Fede Alvarez lo vuelve a hacer.  Toma una franquicia de culto del terror, y la actualiza a punto que funciona igual (o mejor) que la original.  Alien Romulus es el caso en cuestión.

Ya de por sí el propio padre de Alien, un Ridley Scott que parece desganado (el mismo de “House of Gucci”, “Napoleon” o “The Last Duel”) intentó sin éxito revivir la saga con dos precuelas que además de dejar más dudas que respuestas, no convence al público convencional dividiendo el fandom.  Alvarez toma todo lo que tuvo “Alien” (1979) y la mezclo con el videojuego Alien: Isolation, logrando una mezcla interesante entre el terror cósmico, slasher, suspenso y ciencia ficción, respetando todo el canon de la saga y haciendo una dicotomía entre el terror psicológico y la acción.

La historia de Alien Romulus, nos narra los intentos de unos jóvenes colonos de la estación Jackson, propiedad de Weyland Yutani.  En esto llegaran a una base espacial abandonada, lo que es una oportunidad perfecta para buscar dentro y ver si se encuentran con energía suficiente para poder emprender su viaje a un lugar mejor, sin saber que esta base espacial fue abandonada de forma abrupta.  El guión cumple a lo justo su propósito, y le ayuda el no rellenar con personajes innecesarios, algo que al inicio hace un poco de ruido pero mientras avanza la trama te das cuenta que fue una decisión inteligente.  Salvo por dos o tres momentos que el guion forza para seguir estirando la trama, todo lo referente a la historia está bastante bien, a pesar de que también se niega a desarrollar a sus personajes.

A pesar de la juventud del reparto, las actuaciones y la química entre ellos son sólidas y vibrantes, destacando especialmente el dúo formado por la protagonista Cailee (Rain Carradine) y Andy (David Johnson). Esto contrasta con «Alien: Covenant» y «Prometheus», donde el reparto secundario carecía de impacto, relevancia e interés alguno para el espectador: no nos importaba si morían o sobrevivían, eran meros secundarios sin identidad.

La dirección de producción es notable, con un estilo visual acorde con el de Scott y Giger en la sección del laboratorio Romulus, y con Cameron en la sección de la colonia y el tramo final de la película. El uso de efectos prácticos con animatronics y marionetas, aunque el CGI sigue presente, añade una mayor plasticidad y realismo.

Alien Romulus

La trama principal sigue el esquema clásico de la saga: intrusos en un lugar prohibido enfrentándose a una amenaza desconocida. Sin embargo, Álvarez se atreve a explorar con más profundidad el ciclo reproductivo de los aliens, la ingeniería inversa, el ácido más presente que nunca, la I.A., y por supuesto: facehuggers, los verdaderos protagonistas de toda la cinta, una verdadera marabunta aún más desagradable que en otras entregas.

En definitiva, «Alien: Romulus» es una secuela digna que rinde tributo a las dos películas originales y trata de revitalizar una saga que estaba prácticamente en muerte cerebral tras los desastres de «Prometheus» y «Covenant». La dirección artística y el uso de efectos prácticos destacan, aunque la película está limitada por tajos incomprensibles en el guión y la influencia del productor Ridley Scott, quien parece estar empeñado en mantener un esquema narrativo ya sobreexplotado.

De hecho, cuando Romulus se vuelve verdaderamente interesante es cuando huye de las cintas originales y marca su propio camino narrativo ahondando en esos elementos que los fanáticos llevan décadas pidiendo y, sin embargo, cuando se vuelve reiterativa o hace copy/paste de escenas calcadas a las películas de Cameron y Scott, es cuando Romulus se ve, de alguna manera, menor, como una versión más compacta de las obras originales.

Veredicto

«Alien Romulus» es una secuela digna, hecha artesanalmente por un fan declarado de la saga, honesta, polémica e inteligente en ciertos aspectos y muy interesante en su exploración de elementos previamente vistos en la franquicia.

7 / 10

The Substance” no es un drama como han dicho algunos, sino un body horror completamente.

Este género en particular se caracteriza por mostrar grotescas transformaciones en el cuerpo humano, como motor para el terror.  “Malignant” tiene algo de este género, al igual que tiene del fiallo y otros, pero aquí no hablaré del filme de James Wan sino del filme de la directora francesa Coralie Fargeat, la cual en el 2017 sacó su primer largometraje “Revenge” y ahora está acaparando todas las miradas y charts con “The Substance”.

The Substance

Elisabeth Sparkle es una famosa actriz que ha llegado a sus cincuenta años y está llevando un programa de aeróbicos, sin embargo ha sido despedida del mismo ya que los productores quieren una persona mucho más joven para llevar el programa.  Después de varios situaciones que llevan a Elisabeth a encontrar un líquido llamado “La Sustancia” que le permite sacar una versión más joven de ella, hará que se emplee una lucha interna entre las dos personalidades: Elisabeth, la actriz de 50 años y Sue, la nueva y más joven versión de su cuerpo.

Basta de sinopsis y de datos que hablan de la trama, vayamos a lo importante: ‘The Substance’ es una experiencia inmersiva (es increíble la cantidad de estímulos con los que uno es bombardeado durante todo el filme) y la película más extrema en lo que va del año, porque no tiene ningún tipo de temor en tirar toda la carne al asador (en todos los sentidos), consciente de que juega con lo grotesco, con la caracterización muy de caricatura (el papel de Dennis Quaid es brillante y repugnante a la vez) y con la sátira acerca de la cultura en que vivimos, esa que ejerce presión sobre el físico de las personas y empieza a excluir a todo ser que se va poniendo «viejo».

Coralie Fargeat filmó una secuencia mejor que la otra, con planos de todo tipo según amerite cada momento y con una simetría exquisita made in Kubrick (de hecho hay claras referencias a Stanley que se detectan de inmediato).

Y ojo, olvídense de decir que esto sí es cine, que esto no es cine, que el género de terror esto o aquello.  Es un punto que me gusta aclarar siempre y tomaré esta película para hacerlo.  Este filme es tanto cine como lo es cualquier de Marvel, la diferencia está en cómo se plasma este cine.  Es como la pintura de un niño y la de Van Gogh.  Las dos son pinturas pero una es artística, acabada, detallada, y la otra es simplemente una pintura.

Este filme está lleno pero LLENO de mensajes dentro de mensajes.  Escenas con significados profundos y otras más simples de entender.  Eso es lo que la hace más artística que las demás y en mi opinión, lo que hace que a muchos les guste.  No es simplemente un filme donde muestran una crítica elaborada sobre muchos temas que no escribiré para que cada uno saque sus conclusiones, sino que es un filme que, como escribí al inicio, es una experiencia inmersiva.

Demi Moore no se le abre el pecho en esta actuación y demuestra una vez más lo gran actriz que es ella desde el minuto uno de la película.  Margaret Qualley también destaca con creces siendo ésta quien lleve la segunda parte del filme en sus hombros sin despeinarse.

A nivel técnico la fotografía de Benjamin Kracun quien estuvo en “Promising Young Woman”, es parte de toda la experiencia con una cinematografía digna de premiaciones donde todo tiene significado, incluso los colores.  Casi todas las decisiones que toma su creadora, Coralie Fargeat, con su director de fotografía Benjamín Kracun me resultan acertadas. Desde el plano de apertura con ese huevo que se desdobla, pasando por el timelapse de la estrella de la fama, hasta su parte final, dos horas y media después.

Todo el diseño de producción me gusta, excepto el maquillaje en algún momento, mientras que la música, con tonos de electrónica a cargo de Raffertie, es adecuada para el filme y extrañamente le da un toque tan bizarro como interesante.

Coralie Fargeat construye en “The Substance” una obra llamada a ser de culto. La magnífica planificación de la cinta y la perfecta comunión entre lo estético y lo gore hacen de este monstruo made in Hollywood un verdadero disfrute.

Veredicto

Más allá de las emociones fuertes, se trata de un film profundo e inteligente. Su puesta en escena acompaña muy bien a sus ideas. Aquí hay mucho más que body horror.

8 / 10

Cine, cine y cine.  Cuando se anunció “Conclave” del director Edward Berger, aquel director de “All Quiet on the Western Front”, la mejor película del 2022, pensé que esta podría ser fácilmente la joya de este año y mis sospechas estaban en lo cierto.

Conclave

Muchos personajes componen la película pero, es cierto que todo el papel recae en Ralph Phiennes, un cardenal que funciona como el detective que se mete en medio de la lucha de poderes de la iglesia. Una gran actuación que puede valerle para una nominación a futuro. Los otros actores internacionales tienen sus momentos también pero al tener menos minutos en pantalla tienen una menor relevancia en la película. Los que más destacan son Stanley Tucci y John Lithgow. En general buenos actores pero, por decir algo malo sobre las actuaciones, John Lithgow se hace un poco tosco y mientras avanza el filme se siente hasta un poquito caricaturesco pero no es algo que te dañara la experiencia ni al personaje en lo absoluto.

El vestuario y los escenarios están muy bien aunque abusen algo de los pasillos de la casa de las monjas. Es cierto que no debiera haber mucha variedad por el contexto de la película pero, llegado un momento me ha parecido algo pobre y repetitiva la ambientación. Por el contrario, todos los demás escenarios están muy bien detallados. Aunque no hayan rodado en la mismísima Capilla Sixtina, lo parece. Tengo entendido que han vuelto a rodar en uno de los estudios más importantes para la historia del cine, los estudios Cinecittà.

“Conclave” arranca con el fallecimiento de un Papa, y se introduce un elemento de suspense antes de que se celebre el Cónclave, y es que el pontífice a lo mejor no se había suicidado.

El Cardenal Lawrence es el encargado de llevar adelante ese proceso que da título a la película, y este thriller mantiene el interés hasta la parte final, pese a que la trama se desarrolla en un espacio reducido del interior del Palacio del Vaticano.

Por último, hablando de la banda sonora, ya fue un descubrimiento, para mí al menos, en su película anterior el compositor y en esta sigue sorprendiendo. Nos acompaña toda la película con una banda sonora sin mucha variedad de temas pero, siempre aligerando la película en cada escena y haciéndola más emocionante.  Por lo que Volker Bertelmann vuelve a dar en el clavo.  La cinematografía del frances Stéphane Fontaine es impresionante e hipnótica.

En cuanto a la adaptación, desconozco el libro original, pero el ritmo es el adecuado y la adaptación es acorde a lo esperado de una película de este género. En cuanto a los guiones que podemos ver, son atrevidos y puede que algo arriesgados para cierto público. Pero al fin y al cabo sirven al guión original de la película.  Giros de guión que tienen sentido y hubiésemos preferido ver en “Trap”, pero cada quien con lo suyo.

“Conclave” es una excelente película que no puede pasar desapercibida.

Veredicto

Un inteligente y entretenidísimo juego de poder, ambiciones y peligros. La película vuela, sin perder su conciencia de thriller y un oscuro sentido del humor. Ralph Fiennes está realmente magnífico.

8 / 10

Yo no encuentro mucha gracia en criticar películas que se nota demasiado que son malas.  “Venom: The Last Dance” es peor que “Venom: Let There Be Carnage”, y eso es mucho qué decir.

Es una verdadera locura que esta trilogía tenga un guión mínimamente con sentido común, y que abogue por incluir escena tras escenas tras escenas con cosas que suceden porque sí.  Casi como si fuese un sketch de comedia con acción, donde juntaron todas las escenas y listo.  Diálogos infantiles, escenas que causan vergüenza ajena, personajes planos.  Es como si se hubiesen juntado varios guionistas (que fue lo que paso) y decir ideas a diestra y siniestra, incluirlas y listo.  Porque el guión escrito por Kelly Marcel y Tom Hardy, este último que sigo sin entender que buscaba escribir, han realizado una verdadera bazofia.

Primero que nada entender que Kelly Marcel escribió el guión de “50 Sombras de Grey” y “Saving Mr. Banks”, pero que también escribió la primera y segunda parte de esta trilogía de Venom, y que ahora apuesta a la dirección.  Tampoco es que uno esperaba gran cosa de “Venom: The Last Dance”, pero si tener un mínimo de sentido común.  Lo que colma el vaso es la intención de la directora de aportar una carga dramática al final del filme, algo que no es posible, ya que no se ha construido a lo largo de la película. Esto hace que, en vez de conmover, el final resulte pretencioso, en una cinta que se puede permitir ser de todo menos eso.

Pero es que ni siquiera las peleas y la violencia, que es lo que uno ha esperado de Venom durante estos años, se puede apreciar.  Estamos ante uno de los personajes de Marvel más temidos y sanguinarios que existen.  Una barbaridad es verlo hacer chistes a diestra y siniestras.

A nivel de actuación no se puede tampoco esperar mucho.  Super sencilla siendo Tom Hardy quien tenga más cámara que los demás.  Juno Temple está casi por compromiso mientras Chiwetel Ejiofor pasa para cobrar e irse.  Aparecen otros actores que ni vale la pena mencionar porque uno al salir de la sala hasta olvida que participaron en la película.

Venom: The Last Dance

Dan Deacon está en la música que parece haberla adquirido en internet comprando la licencia y ahorrando el esfuerzo mientras que Fabian Wagner en la fotografía ni se siente, y ojo, que hablamos del tipo que hizo la fotografía de “Juego de Tronos” o de “Batman vs Superman” con esos tonos oscuros bien predominantes.

Al final “Venom: The Last Dance” no responde nada, y tampoco parecía buscarlos (seguimos sin saber cómo llegó eso a la tierra) y es una película tan olvidable como las anteriores.  Para ser honestos, poco recuerdo de la primera parte y de la segunda, y no estoy dispuesto a volver a verla para escribir una reseña más elaborada de esta tercera que sigue siendo un entretenimiento soso y sin sentido, que puede entretener siempre y cuando tengamos el celular en mano y/o algunos amigos con quien reírse mientras está eso en pantalla.

Veredicto

El tono de comedia se lleva por delante el lado épico de la peripecia. Si el mismo Hardy no se toma en serio el asunto, ¿vamos a hacerlo nosotros?

1 / 10

Elizabeth Banks ha tenido unos últimos años bien movidos.  El año pasado dirigió “Cocaine Bear” y este año está de protagonista en “Skincare”.

Un thriller que sigue a Hope Goldman (Elizabeth Banks) quien tiene un negocio de estética que está teniendo una ligera crisis y está al punto de despegar nuevamente cuando descubre que frente a su negocio se instala otra estética de un chico llamado Angel Vergara, quien se convierte inmediatamente en su rival.  El primer largometraje de Austin Peters nos invita a introducirnos en el mundo del cuidado de la piel y un tóxico ambiente narcisista que se empapa de una grata cuota de humor negro, incluso cuando toma decisiones horribles.

Es un recorrido con altos y bajos, pero que nos entrega una inspirada Elizabeth Banks que brilla con luz propia y se carga en sus hombros, un thriller que en la astucia de su interpretación hace brillar los momentos más oscuros de la película.  Lamentablemente no hablo de los momentos oscuros dentro de la historia, sino fuera, en donde la película parece perderse en sí misma y solo es gracias a la gran interpretación de Banks, que uno sigue viendo el filme.  Además de Banks, también se suma Lewis Pullman, en una actuación bien interesante, junto a Nathan Fillion.  Sin embargo Michaela Rodriguez y Luis Gerardo Méndez están tan desperdiciados en unos personajes sin desarrollo ni tono.  Que están ahí solo para estar con unos diálogos y listo.

Eso sí, que “Skincare” en lo técnico es una delicia.  La música a manos de Fatima Al Qadiri, con unas tonalidades synthwave muy particulares y divertidas, que le dan una ambientación muy de los 80´s o 90´s, mientras que la fotografía Christopher Ripley también emulando esa fotografía muy de los 80´s.

Ahora bien, ¿qué sucede en cuanto al tono, la narrativa y el guión? ‘Skincare’ amagá en varios momentos con dar un golpe en la mesa que saque a la luz un costado ácido, excesivo y que sorprenda al espectador. Lamentablemente (al menos para mí), Peters elige mostrar el sendero menos osado y opta por plantar unas cuantas decisiones alborotadas/problemáticas de los personajes y que esto sea el motor de las secuencias que exhibe.

A eso no le ayuda el ritmo que por momentos está muy bien pero luego se hace lento con decisiones poco interesantes y absurdas.

“Skincare” es un filme bueno para ver un domingo si no hay nada que ver o qué hacer.  Donde Elizabeth Banks brilla con luz propia pero el director la deja perderse.

Veredicto

A pesar de las limitaciones del guion, no debería descartarse al completo, especialmente por la alentadora puesta en escena de su director, que demuestra manejar con elegancia la estética visual y complementar con una actuacion de Elizabeth Banks demoledora.

4 / 10

Blink Twice” es un rape and revenge, tal como ha sido “Promising Young Woman”, pero con una estructura mucho mejor planteada como filme feminista y con tonalidad parecida a “Glass Onion”.

La historia es simple: Frida y Jess son dos camareras invitadas por el magnate millonario Slater King, a su isla paradisiaca con otros millonarios a pasar unos días.  Lo que inicia como una aventura de ensueño, se convierte en todo una pesadilla.  Cada género tiene su punto, pero en los thrillers es imprescindible no perder al espectador y ser capaz de sorprenderle cada cierto tiempo. Es decir, tienes que tener mucha habilidad para esconder bien tus cartas y que encajen, perfectamente, en el recorrido de la película.  El filme es una de esas películas que no te van a dejar con la boca abierta, pero sí que es cierto que tiene la habilidad de conseguir que todos y cada uno de los giros que plantea encajen perfectamente con la propuesta.

La dirección de Kravitz es sin duda uno de los puntos fuertes de la película. La isla, con su belleza surrealista, se convierte en un personaje más de la historia. A través de una cinematografía cuidada, la película logra transmitir una sensación constante de inquietud, donde la opulencia esconde peligros que lentamente comienzan a revelarse.

Naomi Ackie brilla como Frida, una mujer común que se ve envuelta en situaciones extraordinarias. Su interpretación es honesta y conmovedora, guiando a la audiencia a través de su viaje de ingenuidad a sospecha, y finalmente, a una lucha desesperada por sobrevivir. Ackie logra capturar la vulnerabilidad y la fuerza de Frida, haciéndola un personaje relatable y profundamente humano.

Por su parte, Channing Tatum se sale de su zona de confort habitual, interpretando a un Slater King que mezcla carisma con una creciente amenaza. Su transición de magnate reformado a villano manipulador está bien lograda, y añade una tensión constante a la trama, aunque en ciertos momentos su personaje se siente algo superficial.

Luego otros grandes como Alia Shawkat, Adriana Arjona que se está abriendo buen camino en Hollywood, mientras que hay otros grandes como Christian Slater (Mr Robot) o la increíble Geena Davis.

“Blink Twice” en cuestión técnica tiene un gran punto en lo visual.  Kravitz juega con los contrastes entre la superficialidad del lujo y la creciente sensación de peligro, creando una atmósfera visualmente atractiva pero que a la vez resulta opresiva. Sin embargo, la narrativa no siempre logra mantenerse a la altura de este impresionante entorno, y algunos giros argumentales pueden resultar demasiado predecibles para los fans del género.

La fotografía a manos de Adam Newport es descarada, aunque la música de Chanda Dancy, se pierde totalmente buscando tonalidades características del terror.

El toque feminista de la directora es innegable y, aunque su mensaje sobre el abuso de poder y la vulnerabilidad resuena con fuerza, lo hace de una forma que desgrana un sentido del humor macabro e ingenioso a la vez, muy parecido a obras como “White Lotus”.

Al final “Blink Twice” no es perfecta, tiene momentos que pudieron manejarse en una mejor dirección y la intensidad emocional a veces pierde fuerza, pero es un thriller con un guión interesante y una dirección fenomenal por parte de Zoe Kravitz, siendo esta su primera película.

Veredicto

«Blink Twice» es un buen debut para Zoë Kravitz detrás de las cámaras. Su trama es interesante, pese a sus defectos.  Sin mucho esfuerzo puede colarse como una de las mejores peliculas del año.

6 / 10

Joker: Folie a Deux” tiene uno de los peores títulos que he visto en mi vida.

La secuela de a manos de Todd Phillips, de aquella “Joker” del 2019, en la que aseguraba no era política y resultó que lo era, y ahora nos confirma que es política, es sin duda una de las películas más esperadas por el público.  Porque para todos, la sorpresa que representó este filme en aquel momento, fue abrumador.  Ni siquiera Warner estaba preparada para ello y rápidamente actuaron empujando el filme a los premios y para una mayor sorpresa, fue recibida con los brazos abiertos.  Tenían un universo unificado cayendo a pedazos, y sus películas individuales estaban recibiendo alabanzas.

En aquel momento, y siempre lo he dicho, el Joker de Joaquin Phoenix NO ES EL JOKER.  Por más que le quieran poner el título, por más que quieran incluir personajes de ese universo, este no lo es.  El icónico villano es el mal encarnado que no necesita de traumas para ser villano.  Sin embargo, la jugada inteligente fue hacerlo conectar con el público.  Que sientan, con escenas bien cuadradas y con una fotografía y colores bien seleccionados, que todos podemos ser este personaje, o en su defecto, puede estar entre nosotros.

En esta secuela Todd, por más extraño que parezca, busca hacer algo que si te lo plantean antes de ver el filme, te parezca interesante e incluso hasta algo atrevido, pero cuando te sientas a verlo solo te queda ponerte las manos en la cabeza.  “Joker: Folie a Deux” no es una secuela directa, aunque lo parece, porque es una película que trata, de forma argumental, ir por otro rumbo.  Y es que el filme busca admitir y al mismo tiempo negar, que todo el movimiento que hubo fuera del filme poniendo al personaje como un icono de revolución y justificando sus acciones, es y será, malo y culpa de otros.  Y es ahí, cuando te das cuenta de que el filme busca acelerar y frenar al mismo tiempo y eso es la verdadera locura.

Joker: Folie a Deux

El guión tiene problemas.  Si el anterior buscaba dejar la duda de si el problema de todo era la víctima (Joker) o el mundo exterior (los personajes secundarios), aquí buscan decirnos si el culpable de los desórdenes es el personaje o el fandom.  Pero todo ello sin querer ir al extremo y cuidándose de que explote.  Por si fuera poco la mayoría de cosas que suceden es “porque sí” o porque a los guionistas (Todd Phillips y Scott Silver), logrando que el resultado sea tan irregular como sorprendente, porque no esperas que algo salga asi y cuando piensas en ello vuelves a preguntarte como se dio ese resultado.  Y es que hacer un guión de un drama psicológico, mezclado con juicios, mezclado con musical, mezclado con película romántica porque Lady Gaga no está de gratis, y encima que sea una declaración de intenciones y una carta para explicar que el personaje fue sacado de contexto, es, sin lugar a dudas, el riesgo más grande que he visto en los últimos 5 años, y eso, que he visto varios.  Porque al igual que la anterior que no tomaba un bando, aquí lo repite, y esta vez es la personalidad del personaje dividida en dos, en las cuales no profundiza en ninguna.

Y como vuelve otra vez a querer usar la misma táctica, no podía haber otra forma que buscando la fotografía crepuscular y ochentera que Lawrence Sher supo llevar y que el director aprovecha.  Lo mismo con Lady Gaga, quien hace de Harley Quinn, que dejará a muchos fans de los cómics molestos mientras que a los menos puristas puede que les guste.  La dirección de Todd es IDÉNTICA a la primera y la puesta en escena, como es usual, está bien cuidada, principalmente todos los sets musicales.

Para concluir, con Joker: Folie a Deux, lo más probable es que las personas, o la mayoría aun después de verla sigan sin entender el porque es un musical, descuide, que yo les respondere esa pregunta: los musicales suceden dentro de la cabeza de los personajes.  Zack Snyder lo hizo también con su “Sucker Punch”, y ahora lo repite Todd Phillips.  Si es algo que no sabias, pues ya lo sabes.

Veredicto

Pese a todo, Joker: Folie a Deux nos muestra los peligros de la fe a ciegas en los líderes vacíos de contenido, en que hemos cruzado la línea entre la ficción y la realidad, pero esta un poco atropellado en su forma de contarlo y es tan tramposa como la primera, pero no tan disimulado como aquella vez.

3 / 10

Para nadie es sorpresa que “The Batman” (2022) sea una de las mejores películas de superhéroes y películas del 2022.  Así que cuando se anunció “The Penguin”, admito que me sorprendió pero estuve entusiasmado.

Y es que, como mencione en mi reseña en el 2022, una de las particularidades que tiene el filme de Matt Reeves, es que la ciudad, Gotham, es un personaje más, algo que aquí, no sucede igual pero si aprovechan lo suficiente para interactuar en ella.

La serie se centra unos días después del final de “The Batman”, y termina entre unos días navideños, recordando que todo lo sucedido en el filme del Caballero Oscuro, es durante cuatro días, iniciando en Halloween y terminando tres días después.  Aquí, Oswald Cobblepot, alias “El Pingüino”, está tratando de recuperarse después de que media ciudad se inundara, al mismo tiempo los hijos de Carmine Falcon están tratando de “heredar” el negocio de la mafia que llevaba su padre, sin embargo la familia Falcon decide buscar por varios medios eliminar a Oswald y su operación.  Para entender todo esto, Matt Reeves solo funcionó de productor de la serie.  No hay guiones, no hay dirección, no hay más nada que lo conecte con ello.  Por lo que el guión corre a manos de Lauren LeFranc, quien también sirve de creadora de la serie.

Ha trabajado como productora en “Agents of Shield” y “Hemlock Grove”, dos series con una gran popularidad y cariño del público, logrando establecer un fandom.  Además estuvo detrás de algunos guiones de la serie “Chuck”, por lo que tampoco hablamos de alguien con poca experiencia.  Lo mismo sucede con las actuaciones, en donde tenemos al ya conocido Colin Farrell, y del que no me enfocaré en hablar porque sabemos su poder actoral y más con este maquillaje.  Lo mismo ocurre con Cristin Milioti, quien hace de Sofia Falcone y le sigue Rhenzy Feliz, quien es el chofer y ayudante de Oswald.  Luego tenemos actores recurrentes pero no principales de gran talla como es Michael Kelly, la gran Shoreh Aghdashloo o Michael Zegen, entre otros.

A pesar de todo esto, la serie, lamentablemente no es que sea perfecta, y ojo, que tiene a Craig Zobel en la producción y también en la dirección de unos cuantos capítulos, quien fue un gran referente en la excelente miniserie “Mare of Easttown”.  Y esto se debe a que parece que tanto LeFranc como Zobel, tienen miedo de empujar a los personajes y dejarlos libres, como vimos en las películas.  Si, “The Penguin” tiene violencia, y si, los personajes la ejercen, pero es medida y eso choca con lo que nos muestran en una escena capítulos atrás y luego en otra más adelante.  Por ejemplo, al inicio un personaje asesina a otro sin mediar muchas palabras, para luego ver a este mismo personaje titubear en momentos similares al del inicio.  Y entiendo que esto es una serie, y tal vez esté un poco más limitada, pero si tienes más de 5 horas para desarrollarme al mafioso más grande e icónico de Gotham, pues espero que al salir de ahí sea con una visión completa del personaje.

Zobel en varios momentos, acelera el ritmo y luego lo baja haciendo que esto sea, por momentos, un poco difícil de digerir.  Y por esa razón, y la falta de dejar a los personajes desarrollarse sin complicaciones, llegas al quinto capítulo preguntándote si vale la pena seguir viendo a donde va la historia del mafioso, que tal vez en la siguiente película apenas tenga un cameo.

“The Penguin” a nivel fotográfico se apoya en Darran Tiernan (Westworld) y Jonathan Freeman (3 Body Problem), de quienes tratan de emular de Greig Fraser en “The Batman” con una ciudad mugrienta, oscura y muy sobrecargada, inclusive en los momentos en que es de dia, y lo logran con mucha solvencia, principalmente ese atardecer, que a pesar de tener sus contras, está bien conseguido.  El maquillaje, que es característico, volvió a cargo de Mike Marino, porque no se apostó por poca cosa.

Ahora bien, “The Penguin” no es que sea mala serie.  Claro que no.  Pero no aportará gran cosa al universo de Batman que está construyendo Matt Reeves, y eso es una pena porque se siente como si se perdiera la oportunidad y es lo que más temo que suceda con Dune.  Al final del dia, no estamos ante la mejor serie del año (aunque le queda poco para acabar) pero si se pasara buen rato y más si eres fan.

Veredicto

“The Penguin” desaprovecha una oportunidad valiosa de expandir el universo y sus personajes, logrando que se sienta tan inconexa la película de la serie, y eso hace que pierda un poco de fuerza, pero aun asi Colin Farrell es capaz de levantar la serie durante ocho capítulos.

6 / 10

Longlegs” narra la historia de Lee Harker, una agente del FBI a la cual se le ha asignado un caso de un asesino en serie, el cual comete sus actos sin, aparentemente, entrar a las casas.

Cada cierto tiempo, y principalmente en los últimos años post pandemia, el cine de terror se ha visto plagado de filmes interesantes pero a los que se les alaba sin ninguna razón aparente.  Y es que el cine de terror postmoderno no se enfoca en mezclar lo místico aunque la historia no tenga forma de serlo, y lo que es peor, es ver a los personajes aceptar dicha mezcla sin siquiera dudar.

Para mi ha sido una experiencia de lo más extraña. Es una película extraña que aúna elementos muy marcados pero que en su combinación dejará perplejo a más de un espectador. No digo que no funcione, sino que son decisiones muy osadas, que puede que no sean para todos los gustos.  Y es que mezclar esos elementos fantásticos a un thriller que de entrada no parece tenerlos, y hacerlo de la forma en que lo hace, deja a más de uno perplejo.

Maika Monroe es la actriz que llega para interpretar a la agente del FBI, con una actuación que da la talla.  Es fría, perturbada, y en los momentos de intensidad sabe llevar al personaje a esos extremos.  Impecable la escena final en la casa.  Luego está la gran Alicia Witt, como la madre de la chica quien tampoco se queda atrás con una interpretación bestial.  Kiernan Shipka y Blair Underwood, son también partes del magistral elenco y que sobresalen en sus actuaciones, principalmente Shipka con un monólogo a media película que deja los pelos de punta a cualquiera.  Pero es increíble como el personaje que sale solo por 20 minutos es quien se roba toda la película y por la cual vale la pena verle, y es nada más y nada menos que el grandioso Nicolas Cage.  Este actor como Longless, el asesino en serie, es, sin duda alguna, una de las mejores actuaciones de este año.  La escena del interrogatorio es sublime y es una muestra de lo que es capaz este actor y me alegra que se reconozca su trabajo ya que ha estado estigmatizado por muchos como un mal actor, cosa que no es.

Longlegs es un thriller muy estilizado, tremendamente calculado. Una película casi puramente atmosférica, como si viéramos los eventos a través de los ojos de sus personajes bajo un efecto narcotizado. Todo sucede a ritmo lento, y el aire parece ser espeso como el aceite. Todo es lúgubre. Los personajes sólo susurran a lo bajo. Todo está teñido de oscuridad, y cada portal, habitación y pasillo entraña una presencia amenazante. Una característica de esta cinta es que detrás de los personajes, siempre que hacen algo, tienen una puerta abierta, o un pasillo, a un costado del cuadro. Nunca sabemos si aparecerá algo, por lo que siempre estamos a la espera. Me parece muchísimo más efectivo que los sustos repentinos con el volumen a todo dar.

La fotografía está a manos de Andres Arochi, que es impecable.  Es fría y amenazante.  De la música no hablaré porque apenas se siente.  Al menos en mi caso me pareció tan poco interesante y a veces fuera de lugar que si me preguntas ahora mismo que le caracteriza no sabré decirte porque ni lo recuerdo.  Una verdadera lástima cuando se pudo apostar por una banda sonora lúgubre que pueda hacer juego con la fotografía y la historia.

¿Lo malo? La puesta en escena y muchísimas decisiones del director, junto con el poco desarrollo de los personajes.

Los personajes, sin excepción, carecen de desarrollo, y el principal (que es la protagonista y agente del FBI), quien se supone sea el ancla del filme y a la que deba sujetarse el espectador, no ayuda al no tener algo estructurado.  Si, la actriz actúa impecable, pero lo poco que sabemos de ella es que es un poco rara y es agente del FBI, y que tiene una relación algo complicada con su madre.  Es difícil conectar con ella porque no hay con que.

Lo segundo es la puesta en escena, en lo cual, el director no hace partícipe en nada al espectador.  Por ejemplo, mientras en “True Detective: Night Country” o “The Batman” (por poner un ejemplo drástico), vamos construyendo junto al personaje el misterio y nos dan tiempo a nosotros mismos ir deduciendo y trabajando en ello, el director de “Longlegs” hace la investigación aparte sin mencionar detalles, como si fuéramos ajenos a ello.  De hecho, nos enteramos de cosas cuando el jefe del departamento del FBI viene y las dice y encima que ha pasado tiempo después de ello.

Es decir, ‘Longlegs’ se ahoga en su estética por intentar ser lo más efectiva posible y termina olvidándose del espectador. No entré en el juego, no me dejaron, y eso que razones parecía que había para ello, pero al no ser posible, no conecté.  Fue una experiencia interesante y visualmente hermosa, pero mas nada.  No olvidable por sus actuaciones, pero sí por su historia.

Veredicto

Cuando ya te acostumbraste a este ejercicio de estilo que propone la peli (un verdadero buffet audio visual) comienzan a notarse ciertos parches. Sobre todo cuando te deja de importar lo que estás viendo y prestas atención a qué te están contando, y cómo lo están haciendo.

6 / 10

Speak No Evil” es un remake de una versión que salió en el 2022 y fue una verdadera sorpresa.  La versión de Dinamarca no solo tiene actuaciones impecables, sino que es cruda en todo el sentido de la palabra.

Por eso cuando se anunció una versión made in Hollywood, muchos estuvimos a la espera para saber si habían mutilado el filme de Christian Tafdrup o habían conseguido salir airosos.

En cuestiones de actuaciones James McAvoy es sin duda quien carga con la película en sus hombros sin inmutarse.  Que actuación y no es para menos, porque el britanico que ha demostrado en muchas otras ocasiones su nivel actoral, aquí es la principal joya de todo.  Luego le siguen las actuaciones de Scoot McNairy (Blonde) y Mackenzie Davis, quienes saben plasmar todo el miedo y confusión que sus personajes deben mostrar y sentir.

El guión de “Speak No Evil” cuenta con el director James Watkins, quien también trabaja con Christian Tafdrup y Mads Tafdrup para tratar de ser lo más fiel posible, y que aunque a nivel de escritura lo consigue, y tal vez en algunos momentos le supera, es un poco cuesta arriba a nivel de dirección y puesta en escena, porque donde la versión de Dinamarca era desoladora y violenta, esta trata de arriesgarse un poco más y dar algo de luz donde había oscuridad.  Como si quisiera contener, haciendo que, por ejemplo, el final se sienta atropellado y un poco inconexo.

Lo mismo sucede con la fotografía, a cargo de Tim Maurice-Jones, donde los matices no toman riesgos algunos, y deja a un lado ese lado sucio y frío que tiene la anterior.  Lo mismo sucede con la música, que en esta versión es más testimonial, casi como si fuese una confesión, en donde la versión anterior buscaba ser desgarradora y hacernos sentir incómodos.

¿Entonces, “Speak No Evil” falla? Si y no.  Si no fuese por James McAvoy, el filme perdiera muchísimo pero es su actuación lo que hace que nos olvidemos (por momentos) de todos esos pequeños errores y que hace que nos enfrascamos en un mundo, que a pesar de haber visto, estamos dispuestos a volver a ver.

Veredicto

¿Por qué deberías verla en el cine? Es sencillo: si no conoces la historia y no has visto la original, esta es una buena oportunidad para pasar un «buen mal rato» en el cine, con una historia que se cocina a fuego lento y que va impregnándote de tensión hasta su abrupto final.

6 / 10