La nostalgia es algo grande y si no que se lo digan a Akiyoshi Hongo, creador de Digimon.  Y es que si uno vuelve a ver la clásica aventura de Tai y sus amigos hoy en día, no solo encontrará los miles errores que trae el anime sino que puede ser que haga gala de la falta de narrativa que tiene.  Y ojo, sabemos que el público orientado es el infantil, pero su competencia directa, Pokémon, no carecía de estas fallas argumentales.

Dicho esto, es difícil medir el remake de Digimon con una nueva capa.  Primero que nada, lo bueno.  Volver a ver a Tai, Izzy, Hikari y los demás “niños elegidos” es una sensación bastante agradable y la historia está muy bien adaptada para los tiempos modernos.  Donde antes el único que tenía acceso a interactuar entre el mundo digital, el mundo humano y la base de datos era Izzy con su computadora, ahora hasta Matt se ve afectado por algún conocimiento digital al incluir los celulares.

Por otro lado, la música a cargo de Toshihiko Sahashi es increíble.  En vez de irse por el camino infantil, con tonalidades variopintas como todo Shonnen, optan por irse a un camino más maduro incluyendo un soundtrack de percusiones, violines, guitarras y demás.

Donde carece el problema de la serie es en su historia, que por la necesidad que tienen de no hacer lo mismo, la historia se siente apresurada.  No tenemos ni 10 minutos del primer capítulo y ya Tai y Agumon estan en pie de lucha.  Apenas vamos por el capítulo 3 y ya tienen una evolución master.  El anime anterior en ese aspecto brillaba, porque le daba el tiempo necesario para cocinarse (vimos la primera evolución de Agumon casi a los 5 capítulos y la master la vimos en la segunda temporada dando una evolución errónea anteriormente, haciendo que brille el desarrollo de Tai en un arco narrativo bastante interesante).

Por otro lado está el desarrollo de los personajes.  Tai es el más guay y la serie no se molesta en mostrarnos eso, haciendo que sea el personaje que todo lo logre.  Pero al mismo tiempo hace lo mismo con Matt, segundo personaje muy querido y que le dan todas las herramientas para destacar sin molestia alguna (en su primera aparición es con el digimon evolucionado y encima del mismo, como si fuese algo normal).