Basada en una novela de Rachel Yoder, “Nightbitch” es un filme que narra la historia de una madre primeriza que ha tenido que poner pausa a su carrera de artista para cuidar a su hijo mientras su esposo trabaja.

El filme dirigido por Marielle Heller es un filme que mezcla el drama con el humor ácido y cínico, explorando la angustia, la identidad perdida, e incluso el machismo (real), en una madre de tiempo completo en donde el agotamiento físico y emocional cada dia la llevan más al borde de un desprendimiento de identidad al pasar 24 horas cuidando a su hijo sin tener tiempo para ella.  Con una actuación extraordinaria de Amy Adams quien engordo para el personaje e incluso le podemos ver una que otra escena sin nada de maquillaje.  Le acompaña un Scoot McNairy (Speak No Evil) que destaca más que nada en el tercer acto, y luego todos los demás son secundarios que apenas aparecen en pantalla.

La fotografía de Brandon Trost es bastante simple y la música de Nate Heller apenas se percibe.

Nightbitch

El gran peso que tiene “Nightbitch” es el guión y la actuación de Amy Adams, ya que es la única que sale en pantalla constantemente.  De hecho, lleva el filme en sus hombros sin muchos problemas y con un compromiso con su personaje extraordinario.

El gran problema que tiene el filme de Heller es su dirección, la cual queda por momentos muy por debajo de lo que apuesta.  Momentos en donde no se aprovecha el humor negro, momentos donde no se aprovecha ir hacia mas alla en cuanto a la critica y otros en los que Amy Adams parece estar sin control de la directora, ya que la escena se mueve por un lado y el personaje por otro (como la escena cuando llega llena de tierra y se baña, en donde esta manejada de forma humoristica pero todo lo que desprende la actriz es subiendo al drama erotico).

“Nightbitch” es un buen filme que cumple su requisito y es un verdadero filme feminista que es bueno que tanto hombres como mujeres vean, ya que maneja un tema sobre la maternidad en las mujeres muy delicado y que como hombres desconocemos.  Además de que siempre es bueno vera  Amy Adams demostrando lo gran actriz que es.

Veredicto

Una película curiosa y arriesgada que pudo aproximarse al cine de terror, ya que la protagonista se ve atrapada en una nueva realidad que percibe como pesadilla, como al humor mas acido o a cualquier otro genero.

7 / 10

Nosferatu” de Robert Eggers es una verdadera joya del terror.  El director de “Northman” y “The Witch”, logra condensar el terror gótico, fantástico y hasta más puro y clásico en un film absorbente.

Nosferatu

Un remake del clásico de 1922, donde la trama nos ubica en Alemania de 1838, donde Thomas Hutter y su recién esposa Ellen, se verán amenazados por el Conde Orlok, el cual tiene una extraña conexión psíquica con Ellen desde su adolescencia.  Nicholas Hoult sobresale con creces como Thomas, y demostrando por tercera vez este año, que tiene lo suficiente para ser un excelente candidato a los premios de la Academia de este año.  Por otro lado Lily-Rose Depp es impresionante, principalmente en esos momentos en que Orlok conecta mentalmente con ella.  La verdad es que la actriz logra llevar el gran peso en gran parte del filme sin inmutarse.  Willem Dafoe cumple por igual, Aaron Taylor-Johnson también destaca y Emma Corrin cumple con creces.  Pero la tercera sorpresa actoral está en las manos de Bill Skarsgard, a quien vimos este año en la infumable “The Crow”.  El actor no solo por el excelente maquillaje sino hasta la voz y su mirada.  Es un camaleón.

Impregnada de una atmósfera densa y poesía macabra, gracias a la fotografía de Jarin Blaschke, ya un viejo compañero del director que ha estado en todos sus proyectos, pero que aquí dio catedra de como hacer una fotografía sea protagonista.  Lo que separa a esta obra de las demás, es en la profundidad en la que explora las imágenes oscuras y con muchos detalles, destacando los grises y las sombras, y mostrando ese mundo gótico y vampírico.

Naturalmente esta “Nosferatu” en cuestión de guión se toma ciertas licencias que, para quien espera encontrar algo similar al clásico, se decepcionara un poquito pero es que además de que se aceptan estos cambios que eran necesarios, son totalmente inteligentes.  El guión se elabora con maestría y van mostrando todas sus capas mientras avanza la película.  Se toma su tiempo para desarrollar a cada uno de sus personajes y encima para evolucionar a otros.

A nivel musical, Eggers vuelve a contactar con Robin Carolan, esta vez para hacer uso de un sonido y una música mucho más fantasmal y clásica.  Casi es una declaración de intenciones.

¿Que mas se puede decir positivo de una obra impresionante como es “Nosferatu”? La verdad que me ha dejado sin palabras y es una de las mejores películas del año y tal vez una de las mejores de terror del 2020 a la fecha.

Veredicto

Es cine clasico traido a la modernidad.  Es terror gotico actualizado.  Es puramente cine.

9 / 10

Los años de gloria del director Ridley Scott han desaparecido y con “Gladiador 2” se confirma.  Un título que parece más a videojuego que a secuela de una obra maestra.

Primero que nada, no estamos ante la peor película del año ni del director, sin embargo siendo secuela de una tan querido filme sobre Maximus, por allá en el 2000, y que, en honor a la verdad, no era necesaria.  Tampoco era necesario su estreno en estas fechas, ya que es un digno entretenimiento de verano, pero al estudio le pareció perfecto tirarlo para estas fechas para aprovechar el empuje de los premios y festivales.

Gladiador 2

El filme trata sobre Lucio, quien después de ver cómo el Imperio Romano atacó su pueblo y los hace esclavos, se ve obligado a luchar como gladiador en el coliseo, y que poco a poco va a ir descubriendo una secreto que hará que Roma tiembla.  Aquí no tenemos al general que es gladiador, sino a un gladiador que supuestamente es general y a otro general.  Tampoco tenemos a un villano loco como lo fue Cómodo, sino que tenemos a dos villanos locos.  En la primera el coliseo servía como puente para la interacción de Maximus y Cómodo, aquí el coliseo funciona como una especie de “Juegos del Hambre”.  “Gladiador 2” es un exceso de cosas que funcionan y otras que no funcionan.

Las intrigas políticas, absolutamente inverosímiles, carecen de interés cuando sabemos que el conflicto se acabará resolviendo a espadazos. El que un esclavo desafíe a un imperio constituye un concepto poderoso, pero si pasa lo mismo en cada película la cosa pierde eficacia.  Y este es el problema mayor de esta secuela: que repite lo mismo en exceso.  Que busca ser una conexión pero carente de fuerza.  Que busca sorprender con giros de guión, pero son tan inverosímiles y a veces hasta ridículos, que uno lo asume entre risas nerviosas.  Tampoco ayuda que muchas cosas el trailer lo desvele, además de que viendo la película toma fuerza el rumor de que se buscaba que sea una miniserie.  El guion es un autentico momento que no se sabe si es serio o una parodia.

“El sueño de Marco Aurelio era una Roma libre…” y si, todo eso está perfecto, pero, ¿por qué lo estoy viendo de nuevo?

En cuanto a las actuaciones, “Gladiador 2” tiene a un Denzel Washington actuando entre las sombras y gusta con mucha diferencia.  Lo mejor de la película sin duda alguna.  Luego un Joseph Quinn (Stranger Things, A Quiet Place: Day One), quien ha demostrado con creces que es un buen actor.  Paul Mescal no está mal pero tampoco es que vayas a recordarlo a pesar de ser protagonista.  Pedro Pascal hace de Pedro Pascal, mientras que Connie Nielsen parece que tiene un cameo.  Fred Hechinger y Matt Lucas son parodias de sus personajes, porque en cada escena que salen son mas extravagantes a niveles de alarma.

Música de Harry Gregson-Williams que cumple y funciona, cinematografía de un viejo amigo de Scott: John Mathieson.

“Gladiador 2” es un entretenimiento aceptable si no se mira esperando nada o lo peor, pero que deja claro que no hay ideas.  ¿Por qué quiero ver, otra vez, a un esclavo querer convertirse en héroe y ganarse el cariño del pueblo? No hay razón para ello, más que el dinero.

Veredicto

Aquí se entrega al espectáculo palomitero más demencial. Pierde todo sentido dramático. La película tiene la profundidad de un charco, multitud de conveniencias donde no explican nada y suceden porque si.

4 / 10

Senna” es la nueva miniserie de Netflix basada en el piloto de carreras brasileño Ayrton Senna da Silva.  Leyendas del automovilismo en la Fórmula 1.

La serie, en seis episodios trata de seguir su vida abarcando parte de su niñez y su vida adulta, más que nada enfocada en el momento en que empieza a tomar con seriedad el ser piloto de carreras.  A lo largo de seis episodios de entre 50 y 65 minutos cada uno, “Senna” recorre de punta a punta su vida deportiva, mechando algunos apuntes sobre su esfera más íntima y familiar. Se sucederán, entre otros aspectos, los primeros pasos del piloto (Gabriel Leone) en el karting de Brasil, su excursión a Europa para debutar en la Fórmula Ford británica, los idas y vueltas con su padre sobre si continuar o no y las batallas en Fórmula 3 con el inglés (y local) Martin Brundle.

Que nadie espere mucha profundidad dramática ni personajes complejos. Mucho menos algo distinto al camino cronológico que ofrecen nueve de cada diez biopic. La diferencia, en todo caso, es que la propia lógica de la disciplina vuelve al relato dinámico y entretenido, lo que convierte a la serie en una correcta aproximación a los hitos de una de las grandes leyendas del deporte motor.

Dicho esto, “Senna”, tiene un aporte más bien correcto para quien no conoce nada de su vida o muy poco (como su servidor) y tal vez haga delicias a los más fans (que han crecido) de este deporte, pero a nivel cinematográfico es tan regular como cualquier de los tantos biopic deportivos que salen hoy en dia (King Richard, Air).

Gabriel Leone quien en “Ferrari” tiene un personaje, aquí es Senna, también le acompañan otros como Steven Mackintosh, o Matt Mella, todos con buenas y creíbles actuaciones, cada quien destacando en su momento.

A nivel técnico, la cinematografía se divide con Azul Serra y Kaue Zilli, quienes le dan su propio toque cuando hay exteriores e interiores.  Se nota un poco el trabajo de la dupla en algunas de esas escenas.

En lo musical se divide en tres: Rogério da Costa Jr, Fabiano Krieger y Lucas Mercier.  El equipo logra unas buenas partituras que tampoco es que vayan a ser recordadas cuando acabe la serie.

En cuanto a puesta en escena, aquí está el fallo más grande (junto con los desarrollos).  Momentos que anticipan por el espectador creando una sensación de deja vu al dejar la música in crescendo en una carrera intensa.  Lo idóneo hubiese sido mantener las escenas de carreras lejos en silencio para poder apreciar el poder del motor y el vehículo y creernos que estamos ante un verdadero carro Formula 1, sin embargo logra que no solo sepamos el resultado gracias a la música sino que hasta no nos sorprende cuando “al final” pareciera que el personaje principal no conseguirá ganar.  Momentos en que sientes que estás en la época actual y te olvidas que esto sucedió hace más de 30 años.  Situaciones y diálogos aterrizados a la época actual, algo que encima de no ser cierto es poco creíble.  La puesta en escena choca constatemente.

Dicho esto, “Senna” es un buen entretenimiento de un biopic que le hace justicia al personaje y que hará que muchos se entretienen, pero no pasa de ser algo que pudo ser mucho mejor y más después de que sabemos que «Rush» se hizo hace mas de 10 años.

Veredicto

Visualmente espectacular y destaca en gran parte de lo tecnico, pero «Senna» a pesar del gran reparto que da todo lo que puede, queda atrapada cuando la produccion y directores deciden hacerla aterrizarla a nuestros dias.

5 / 10

Hay críticos dedicados exclusivamente a festivales. Ese tipo de críticos son los que han aplaudido a “Anora”, el último filme de Sean Baker.

Con esto no quiero decir que el filme sea malo, o que las críticas de festivales sean buenas o malas, sino más bien para hacer hincapié en que la visión de ellos es muy distinta a la visión del público en general (y de la crítica en general), muchas veces llegando a crear debates de si el público y la crítica están alineados a la hora de evaluar peliculas.  Más allá de todo esto, “Anora” es un filme que desde el primer segundo no te dejará indiferente, sea por su puesta en escena muy particular, como su fotografía de neón, sus personajes tan caricaturescos o su exceso del desnudo casi rayando en la pornografia.

El filme narra como Anora, una chica stripper de 23 años, empieza a salir con un chico millonario ruso.  Lo que inicia como una transición económica, donde el chico le paga para estar con él, se va convirtiendo en un caos cuando se descubre que los padres del chico no están de acuerdo con esto y envían a sus “matones” a ponerle fin a esta relación.  Luego de 45 minutos de escenas sexuales de toda índole, o escenas donde la pareja actúa como niños adolescentes, por fin tenemos un avance al llegar los matones en casa y dejando desconcertados al espectador cuando el director Sean Baker decide hacer unos cambios radicales a la situación.

Imagino que si hubiese visto “Anora” con las mismas expectativas con las que estuve esperando “Nosferatus” pues estaría ahora mismo molesto, pero la verdad que, a pesar de haberme gustado la película anterior del director (“Red Rocket”), esta película no me creaba un gran interés y me ha parecido más un drama cómico del grupo a la gran obra maestra que los críticos de festivales han querido vender.  Se podría decir para empezar (y casi para acabar porque de ahí sospecho que deriva todo lo demás) que “Anora” adolece de uno de los grandes males endémicos del cine contemporáneo, y ese mal no es otro que el de una duración excesiva. Ciento cuarenta minutos para contar algo que se puede contar en bastante menos, y que además en este caso sí que se corresponden con un auténtico director´s cut, pues, como suele ser habitual en su cine, Sean Baker se responsabiliza una vez más de la edición del film.

Y es que encima hay escenas que se alargan sin necesidad, gags que se estiran hasta perder la gracia, o que se repiten produciendo ese mismo efecto de “deja vu”. Todo ello redunda además en cierta caracterización de la mayoría de las situaciones y los personajes, haciendo que toda la seriedad que tal vez podría tener, se pierda descaradamente.

Baker, que suele acertar con el retrato de seres marginales y underground que van más allá incluso del tópico de la América profunda, no hila aquí en mi opinión tan fino al apostar por ese estilo tan exageradamente hiperbólico, que incluso emparenta su película con la comedia más verde posible.

Anora

Incluso en algunos momentos, donde el director pudo desarrollar suficiente e irse por un camino más profundo donde las personas poderosas pueden hundirte la vida y destruirla para siempre, solo porque no están de acuerdo contigo, es desaprovechado para incluir un gag que se extiende y encima actitudes de los personajes que no tiene explicación alguna.

En cuestiones técnicas como mencione, la fotografía excelente muy al estilo de «Zola«(esta gustandome muchisimo mas) y “Euphoria” ya que es el mismo director de fotografía, Drew Daniels.  Fue una verdadera maravilla ver esas luces de neón y esa fotografía fosforescente.

La música es interesante pero pasa desapercibida.  Matthew Hearon-Smith, deja algunos toques electrónicos con un estilo muy de los 90’s a pesar de que la película no está ambientada en esa época.

La cámara nos hace partícipes, con su tono mate y origen analógico, de una historia de brillo deslucido. Los sueños, en pleno éxtasis, de una veinteañera atrapada en una red de difícil escapatoria.  Y un director al que se le ha ido la mano con esto y los festivales lo han celebrado.

Veredicto

No es un largometraje para todos los públicos, por lo que se cuenta y por la extraña manera que tiene de dirigir el director, que a mí personalmente no me gusta mucho en este caso.

5 / 10

La primera parte de la adaptación cinematográfica de ‘Wicked‘ dura más o menos lo mismo que dura el musical original, unas dos horas y media (sin contar créditos o descanso). Esto termina por ser un evidente problema dado que, en efecto, ‘Wicked: Parte uno’ se hace larga y pesada; especialmente para lo poco que cuenta… y sobre todo por la manera tan simple en la que lo cuenta.

La magia que, sin duda, a cuenta gotas aportan Cynthia Erivo y Ariana Grande, en especial cuando cantan. La magia de la música, y de un musical de un éxito incuestionable cuyo despliegue sobre el escenario es, a buen seguro, mucho más comedido y práctico que el expuesto en su adaptación a la gran pantalla. Una adaptación que además, promete (o amenaza) durar incluso el doble.

Quizá esté sonando demasiado duro… pero es que son dos largas y pesadas horas y media. Y aún queda una segunda parte ¿de también dos horas y media de duración?

Maldigo el día en que a Hollywood se le ocurrió la grandiosa idea de dividir en dos partes las películas y series.

Dicha mi queja, “Wicked” es sin duda la patada en la cara de Universal hacia Disney, con una Ariana Grande que cumple y una Cynthia Erivo que conecta perfectamente con el personaje dándole mucho más matices de sufrimiento, marginalidad y soledad.  Cynthia Erivo brilla como Elphaba, aportando una sensibilidad y profundidad emocional que hace que su transformación en la Malvada Bruja del Oeste sea tanto creíble como desgarradora. Su interpretación vocal es extraordinaria, que no solo impresiona, sino que toca fibras emocionales profundas.  Con Ariana Grande hay un sólida interpretación que es ayudada más que nada por la química con Erivo, ya que a pesar de ser parte del trayecto y desarrollo, la carga completa de la película la lleva el personaje de Elphaba.  A pesar de esto, la falta de profundización en los personajes y en su tipo de relación hace que uno entienda a un personaje más que otro, y se nota que parte de esta decisión fue para poder hacerlo en una segunda parte que ya se está trabajando.

Wicked

Poco hablaré de los demás actores porque todo el peso de la trama lo llevan las protagonistas.

Jon M. Chu, conocido por su habilidad para plasmar historias musicales en la pantalla grande, demuestra aquí un enfoque visionario. Su dirección equilibra momentos de intimidad emocional con grandiosas secuencias de fantasía. Las escenas en la Universidad Shiz son un claro ejemplo de cómo Chu logra capturar tanto el drama adolescente como el esplendor visual de un mundo mágico.  Sin embargo el proceso de estudio en la escuela está desdibujado, ni es un lugar con gran personalidad, haciendo que por momentos uno vea el reloj a ver cuando avanzamos.

Desde un punto de vista técnico, es impresionante. La dirección de arte y el diseño de producción crean un Oz que es a la vez fantástico y creíble. Los detalles en los vestuarios y escenarios reflejan la evolución de los personajes y el tono de la historia, con un equilibrio entre lo exuberante y lo oscuro.

La música, basada en las composiciones originales de Stephen Schwartz, se presenta con nuevos arreglos que mantienen la esencia del musical, pero aprovechan las posibilidades del cine para añadir un impacto mayor. Sin embargo, algunas transiciones musicales se sienten algo forzadas, rompiendo ligeramente la inmersión.

Por último, la cinematografía explota la paleta de colores de Oz, haciendo un contraste visual entre el brillo de la popularidad de Glinda y la oscuridad simbólica de la trayectoria de Elphaba, es majestuosa ya que utilizan a la perfección estos detalles mientras la historia avanza.

En resumen, “Wicked” es una ambiciosa adaptación que logra capturar la magia y el espíritu del musical original, aunque no sin algunos tropiezos en su ejecución. La dirección de Jon M. Chu y las potentes actuaciones de Cynthia Erivo y Ariana Grande aseguran que la película mantenga a los fans comprometidos, mientras que los aspectos visuales y sonoros elevan la experiencia cinematográfica.

Veredicto

Aunque su ritmo puede decaer en ciertos momentos y algunas elecciones narrativas podrían dividir opiniones, consigue ser una entrada digna en el universo de Oz.

6 / 10

Challengers” es una película de Luca Guadagnino que se retrasó varias veces y ahora en el 2024 ha salido después de que se anunciara a finales del 2022.

Tenía pendiente escribir de ella desde su salida, principalmente porque viene de la mano del director de “Call Me By Your Name” y “Bones And All”, quién es un director que emula ese cine clásico con muy buena factura.  En “Challengers” no es la excepción, quien cuenta con el trío protagonista liderado por una Zendaya (“Dune Part II”) que absorbe la película completa con una actuación que facilmente de haberse estrenado el año pasado como estaba previsto, hubiese competido fuertemente contra Emma Stone por el Premio de la Academia (Oscars).  Josh O´Connor (“The Crown”), otro que logra una excelente actuación, y un Mike Faist (“West Side Story”), que a mi parecer, logra una muchísimo mejor actuación que su contraparte masculina, ya que su personaje es mucho más complejo y tiene más capas actorales, dando momentos tan impresionantes como la escena final cuando cae en cuenta en medio del evento, sin embargo hay momentos en que la edad de los personajes me saca un poco de la película, pero esto es culpa del director y me desplazo en breve.

Además de las excelentes actuaciones, está el nivel técnico que es de calidad insuperable.  Con una banda sonora a manos de Trent Reznor y Atticus Ross, un dúo experto en música con David Fincher (y para quien no sepa, vocalista de la banda de metal industrial Nine Inch Nails).  Una banda sonora con muchos elementos electrónicos que funcionan a la perfección con la historia tanto en sus dos épocas que cuenta.  Lo mismo ocurre con la fotografía de Sayombhu Mukdeeprom, donde los colores predominantes se pueden intensificar en esas escenas “sexys” que el filme tiene, como es el rojo, o el azul.

Ahora bien, ¿cuál es el verdadero de “Challengers”? su dirección y su guión.  La historia narra un trío romántico entre los tres personajes; Art (Mike) y Patrick (Josh) siempre han sido amigos rivales en tenis, hasta que conocen a Tashi (Zendaya), una jugadora profesional, con la cual se iniciara una competencia tanto para enamorarla como para ganar entre ellos.  A pesar de que la historia invita a muchas cosas, con el guión a manos de Justin Kuritzkes, este huye de una aproximación más convencional a esa historia para introducir constantes saltos temporales que van completando todo lo que rodea alrededor de la final de un campeonato de tenis que enfrenta a los personajes.  Con ello no es que se busque tanto crear un rompecabezas como ofrecer una visión más pormenorizada de la evolución de la relación entre ambos y cómo ha afectado eso a sus vidas.  Pero aun así el guión a pesar de esto, se enreda por momentos queriendo buscar momentos particulares para marcar unos puntos con los personajes, que no sirven ni de desarrollo de los personajes ni desarrollo de la historia, sino más bien complacencia.

Challengers

Lo mismo sucede con la dirección de Luca, y esta sí es más alarmante, porque en vez de desarrollar mucho más al trío protagonista, y apostado por un por un protagonista claro, desdibujando por el camino al resto, el director se niega a esto y no deja en ningún momento que eso suceda, haciendo que Zendaya sea protagonista pero no porque el guión quiera o la historia lo solicite.  Lo más curioso de todo es que su mayor arma para conseguirlo no es su ágil y efectivo trabajo de puesta en escena como en películas anteriores, sino son los mismos personajes que se imponen a esto, y aquí llega lo que mencioné más arriba, en donde el trío protagonista saca constantemente del filme porque a veces es difícil creer que estos personajes que parecen niños, tengan todo lo que tienen y se muevan como se mueven.  Que los tres protagonistas interpreten versiones de sus personajes con hasta 13 años de diferencia puede ser estirar un poco en exceso la credibilidad de lo que propone, porque la única diferencia de esos años es un corte de pelo o un cambio de ropa, algo que resulta hasta de vergüenza ajena.

Al final “Challengers” es un filme entretenido que brinda unas buenas actuaciones y que de ser mejor trabajada a nivel de desarrollo y dirección, hubiésemos estado ante una película que tal vez hubiese sido más grande.

Veredicto

En resumen: grandes interpretaciones y momentos musicales techno durante los partidos que no son suficientes para hacer una gran película ya que el guion es simplón y las escenas de tenis son un despropósito más allá de la escena final.

5 / 10

Fede Alvarez lo vuelve a hacer.  Toma una franquicia de culto del terror, y la actualiza a punto que funciona igual (o mejor) que la original.  Alien Romulus es el caso en cuestión.

Ya de por sí el propio padre de Alien, un Ridley Scott que parece desganado (el mismo de “House of Gucci”, “Napoleon” o “The Last Duel”) intentó sin éxito revivir la saga con dos precuelas que además de dejar más dudas que respuestas, no convence al público convencional dividiendo el fandom.  Alvarez toma todo lo que tuvo “Alien” (1979) y la mezclo con el videojuego Alien: Isolation, logrando una mezcla interesante entre el terror cósmico, slasher, suspenso y ciencia ficción, respetando todo el canon de la saga y haciendo una dicotomía entre el terror psicológico y la acción.

La historia de Alien Romulus, nos narra los intentos de unos jóvenes colonos de la estación Jackson, propiedad de Weyland Yutani.  En esto llegaran a una base espacial abandonada, lo que es una oportunidad perfecta para buscar dentro y ver si se encuentran con energía suficiente para poder emprender su viaje a un lugar mejor, sin saber que esta base espacial fue abandonada de forma abrupta.  El guión cumple a lo justo su propósito, y le ayuda el no rellenar con personajes innecesarios, algo que al inicio hace un poco de ruido pero mientras avanza la trama te das cuenta que fue una decisión inteligente.  Salvo por dos o tres momentos que el guion forza para seguir estirando la trama, todo lo referente a la historia está bastante bien, a pesar de que también se niega a desarrollar a sus personajes.

A pesar de la juventud del reparto, las actuaciones y la química entre ellos son sólidas y vibrantes, destacando especialmente el dúo formado por la protagonista Cailee (Rain Carradine) y Andy (David Johnson). Esto contrasta con «Alien: Covenant» y «Prometheus», donde el reparto secundario carecía de impacto, relevancia e interés alguno para el espectador: no nos importaba si morían o sobrevivían, eran meros secundarios sin identidad.

La dirección de producción es notable, con un estilo visual acorde con el de Scott y Giger en la sección del laboratorio Romulus, y con Cameron en la sección de la colonia y el tramo final de la película. El uso de efectos prácticos con animatronics y marionetas, aunque el CGI sigue presente, añade una mayor plasticidad y realismo.

Alien Romulus

La trama principal sigue el esquema clásico de la saga: intrusos en un lugar prohibido enfrentándose a una amenaza desconocida. Sin embargo, Álvarez se atreve a explorar con más profundidad el ciclo reproductivo de los aliens, la ingeniería inversa, el ácido más presente que nunca, la I.A., y por supuesto: facehuggers, los verdaderos protagonistas de toda la cinta, una verdadera marabunta aún más desagradable que en otras entregas.

En definitiva, «Alien: Romulus» es una secuela digna que rinde tributo a las dos películas originales y trata de revitalizar una saga que estaba prácticamente en muerte cerebral tras los desastres de «Prometheus» y «Covenant». La dirección artística y el uso de efectos prácticos destacan, aunque la película está limitada por tajos incomprensibles en el guión y la influencia del productor Ridley Scott, quien parece estar empeñado en mantener un esquema narrativo ya sobreexplotado.

De hecho, cuando Romulus se vuelve verdaderamente interesante es cuando huye de las cintas originales y marca su propio camino narrativo ahondando en esos elementos que los fanáticos llevan décadas pidiendo y, sin embargo, cuando se vuelve reiterativa o hace copy/paste de escenas calcadas a las películas de Cameron y Scott, es cuando Romulus se ve, de alguna manera, menor, como una versión más compacta de las obras originales.

Veredicto

«Alien Romulus» es una secuela digna, hecha artesanalmente por un fan declarado de la saga, honesta, polémica e inteligente en ciertos aspectos y muy interesante en su exploración de elementos previamente vistos en la franquicia.

7 / 10

The Substance” no es un drama como han dicho algunos, sino un body horror completamente.

Este género en particular se caracteriza por mostrar grotescas transformaciones en el cuerpo humano, como motor para el terror.  “Malignant” tiene algo de este género, al igual que tiene del fiallo y otros, pero aquí no hablaré del filme de James Wan sino del filme de la directora francesa Coralie Fargeat, la cual en el 2017 sacó su primer largometraje “Revenge” y ahora está acaparando todas las miradas y charts con “The Substance”.

The Substance

Elisabeth Sparkle es una famosa actriz que ha llegado a sus cincuenta años y está llevando un programa de aeróbicos, sin embargo ha sido despedida del mismo ya que los productores quieren una persona mucho más joven para llevar el programa.  Después de varios situaciones que llevan a Elisabeth a encontrar un líquido llamado “La Sustancia” que le permite sacar una versión más joven de ella, hará que se emplee una lucha interna entre las dos personalidades: Elisabeth, la actriz de 50 años y Sue, la nueva y más joven versión de su cuerpo.

Basta de sinopsis y de datos que hablan de la trama, vayamos a lo importante: ‘The Substance’ es una experiencia inmersiva (es increíble la cantidad de estímulos con los que uno es bombardeado durante todo el filme) y la película más extrema en lo que va del año, porque no tiene ningún tipo de temor en tirar toda la carne al asador (en todos los sentidos), consciente de que juega con lo grotesco, con la caracterización muy de caricatura (el papel de Dennis Quaid es brillante y repugnante a la vez) y con la sátira acerca de la cultura en que vivimos, esa que ejerce presión sobre el físico de las personas y empieza a excluir a todo ser que se va poniendo «viejo».

Coralie Fargeat filmó una secuencia mejor que la otra, con planos de todo tipo según amerite cada momento y con una simetría exquisita made in Kubrick (de hecho hay claras referencias a Stanley que se detectan de inmediato).

Y ojo, olvídense de decir que esto sí es cine, que esto no es cine, que el género de terror esto o aquello.  Es un punto que me gusta aclarar siempre y tomaré esta película para hacerlo.  Este filme es tanto cine como lo es cualquier de Marvel, la diferencia está en cómo se plasma este cine.  Es como la pintura de un niño y la de Van Gogh.  Las dos son pinturas pero una es artística, acabada, detallada, y la otra es simplemente una pintura.

Este filme está lleno pero LLENO de mensajes dentro de mensajes.  Escenas con significados profundos y otras más simples de entender.  Eso es lo que la hace más artística que las demás y en mi opinión, lo que hace que a muchos les guste.  No es simplemente un filme donde muestran una crítica elaborada sobre muchos temas que no escribiré para que cada uno saque sus conclusiones, sino que es un filme que, como escribí al inicio, es una experiencia inmersiva.

Demi Moore no se le abre el pecho en esta actuación y demuestra una vez más lo gran actriz que es ella desde el minuto uno de la película.  Margaret Qualley también destaca con creces siendo ésta quien lleve la segunda parte del filme en sus hombros sin despeinarse.

A nivel técnico la fotografía de Benjamin Kracun quien estuvo en “Promising Young Woman”, es parte de toda la experiencia con una cinematografía digna de premiaciones donde todo tiene significado, incluso los colores.  Casi todas las decisiones que toma su creadora, Coralie Fargeat, con su director de fotografía Benjamín Kracun me resultan acertadas. Desde el plano de apertura con ese huevo que se desdobla, pasando por el timelapse de la estrella de la fama, hasta su parte final, dos horas y media después.

Todo el diseño de producción me gusta, excepto el maquillaje en algún momento, mientras que la música, con tonos de electrónica a cargo de Raffertie, es adecuada para el filme y extrañamente le da un toque tan bizarro como interesante.

Coralie Fargeat construye en “The Substance” una obra llamada a ser de culto. La magnífica planificación de la cinta y la perfecta comunión entre lo estético y lo gore hacen de este monstruo made in Hollywood un verdadero disfrute.

Veredicto

Más allá de las emociones fuertes, se trata de un film profundo e inteligente. Su puesta en escena acompaña muy bien a sus ideas. Aquí hay mucho más que body horror.

8 / 10

Cine, cine y cine.  Cuando se anunció “Conclave” del director Edward Berger, aquel director de “All Quiet on the Western Front”, la mejor película del 2022, pensé que esta podría ser fácilmente la joya de este año y mis sospechas estaban en lo cierto.

Conclave

Muchos personajes componen la película pero, es cierto que todo el papel recae en Ralph Phiennes, un cardenal que funciona como el detective que se mete en medio de la lucha de poderes de la iglesia. Una gran actuación que puede valerle para una nominación a futuro. Los otros actores internacionales tienen sus momentos también pero al tener menos minutos en pantalla tienen una menor relevancia en la película. Los que más destacan son Stanley Tucci y John Lithgow. En general buenos actores pero, por decir algo malo sobre las actuaciones, John Lithgow se hace un poco tosco y mientras avanza el filme se siente hasta un poquito caricaturesco pero no es algo que te dañara la experiencia ni al personaje en lo absoluto.

El vestuario y los escenarios están muy bien aunque abusen algo de los pasillos de la casa de las monjas. Es cierto que no debiera haber mucha variedad por el contexto de la película pero, llegado un momento me ha parecido algo pobre y repetitiva la ambientación. Por el contrario, todos los demás escenarios están muy bien detallados. Aunque no hayan rodado en la mismísima Capilla Sixtina, lo parece. Tengo entendido que han vuelto a rodar en uno de los estudios más importantes para la historia del cine, los estudios Cinecittà.

“Conclave” arranca con el fallecimiento de un Papa, y se introduce un elemento de suspense antes de que se celebre el Cónclave, y es que el pontífice a lo mejor no se había suicidado.

El Cardenal Lawrence es el encargado de llevar adelante ese proceso que da título a la película, y este thriller mantiene el interés hasta la parte final, pese a que la trama se desarrolla en un espacio reducido del interior del Palacio del Vaticano.

Por último, hablando de la banda sonora, ya fue un descubrimiento, para mí al menos, en su película anterior el compositor y en esta sigue sorprendiendo. Nos acompaña toda la película con una banda sonora sin mucha variedad de temas pero, siempre aligerando la película en cada escena y haciéndola más emocionante.  Por lo que Volker Bertelmann vuelve a dar en el clavo.  La cinematografía del frances Stéphane Fontaine es impresionante e hipnótica.

En cuanto a la adaptación, desconozco el libro original, pero el ritmo es el adecuado y la adaptación es acorde a lo esperado de una película de este género. En cuanto a los guiones que podemos ver, son atrevidos y puede que algo arriesgados para cierto público. Pero al fin y al cabo sirven al guión original de la película.  Giros de guión que tienen sentido y hubiésemos preferido ver en “Trap”, pero cada quien con lo suyo.

“Conclave” es una excelente película que no puede pasar desapercibida.

Veredicto

Un inteligente y entretenidísimo juego de poder, ambiciones y peligros. La película vuela, sin perder su conciencia de thriller y un oscuro sentido del humor. Ralph Fiennes está realmente magnífico.

8 / 10