En el año 1997, el guionista Darren Lemke, basado en un concepto de su propiedad, creo ´Gemini Man´.  El productor Don Murphy y el director Tony Scott (‘Man on Fire’, ‘Enemy of the State’) serían los encargados de llevar el proyecto adelante, el cual fue vendido a Disney quienes habían preparado todo un set para efectos especiales, sin embargo, los efectos que se requerían para la película no existían en ese entonces.  Sin necesidad de alargar la historia, este proyecto ha pasado desde el 1997 hasta la fecha, por distintas manos.  En el guion más de cuatro personas, en la dirección casi siete y en la actuación más de ocho (Harrison Ford, Mel Gibson, Brad Pitt y hasta Sylvester Stallone se han mencionado) y al igual que el ‘Joker’ de Todd Phillips, el proceso es tan interesante que amerita su propio post, pero esta no será la ocasión.

Hoy en día Paramount tomo los derechos y el guion para realizar la película.  Los productores al ver ‘The Life of Pi’ llamaron al director Ang Lee ofreciéndole la oportunidad, ya que el director había alcanzado nuevos límites en la tecnología con la ya mencionada ‘Life of Pi’ y luego en ‘Billy Lynn’ (tan subestimada) que se rodó en 4K y 60 frames (lo que aun el Xbox One y el PS4 siguen luchando por mantener), algo que no es fácil cuando lo normal en una película es entre 24 fps hasta 48 fps.  Por eso SE NOTA demasiado.

Pero dejando esas cosas técnicas a un lado, nos enfocaremos en por qué la película dirigida por Ang Lee, argumentalmente es decepcionante, PERO a pesar de todo, recomendamos verla en cines.

Recordando que el primer guion de esta película fue hecho en 1997, y que durante todo este tiempo (22 años) las modificaciones del guion no cambiaron la historia establecida, pues esta demás decir que estamos ante una película que tiene esa esencia de la era de los 90´s con las películas de acción.  Largas dosis de adrenalina con el único propósito de entretener.

A partir de aquí, el guion tiene ciertas carencias que ya, en pocas palabras, son desfasadas.  La historia es simple y en momentos, su desarrollo es algo torpe.  Principalmente en ciertos momentos en donde los diálogos de los personajes sobre explican las situaciones, dándole un aspecto poco natural además de ser acartonados.

La historia sobre como la conciencia nos afecta a futuro nuestros actos del pasado, la jubilación como un nuevo comienzo y el tema de los clones y los dobles es muy interesante y aunque no estén desarrollados de la mejor forma.  La dualidad de la historia se explota en escenas con espejos, reflejos, y otros, que logran de forma impresionante por un Ang Lee visionario conseguir lecturas ingeniosas, principalmente en esas escenas de acción destacando la persecución en Cartagena o el enfrentamiento en las catacumbas de Budapest.

Pero vuelve a interrumpirnos ese guion tan falta y con falta de estructura, que nos lleva a otras escenas tan ridículas como la del avión, o desarrolla personajes de forma tan vaga.  Como el personaje de Clive Owen, que ni siquiera tienen un desarrollo y es planísimo.

Sus esfuerzos por llenar en lo técnico consiguen apañar toda una historia que podía explotarse y que solo consigue encontrar insustanciales todas las escenas de diálogos que terminan siendo un poco vacías, llevándonos a un final que desborona parte de la película.

Las actuaciones son buenas, con lo poco que tienen los actores.  Will Smith, Mary Elizabeth Winstead y Benedict Wong cumplen lo suficiente.  La música de Lorna Balfe esta muy bien, logrando una que otra tonada bastante curiosa que nos recuerda a uno de sus anteriores trabajos (´Misión Imposible: Fallout´ exclusivamente).  La fotografía de Dion Beebe cumple con creces.  Así que en lo técnico la película sobresale por mucho, pero lamentablemente en cuestiones de argumento falla.