bastante mejorable.

Claro, no diré que es lo peor que ha sucedido y de hecho, tampoco es que sea algo que implique dejar la sala, pero es un poco desconcertante muchas de las decisiones después de ver el inicio.  Es como si llegara un momento donde el director tuviera dos decisiones y en vez de tomar la buena, toma la que está mal y se queda con ella.

Dicho esto, de que su guión es pobre, la puesta en escena del gran M. Night Shyamalan es magistral como siempre.  Te crees totalmente estar dentro de un concierto lleno de fans adolescentes y encima también sientes la tensión del personaje principal tratando de escapar.  El director conoce su género y cómo explotarlo.

Las actuaciones son todas casi secundarias a excepción de Josh Harnett, quien es el protagonista, si así podemos decirlo.  Saleka, hija del director, mientras avanza la película toma protagonismo pero no lo suficiente para creer que la película la tiene como eje.  Alison Pill está como secundaria, así como Hayley Mills o Marnie McPhail.

La música de Herdís Stefánsdóttir es interesante y algunos tonos bastante correctos para el tipo de filme, mientras que la cinematografía de Sayombhu Mukdeeprom está bastante correcta.

En resumen, “The Trap” cuenta con lo mejor y lo peor del director.  Es increíble que algo que comienza tan bien, y que ofrece un brillante espectáculo en su primera mitad descarrile de la manera que lo hace en la segunda mitad del film.