El parásito es una simbiosis, el cual, en su proceso, amplía su capacidad de supervivencia utilizando otras especies para que cubran sus necesidades básicas y vitales.  En su proceso pueden suceder dos cosas: que el parásito infecte al huésped y este se enferme (o muera), o seguir alimentándose del huésped.

‘Parasite’ del increíble Bong Joon-ho, es una película con una constante metamorfosis, y que va mutando mientras avanza.  Comedia negra, drama, thriller psicológico, thriller social, y no dudamos que exista algo más que no hayamos podido visualizar.

UN REFLEJO DE LA LUCHA SOCIAL SEGÚN BONG JOON HO

El director coreano no es nuevo a la hora de hablar de las luchas sociales en sus historias. En ‘Snowpiercer’ con la metáfora del tren (los pobres atrás empujando para que los ricos, que estaban delante, puedan disfrutar de la comodidad), pero en esta película es más salvaje, más crudo y hasta más violento. Sus personajes (todos), se ven envueltos en la desesperación y en la ambición.  El guión está lleno de momentos sutiles que enfrentan a los personajes unos con otros constantemente.

El director siente empatía con la familia Kim, quienes sufren la falta de oportunidades y celebran con mucha alegría los pequeños éxitos.  Tienen las herramientas (preparaciones de todo tipo), pero no tienen las oportunidades. Joon Bong los humaniza, pero no los hace buenos. Algo de agradecer, y más cuando el director tampoco demoniza a la familia Park.  Los hace ingenuos y amables, pero son clasistas y egocéntricos. Viven en una burbuja en donde creen que ellos son el centro, mientras que la sirvienta y su esposo, son la clase media oportunista que viven cómodos, humillan al pobre (la escena de la grabación del video) y alaban al rico (cuando obligan a la sirvienta a servir las frutas).

Y eso una de las tantas lecturas que el guión tiene, las cuales se manejan magistralmente con la dirección del Joon.  Manejando la cámara de forma pausada y acelerando el ritmo mientras avanza el filme.  Girando la cámara en interiores que también tienen un significado (un impresionante trabajo que ha hecho el equipo de diseño de interiores. La casa de la familia Park llena de cosas, pero con una sola pared de fotos, mientras que la familia Kim tiene menos cosas, pero más fotos y títulos, y dentro de cada habitación, dejando las intenciones de cada personaje.

El cine coreano tanto de autor como comercial, parece gozar de un compromiso social y político, algo que los hace haber logrado tener un nicho aparte.

Su único defecto son sus últimos 10 minutos, que parecen haber acelerado sin tomar en cuenta parte de lo que ya se había construido. Dejando más preguntas que respuestas, a una historia que iba respondiendo lento pero seguro.  La falta de temas fuertes también es una pequeña espina que no necesariamente cuente como un punto grave, pero si malo, ya que solo en un momento (la escena de la lluvia) es que se puede sentir la desesperación y es gracias a la música. Tal vez con más protagonismo en ella, se hubiesen elevado las emociones.

Joon Ho mantiene al espectador atento, incrementa la tensión, y en momentos nos hace reírnos, de forma macabra, de las desgracias de los demás. Dejando un epílogo, que no busca ser redentor, pero si defiende que la unidad familiar es la base para sobrevivir, sea cual sea el estatus social.

Para concluir, las increíbles actuaciones de TODOS hacen que la película sea más interesante. Bong Joon ho, está destinado a convertirse en uno de los mejores directores y guionistas, y ‘Parasite’ es casi sin duda, de lo mejor que tiene el año.