En el año 2008 se estrenó una serie sobre un profesor de química que padecía de cáncer, y que por falta de dinero para pagarse el tratamiento de quimio (y porque la familia estaba utilizando el único ahorro que tenían) decide “cocinar” anfetaminas y con la ayuda de un antiguo alumno, venderlas por todo el estado de Nuevo México.  ¿Quién diría que esa serie se convertiría en una de las mejores series de la historia de la televisión, lograría un spin off, y ahora una película?

Lo que Vince Gilligan (el creador) había logrado no solo era buen entretenimiento puro, sino que también era cine del bueno.  Planos, diálogos, actuaciones, música, edición.  Pero además de todo eso, la serie se reinventaba cada temporada.  Personajes memorables se movían a su antojo en un guion tan bien hecho que era difícil no tomarles cariño a los personajes y sufrir ciertas situaciones, por más corto tiempo que salgan en pantalla.

El universo de Gilligan se extendía con una serie precuela que explicaría todos los pormenores de un personaje secundario de Breaking Bad, para poder llegar a donde estaba (Saul Goodman).  En la serie (Better Call Saul) Gilligan manejaba con maestría y buen pulso personajes viejos y nuevos expandiendo su universo, pero eso solo es una precuela de antes de Breaking Bad.  ¿Y después? Nadie se preguntaba que paso después al ver el final tan redondo que nos dejó el creador de la serie principal, y aunque no era necesario, él ha querido hacer una película explicando que paso con un personaje en particular: Jesse Pikman.

¿Vale la pena lo que Vince Gilligan quiere contarnos? ¿Afecta el universo de Breaking Bad?

Sin duda era arriesgado hacer eso después de que la serie terminara tan redonda y bien hecha.

Vince Gilligan ha demostrado que su suerte no fue al azar cuando comenzó con ´Better Call Saul´ y aquí vuelve a demostrarlo.  El camino y cierre del arco del personaje de Aaron Paul; Jesse Pinkman es soberbio y bien satisfactorio.  Se nota que Gilligan le tenía un cariño especial al personaje.  Paul es quien mas destaca en concepto de actuación, porque que todo sea dicho, esta es su película y aquí no hay forma de que nadie mas destaque.  Las actuaciones de todo el conjunto de actores que se pasean por pantalla son aceptadas (incluyendo las sorpresas).

El guion que brinda Vince Gilligan para esta historia es aceptable.  Sin destacar mucho en sorpresas o giros inesperados como sucedía en ´Breaking Bad´ y aun sucede (a veces) en ´Better Call Saul´, el guionista hace énfasis en el estrés post traumático que tiene Pinkman por todo lo sucedido (principalmente el secuestro por parte de los neonazis).

Visualmente también esta correcta como siempre ha sido.  Los planos del desierto, tomas espectaculares, la fotografía calurosa y agobiante, marca de la casa.

La verdad es que, es innecesaria, pero totalmente satisfactoria.