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Nadie duda del nivel de dirección y guión que tiene Ben Affleck, y vuelve a demostrarlo nuevamente con “Air”, película que narra la asociación del basquetbolista Michael Jordan con la empresa de calzados Nike.

Ambientada en los 80’s, en Estados Unidos en el pico de moda que tuvo el basquetball, el bueno de Affleck sabe reflejar todo a la perfección.  En el apartado técnico es impecable, como ya muchas producciones millonarias quisieran.  Esta película cuenta con una gran fotografía y un trabajo excepcional en cuanto al arte. Robert Richardson (DF) junto a Ben, lograron una fotografía muy buena. Un conjunto de planos y encuadres que funcionan bien para el desarrollo de la historia, una gran iluminación y lo mejor de todo es que se conecta muy bien con el arte de la cinta, algo que es imprescindible para lograr un buen producto audiovisual. Lo que más destaca de este último departamento es el vestuario, pero también mención especial a los decorados y los espacios. El montaje está muy bueno, en especial cuando juegan en 2 espacios distintos, es decir un montaje paralelo. También esto hace que el ritmo varíe y se adapte bien a lo largo del film.


De hecho, se siente como si estuviésemos viendo realmente una película de esa década y no una que está ambientada en ella (toma nota Stranger Things).

Otro punto a favor de “Air” está en su reparto.  Creo que nos hemos olvidado de lo buen protagonista que es Matt Damon. Es uno de esos actores que nunca te cae mal y que siempre cumplen. Pero es que además está acompañado de actores como Jason Bateman, Matthew Maher y Chris Messina, que son muy buenos secundarios. Y no debemos olvidarnos de Viola Davis, que está maravillosa.  Y ni hablar del mismo Affleck que cumple en su rol.  Hasta Chris Tucker logra, en el poco tiempo que tiene en pantalla, hacer mucho con su personaje.


El guión, es tal vez uno de los eslabones que no tienen tanta fuerza.  Escrito por Alex Convery cuando este tenía apenas veinte años, y después de que diera vueltas por todo Hollywood, cae en manos de Ben Affleck, quien no nació ayer y si llamo a su amigo Damon, es porque tenía fe en el proyecto.  Pero, ¿por qué digo que es el más flojo? es porque, a pesar de estar basado en un hecho real, los personajes se mueven de un lado a otro haciendo cosas sin el menor desarrollo.  ¿Qué motiva a Sonny a hacer lo que hace además de que le gusta? ¿Por qué motivo Phil cree en Sonny cuando él mismo afirma que nadie lo contrataba? y así surgen muchas otras preguntas con los personajes que nadie nos responderá porque no tienen desarrollo.

En definitiva, “Air” es un buen biopic basado en deportes que podrá gustar a cualquier público, aún no sea amante del basketball (como es mi caso).  En lo técnico es una maravilla que nadie puede perderse, y que es disfrutable desde que inicia hasta su final.

Veredicto

Competente en todos los sentidos: buenas interpretaciones, diálogos contundentes y un buen enfoque en el diseño de producción y la construcción del mundo de los años ochenta.

6 / 10

Una de las películas más esperadas por mí ha sido TAR.  En quizás una de las mejores escenas de este año y del filme, Cate Blanchett, interpretando a Lydia Tar, da un discurso sobre separar la vida del artista con su obra, mientras un muchacho se levanta y se va del aula con indignación.  Y es que el guión del filme Todd Field no se va por las ramas.

Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extensos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.

TAR conquistó a la prensa, pero tal vez divida al público que cuestione si esta es solo una película de actuaciones (lo de Blanchett es digno de premios), dado que su ritmo y lo que nos cuentan, pueden no resultar interesantes para varios espectadores, porque la verdad sea dicha, el guión no da lo suficiente.  Al elegir a una mujer lesbiana como protagonista, Field «disminuye» el problema y lo ataca de raíz, dejando al descubierto un planteamiento que puede sonar obvio, pero también es arriesgado. ¿Y si el abuso no es cuestión de género, sino de poder?, y me gusta que la respuesta se la deje al espectador, pero no me gusta que utilice eso solo para estirar el guión.

La puesta en escena en cambio es magistral, la dirección por igual.  El plano secuencia de casi 10 minutos es fenomenal.  Además de esto tiene unos largos planos mezclados con paneos suaves que hace el filme una especie de partitura larga de música clásica la cual acelera en sus últimos 20 minutos con unos excesos inexplicables.

¿Es Tár una película perfecta?  Claro que no, pero Todd Field nos ha bombardeado con su proyecto más ambicioso, y no satisface plenamente todas sus pretensiones, pero es culpa de un guión que lamentablemente se extiende demasiado.

Veredicto

Aunque ocasionalmente es frustrante ver cómo da vueltas en territorios repetitivos y monótonos, la atracción magnética de ver a Blanchett en el centro de la pantalla es innegable.

Nada nuevo bajo el sol.  Las películas en una sola localidad, principalmente en un lugar de peligro donde todos los elementos que le rodean pueden desencadenar un fatídico final.  “127 Horas”, “Buried” o “The Room” son ejemplos bastante claros.  Hace poco en esa misma estela, salió “Old”, hoy tenemos “Fall”.

El filme narra cómo una chica después de la muerte de su esposo, en una depresión es convencida por su amiga para escalar la antena más alta de un desierto.  Lo que inicia como una prueba de superación, se convierte rápidamente en una prueba de vida o muerte al llegar hasta más de 600 metros y darse cuenta que no tienen escaleras para bajar.

Entre las bajas expectativas, Fall cumple su propósito de la mejor manera y el guión trata de no caer en trivialidades ni clichés del género, aunque otros es inevitable no tocarlos.  Eso es un punto a su favor, porque el guión está bien elaborado.  Desarrolla poco a poco a los personajes en su primer acto, para luego en el segundo y tercero desarrollar la situación y enfocarse en el problema que tienen encima.  Agrega elementos bastante interesantes como los buitres o la falta de personas alrededor ya que es un desierto.  A pesar de todo, es un poco cuesta arriba creer que todo lo sucedido y de la forma en que sucede es creíble y esto es culpa de la dirección.  No había necesidad de forzar la relación o pintar más problemas donde no eran necesarios sólo para poner al público agobiado.

Así mismo el director Scott Mann comete el gravísimo error de saturarnos con una música que en vez de crear suspenso, lo que hace es crear molestia, ya que se repite constantemente, algo que hubiese quedado mejor manteniendo el silencio.

Por momentos los efectos se suelen ver algo toscos, pero el director logra tapar eso con la rápida edición, pero sin duda los buitres se ven totalmente reales e interesantes.

Las actuaciones están perfectas.  Virginia Gardner cumple con creces como la joven dispuesta a todo con tal de conseguir validación en redes sociales, mientras que Grace Caroline Currey absorbe el personaje sin problema alguno.  Mason Gooding y Jeffrey Dean Morgan apenas salen en pantalla y probablemente fueron un día al set y cobraron el cheque.

Fall es una película interesante que cumple para ser un entretenimiento bien interesante, pero tampoco es que sea una película memorable.  Hay otras similares a esta que están muchísimo mejor logradas y crean mucha más tensión (como “Buried”) y es una lastima, porque esta pudo llegar a eso si hubiese tomado pequeñas decisiones de otra manera.

Veredicto

Cumple el proposito de entretener y se atreve a dar al menos unos cuantos giros interesantes.

5 / 10

El caso del director Jordan Peele es un caso interesante.  Es un director que se le ama o se le odia, pero no hay partes medias, y lo mismo pasa con sus películas.  En esta ocasión, “Noup” no es la excepción y cuenta con las mismas críticas dispares por parte del público.

Primero debemos dejar claro que el género del “terror” u “horror” va más allá de un ente paranormal matando personas, o algún asesino loco, o una casa embrujada.  De hecho, puede ser tan amplio como los subgéneros que tiene la música metal en donde la más mínima inclusión de algún elemento nuevo puede abrir la puerta a otro género.  Jordan Peele juega mucho con las inclusiones de otros géneros dentro de su cine.  Todas convergen en el terror psicológico, y en el caso de “Noup” también tiene ciencia ficción, algo de aventura y un poco del característico humor del director y de paso, de sus respectivas críticas.

En “Get Out” criticaba abiertamente el racismo, donde en resumen, los blancos quieren ser dueños de los cuerpos de los negros por sus condiciones físicas y dejándolos a ellos como meros espectadores, pero en “Us” (“Nosotros”) la crítica iba hacia el privilegio americano, donde criticaba de forma contundente las clases sociales y en donde dividía a las mismas personas por ello.  Aquí en “Nope” la crítica es, y valga la ironía, la necesidad de querer convertir todo en espectáculo y como vivimos en una sociedad carente de criterio y de consumo rápido y fácil.

El estilo del director es el de siempre.  Un estilo único, bien cuidado, lleno de colores y matices, de hermosos encuadres geométricos y actuaciones multifacéticas.  Donde el timing del terror y el humor está medido al milímetro.  Su estilo no busca el miedo fácil por algo que apareció en pantalla, sino que busca el horror en el miedo generalizado de que estamos viviendo en ello.

Decir de qué trata es desvelar mucho, e invitar a ver el tráiler es dañar momentos que son mejor verlos en el filme (por eso solo voy a poner aquí debajo el teaser).  Esta película en realidad ofrece un cuestionamiento irónico de la idea de espectáculo, de la peligrosa relación que hemos desarrollado con aquello que desafía nuestra razón y que queremos controlar y mercantilizar. Nos invita a hacernos varias preguntas: ¿hasta qué punto es ética nuestra insaciable afición por la imagen?, ¿hasta dónde podríamos llegar para documentar con los ojos o la cámara aquello que trasciende lo ordinario? Es por la naturaleza de estas preguntas que «Nope» debería entenderse por lo menos en un doble plano.

El director estira el esquema clásico del cine de intriga y sostiene las dudas del espectador hasta bien entrado el segundo acto. Hasta entonces, solo vemos, oímos y -sobre todo- intuimos pedacitos de una historia. Todo perfectamente aderezado con muy buenos diálogos, grandes personajes, brillantes toques de humor y un uso magistral del sonido. El desenlace del segundo acto es antológico. Las dudas se disipan en cuestión de minutos. En el tercer acto la película ya va lanzada y su formalización es, a mi modo de ver, lo más convencional del film.  Porque Peele, lo mismo que está criticando lo establece aquí para que el espectador sienta el engaño y de paso, la burla del director.

“Nope” es sin duda una interesante película que invita al espectador a pensar, analizar y ver mas allá de lo convencional para leer lo que el director establece.

Veredicto

Nope es sin duda un trabajo formidable que esta lleno de lecturas interesantes, sin embargo entre las tres de Jordan Peele, se siente como si buscara llenar el metraje de metaforas que contar una historia, aunque lo extraño es que esto pueda ser parte del juego.

7 / 10

A menudo, una película te dice lo que es con su primer plano. “Malignant” lo hace. “Candyman”, por poner más ejemplos recientes sacados del mismo género, también. El primer plano de X entra en el mismo saco. Un plano fijo que mira desde el interior hacia el exterior, con el umbral enmarcando la escena en un deliberado aspect cuadrado, similar al 4:3 de los televisores antiguos. Este umbral, desde Ford en «Centauros del desierto» hasta el día de hoy, es utilizado para marcar el límite entre dos mundos, y aquí el simbolismo es parecido. Realidad y ficción, presente y pasado.  El mensaje es claro: recreamos una época que ya no volverá.

X está por encima de la mayoría de slashers dándole profundidad a un género que no destaca por ello.  Ti West, el director, hace más que homenajes a los géneros (slasher y pornografia) de finales de los 70´s y gran parte de los 80´s.  Su historia no es novedosa, pero su forma de contarla es interesante.  Unos jóvenes cineastas se proponen dirigir una película pornográfica en una zona rural de Texas, lejos de toda civilización.  Estamos en 1979 cuando la pornografia era vista con ojos desaprobatorios pero lujuriosos, y donde unos ancianos atrapan en el acto a este grupo para hacer las cosas un poco más difíciles.

Todo en X está tratado con un gran mimo, detalle y respeto. Se aprecia en cada plano que todos los involucrados saben muy bien lo que se traen entre manos, que no es otra cosa que un maldito espectáculo jocoso, vicioso y depravado de sexo y sangre, no exento de toques de humor negro.

La fotografía de Eliot Rockett emula mucho esos filmes, mientras que el montaje ayuda muchísimo para que los personajes puedan desarrollarse con libertad y el desarrollo de ellos y de la historia, funcione mucho mejor con un buen guión.  En las actuaciones Mia Goth y Jenna Ortega (no la actriz porno, ojo con eso) son espectaculares, mientras que Kid Cudi y Stephen Ure no se quedan atrás.

En la película hay un trasfondo referente a la vejez y al sexo obviamente, pero no solamente desde lo cliché como motivo de muerte en la gran mayoría de slashers desde la llegada de Halloween de Carpenter. El deseo sexual también se retrata desde la perspectiva de los villanos y su condición de decadencia física al tratarse de personas ya muy mayores. Este es otro punto importante. Ti West hace lo posible por darles dimensión a los antagonistas, usándolos como vehículo para el tema central de la película que es el miedo a la vejez y la decadencia además de la melancolía por la juventud.  Por lo que no estamos ante cualquier película de terror.

En definitiva, X es una buena película de terror que cumple y que fácilmente puede caer entre lo mejor de este año sin mucho esfuerzo.

Veredicto

Entrando en los filmes de slashers, Ti West trata de darle un significado a un genero que tenia poco o nada.  Con buenas interpretaciones, un buen montaje y una puesta en escena bien cuidada, el filme consigue y cumple con creces su objetivo.

7 / 10

Hollywood ha sabido sacarles partido a numerosas historias.  Desde las más rocambolescas como “Bad Education” hasta las más indignantes como es “El Juicio de los 7 de Chicago”.  Por eso cuando la directora Janicza Bravo decide hacer “Zola”, basada en un hilo de la red social Twitter (y uno corto de Reddit) pues las cosas eran claras: o salía totalmente mal o salía totalmente bien.

Para que haya algo de contexto, la película narra cómo una joven de nombre Zola, es engañada por una amiga para ser controlada por un proxeneta.  Como la veracidad de la historia, para muchos es nula, la directora basa su guión a una primera persona ya que todo lo que vamos viendo es desde el punto de vista de Zola y lo que es mejor, muchas veces rompe la cuarta pared para enmarcar uno que otro comentario de la situación dándole más énfasis en ella.

Esto logra que el guión sea genuinamente una maravilla llena de momentos que no sabemos si reír o llorar, y que en pocas escenas podamos tener unos buenos desarrollos de personajes combinados con un buen desarrollo de historia.

Técnicamente tampoco es que se quede atrás.  El tratamiento de la imagen y el color, consiguiendo también esa transición de tonos cálidos a fríos entre escenas, en función de lo que está sucediendo al momento es algo bien manejado.  Porque la fotografía, muy parecida a las películas de los 90 ‘s donde se destacaban las sombras y altas luces en la edición, mostrando el filme más onírico en su forma, pero también la importancia a la hora de tratar las emociones, la fotografía es esencial.  Porque ver a Zola, que la mayor parte del tiempo no está nada cómoda y eso se nota, tanto en su interpretación como en las paletas de colores y encuadres de cámara, es algo que debe ser OBVIO.

En lo narrativo funciona todo a la perfección en cuanto a manejo del tiempo narrativo, un drama grabado a modo de road-trip, pero permitiéndose licencias del mejor cine de suspense.  Las actuaciones por parte de las protagonistas son impresionantes, principalmente Riley Keough, cómo maneja el slang es para admirar.  Sobre todo, cuando se nos plantea su personaje al principio en el bar y en dos frases y una pausa de cámara, ya sabemos el contexto, y es precisamente eso lo que la hace buena; cuando se ve cómo trabaja con las elipsis y juega con ellas, donde es el espectador es quien rellena el contexto de todo sin darle explicaciones o detalles de sobra.

Zola es una de las mejores películas de este año y una gran sorpresa, que vale la pena disfrutar.

Veredicto

Un viaje por carretera salvaje que es tan divertido como los tweets en los que se basa.  Una película agradable e inquieta que es más interesante si cabe porque está basada en hechos reales.

7 / 10