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James Mangold ha demostrado tener pulso en la dirección que ha ido desarrollando a mejor. El director de ´Logan´, ´Walk the Line´ o ´Identity´ se enfoca esta vez en una batalla automovilística entre Ford y Ferrari.

Basado en hechos reales, Mangold nos presenta una película disfrazada superación personal con carreras, cuando en realidad es una crónica critica a la burocracia. El guion escrito por Jez y John Butterworth y Jason Keller, especialistas en guiones de películas de acción, por lo que esto nos intuye por donde irán los tiros.

El libreto nos mete de lleno en el factor humano de estos personajes, dando un equilibrio entre las carreras y los problemas que conllevaron a la creación del famoso Ford GT40, como los enfrentamientos y obstáculos que tuvieron que hacer frente Ken Miles (Christian Bale) y Carroll Shelby (Matt Damon). Porque los dos actores desprenden un carisma increíble, logrando momentos emocionales muy interesantes (ojo al final con Matt Damon en la escena de la carrera final). Pero una de las sorpresas de la película en cuestiones de actuación es John Bernthal, quien lastimosamente pasa a ser un secundario después de demostrar unos increíbles dotes de actuación.


En muchos momentos, la película de Mangold recuerda a ´Rush´ película de Ron Howard del 2013 con Chris Hemsworth y Daniel Bruhl, principalmente en la tensión narrativa de las carreras las cuales están bien logradas gracias al montaje de Andrew Buckland y Michael McCusker quienes también logran que la duración no se sienta tan pesada pese a sus 152 minutos de duración.

Mangold no es la primera vez que se enfoca en el lado personal y oscuro de algún(os) personaje(s). En ´Logan´ retrataba la caída de un (anti) héroe y su redención, pues aquí se enfoca en los conflictos de dos personajes (y más) para lograr un sueño y demostrar que pueden lograrlo.

Pero no queremos terminar esta crítica, sin antes hablar del fenomenal trabajo de fotografía de Phedon Papamichael, el responsable de la fotografía de ´Nebraska´. Papamichael exprime y les saca un provecho increíble a los amaneceres, los atardeceres y a los momentos donde se divide el ocaso con la noche. Algo bellamente logrado y bien trabajado.

Veredicto

´Ford vs Ferrari´ es una increíble película muy dinámica, tensa y sobre todo emocional. Con un apartado técnico brutal y unas actuaciones muy satisfactorias, a pesar de tener a un Christian Bale que en ligeros momentos parece sobreactuar y un John Bernthal totalmente desaprovechado. La película será una delicia para los fans del cine, pero mas que nada para los fans de los automóviles.

8 / 10

Cuando James Wan estrena ´El Conjuro´ pone en claro varios puntos. El primero es que el director malayo sabe dirigir (y de qué forma). Segundo sus películas son un espectáculo puro de diversión, pero al mismo tiempo no toma como tonto al espectador. Tercero, que entretenida película.

Los temores se disipan con los primeros minutos del metraje en donde nos cuentan algo totalmente distinto a lo que vamos a ver, solo para dar una introducción (ojo con esta escena) a los protagonistas. No lo vemos cazando demonios o fantasmas, no lo vemos haciendo un exorcismo. Los vemos dando una charla con un curso lleno de estudiantes. Es decir que estos tipos no son unos cualquiera que andan adivinando. Incluso Wan nos entrega una escena crucial, en donde la pareja es llamada por una supuesta casa maldita y resulta ser que era una corriente de aire que hacia que se escuchen ruidos.

El filme nos lleva a 1971. La familia Perron acaba de mudarse (esposa, esposo y cinco hijas) a una casa que esta poseída por un espíritu demoniaco. Suceden algunos incidentes hasta que la esposa decide ir y buscar a Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga). Wan toma sus personajes en serio y no busca, por ningún motivo que el espectador no lo vea así. Incluso la niña más pequeña es tomada tan enserio que elimina de un plumazo los tópicos de los personajes de terror. Todos piensan y actúan como lo haría alguien fuera de pantalla. ¿Qué hacen los Warren cuando le piden que vayan a la casa? Dudar. ¿Qué hace la familia cuando ve que las cosas están poniéndose feas? Plantearse mudarse. ¿Qué hacen los Warren al llegar a la casa? Observar e investigar.

Y esto sucede porque el director tiene un concepto claro de que es lo que quiere y que es lo que puede dar. No da vueltas en cosas innecesarias como presentar alguna muerte por ahí random o un susto que sobre. Incluso esta tan seguro que se encarga de entregar hasta unas reglas básicas de que sucede cuando estas en una situación como la familia Perron.

Wan se toma su tiempo para retratar a la familia sufridora y de paso para desarrollar a todos los personajes, haciendo una gala de una estructura narrativa sin salir de su suspenso y terror. Con los pocos minutos que tiene el director para poder desarrollar personajes, pues decide usarlos al máximo para que podamos sentir conexión emocional con ellos, y Vera Farmiga y Lily Taylor saben que sus personajes son importantes y se empeñan en dar el doble de lo exigido. Conectamos inmediatamente con ellas por X o por Y.

Aquí tenemos personajes que saben lo que hacen y hay un guion con estructura narrativa bien formada. Esto no es una película de sustos y ya, es una historia con sustos agregados. SUSTOS AGREGADOS, gente. Cada escena en el día es una invitación a abrazar a los protagonistas y luego vuelve la acción. Y todo esto que explicamos antes, lo que logra que entendamos el verdadero pánico que sufre la familia al mudarse a una casa nueva y que esta venga maldita.

Es por eso por lo que la llegada de los Warren es un alivio para la familia como para el espectador, agotado de tanta tensión.

Y si esto fuera poco, James Wan lleva el filme con una fotografía atmosférica, con difusas fuentes de luz y muchos juegos de sombras. En momentos parece como si de verdad las luces que están en pantalla son las que iluminan todo el escenario. Logrando que los sustos sean el doble de eficaces (solo hay que observar la escena del fantasma en el dormitorio de las dos hermanas).

A Wan solo le falta épica. Épica en el final con una escena que suba los niveles necesarios. Pero al final es lo que es, una excelente película de terror en donde su director ofrece unas clases de manejo del suspenso mezclados con una variedad de recursos sonoros y visuales que ya quisieran muchas otras películas del género. Entretenida, bien rodada, con ideas y criterios bien establecidos y dando un paso adelante en un genero tan complejo como es el terror/horror/suspenso.

Veredicto

´El Conjuro´ es solvente y bien lograda. Creada por un director que ama el género. Aunque la historia sea sencilla, su desarrollo es lo hermoso y lo interesante. Se pasa mal rato, eso sí, porque James Wan sabe lograr que pasemos mal rato y eso se agradece.

El proceso de Todd Phillips para poder llegar a realizar la película ´Joker´, es interesante y amerita tener su propio post, pero entendemos que aquí vinieron a ver si la película es realmente como la critica dice que es o estamos ante otro producto pretensioso e infumable.

Pues sí, la película es buena.  En realidad, muy buena pero que, a pesar de todas las cosas a su favor, falla en algo.

Antes de iniciar, aquí no vamos a usar el termino “adaptación” porque incluso con todos sus elementos que se incluyen en el metraje y son dignos de varias obras, no usaremos el termino para ser más amplio.  Esto es una idea preconcebida al antojo del guionista Scott Silver (´8 Mile´, ´The Fighter´) y el director Todd Phillips. ¿Listos?

Primero hay que agradecer que el director haya querido si o si tener a Joaquín Phoenix en la película y que hizo un esfuerzo de persuasión tan grande con el actor, que este término entrando al proyecto.  No decimos que Leonardo DiCaprio (si, estuvo al punto de entrar) no seria bueno, pero Phoenix encarna al personaje con salvajismo, violencia, conmoción, pero más que nada, humanidad.  Mientras Jack Nicholson presentaba un Joker divertido, sarcástico y vil, o Heath Ledger lo convertía en un terrorista, sádico y anarquista que solo quiere ver el mundo arder, Phoenix le da cierta benevolencia y patetismo a un individuo que solo quiere alcanzar el éxito y hacer reír a los demás buscando la aprobación del mundo.

La actuación es tan extrema que de verdad uno piensa que es un verdadero paciente con trastornos mentales.  Porque no olvidemos que este personaje tiene un mayor peso que todos los Jokers anteriores, ya que, al menos aquí, deja de ser un secundario para volverse un principal.  Pero Phoenix no es el único en destacar, porque Robert De Niro se roba la pantalla en lo que será una de las mejores escenas de la película. Frances Conroy logra cautivar con su personaje de la madre del Joker (Arthur Fleck, se llama aquí) y Zazie Beetz brilla con lo poco que tiene.  Tal vez el más desaprovechado es Marc Maron, como el productor en donde apenas sale.

La película está dirigida con un pulso fuerte.  Todd Phillips logra salir de la casilla del humor totalmente y dirige de forma impresionante cada detalle.  Su aspecto técnico es de primer nivel, y hasta en lo más mínimo hay detalles.  En momentos podemos decir que se siente un aire Scorsese, que no es para nada malo.  La iluminación y el diseño de producción esta tan cuidado, que mientras avanza la trama y Fleck se va convirtiendo en el Joker, todo se torna muy oscuro a nivel fotográfico.  ¿Y qué decir de la música? Hildur Guonadottir logra unas composiciones melancólicas y sombrías que caen perfecto en las escenas, y eso, que solo usa cellos y percusiones.

Entonces, ¿Qué se puede decir de una película en donde todo este cuidado al ojo por ojo? ¿Por qué a pesar de todo eso la película no es perfecta (aunque está cerca)?  Lamentablemente el guion, en sus odas, su narrativa y su espectacularidad quiere decir tanto con tan poco.

El guion quiere tratar demasiados temas, y es algo que no juega a su favor.  La pobreza, la soledad, la violencia, la sociedad, los trastornos mentales, y así muchos más que hacen que la película pase por una especie de transición que busca generar controversia.  ¿Criminalizamos al enfermo o victimizamos al asesino? ¿El psicópata tiene justificación o la victima tiene algo de culpa? La respuesta: las dos.  Porque cualquiera que sea tu ideología, la película te da razón suficiente para estar a favor o en contra.  Y tendríamos que entrar en spoiler para explicarlo con más detalle y se pueda entender, pero no caeremos en eso.

Y puedo entender (un poco) por qué la película hace eso.  Busca una forma de querer contentar a todos.  Porque el personaje es moldeado (inteligentemente, todo hay que decirlo) al pensamiento del espectador.  Si quieres que el Joker sea un mártir, lo será.  Si quieres que el Joker sea un anarquista, lo será.  Si quieres que el Joker sea una víctima, lo será.

Y nosotros no estamos de acuerdo en que una película deba llevar un mensaje moral o al menos, establecer uno.  El cine es un arte y como tal, debe llevar el mensaje que el creador entienda, pero Joker esta empujada a ser una crítica social y política.  Y es una lástima que su falta de abrazar una definición del personaje y su necesidad de decir mucho en tan poco sea tan cerca de la meta y le quite ser una obra redonda.  Joker pasará a la historia, su visionado será ejemplo y obligación, pero fallo en donde debió dar más duro.  En decir lo que piensa.

Veredicto

´Joker´ es un ejercicio psicológico de personajes.  Una película sobresaliente a nivel técnico e interpretativo.  Su narración es impresionante pero sus temas y la exposición de ellos, es vacía en su gran mayoría (no en todas).  Película de comics (¿se puede llamar así?) que pasara a película de culto por lograr dar un giro en un genero que se ha quedado estancado con el humor fácil y personajes heroicos de colores.

8 / 10

El parásito es una simbiosis, el cual, en su proceso, amplía su capacidad de supervivencia utilizando otras especies para que cubran sus necesidades básicas y vitales.  En su proceso pueden suceder dos cosas: que el parásito infecte al huésped y este se enferme (o muera), o seguir alimentándose del huésped.

‘Parasite’ del increíble Bong Joon-ho, es una película con una constante metamorfosis, y que va mutando mientras avanza.  Comedia negra, drama, thriller psicológico, thriller social, y no dudamos que exista algo más que no hayamos podido visualizar.

UN REFLEJO DE LA LUCHA SOCIAL SEGÚN BONG JOON HO

El director coreano no es nuevo a la hora de hablar de las luchas sociales en sus historias. En ‘Snowpiercer’ con la metáfora del tren (los pobres atrás empujando para que los ricos, que estaban delante, puedan disfrutar de la comodidad), pero en esta película es más salvaje, más crudo y hasta más violento. Sus personajes (todos), se ven envueltos en la desesperación y en la ambición.  El guión está lleno de momentos sutiles que enfrentan a los personajes unos con otros constantemente.

El director siente empatía con la familia Kim, quienes sufren la falta de oportunidades y celebran con mucha alegría los pequeños éxitos.  Tienen las herramientas (preparaciones de todo tipo), pero no tienen las oportunidades. Joon Bong los humaniza, pero no los hace buenos. Algo de agradecer, y más cuando el director tampoco demoniza a la familia Park.  Los hace ingenuos y amables, pero son clasistas y egocéntricos. Viven en una burbuja en donde creen que ellos son el centro, mientras que la sirvienta y su esposo, son la clase media oportunista que viven cómodos, humillan al pobre (la escena de la grabación del video) y alaban al rico (cuando obligan a la sirvienta a servir las frutas).

Y eso una de las tantas lecturas que el guión tiene, las cuales se manejan magistralmente con la dirección del Joon.  Manejando la cámara de forma pausada y acelerando el ritmo mientras avanza el filme.  Girando la cámara en interiores que también tienen un significado (un impresionante trabajo que ha hecho el equipo de diseño de interiores. La casa de la familia Park llena de cosas, pero con una sola pared de fotos, mientras que la familia Kim tiene menos cosas, pero más fotos y títulos, y dentro de cada habitación, dejando las intenciones de cada personaje.

El cine coreano tanto de autor como comercial, parece gozar de un compromiso social y político, algo que los hace haber logrado tener un nicho aparte.

Su único defecto son sus últimos 10 minutos, que parecen haber acelerado sin tomar en cuenta parte de lo que ya se había construido. Dejando más preguntas que respuestas, a una historia que iba respondiendo lento pero seguro.  La falta de temas fuertes también es una pequeña espina que no necesariamente cuente como un punto grave, pero si malo, ya que solo en un momento (la escena de la lluvia) es que se puede sentir la desesperación y es gracias a la música. Tal vez con más protagonismo en ella, se hubiesen elevado las emociones.

Joon Ho mantiene al espectador atento, incrementa la tensión, y en momentos nos hace reírnos, de forma macabra, de las desgracias de los demás. Dejando un epílogo, que no busca ser redentor, pero si defiende que la unidad familiar es la base para sobrevivir, sea cual sea el estatus social.

Para concluir, las increíbles actuaciones de TODOS hacen que la película sea más interesante. Bong Joon ho, está destinado a convertirse en uno de los mejores directores y guionistas, y ‘Parasite’ es casi sin duda, de lo mejor que tiene el año.

Veredicto

‘Parasite’ está destinada a convertirse en película de culto y ya es parte de las mejores películas del año.  Bong Joon Ho, ofrece un guion complejo, lleno de lecturas, sorpresas y giros, con una dirección magistral y con pulso.  Interpretaciones excelentes y una calidad visual envidiable.  Obligado su visionado.

9 / 10

Ya hemos terminado el verano, y con ello llega e último blockbuster veraniego, que a pesar de tener una premisa (algo) interesante se opaca con tantos elementos que sorprende que salga airosa.

Tiene todos los componentes necesarios para entretener y hacerlo en grande.  Un devastador huracán, caimanes descomunales, y personajes carismáticos.  Todo esto en un ambiente angustioso.  Y cuando ya está empezando a cansar, pues se acaba, porque su duración es tan corta que apenas da tiempo para bostezar.

Su desarrollo es vertiginoso y es de agradecer en este tipo de películas.  Una sensación de agobio que va creciendo con cada escena, logrando conquistar a quien trate de pasar un momento agradable en el cine, cosa que es lo que se busca con este tipo de películas.  Su música por igual es bastante entretenida.

Entonces, ¿Dónde está el problema si entretiene?

Tocando aparte el hecho de los malos efectos (que no necesariamente dañan la experiencia), las actuaciones y el melodrama hacen que la película pierda lo suficiente para ser olvidada dentro de poco tiempo.

Kaya Scodelario (‘The Maze Runner’) ni siquiera pestaña mientras esta bajo los fuertes vientos del huracán.  Ni siquiera se inmuta de dolor cuando recibe una mordida de algún caimán de turno.  Y para colmo se le entrega las dosis más pesadas de melodrama innecesario en donde los diálogos sin gracia hacen acto de presencia.  Por otro lado Barry Pepper (‘Enemy of the State’) cumple lo suficiente para encontrarlo agradable.  La mejor actuación se la lleva el perrito de la familia, que se roba ciertos planos.  Muy bonito el cachorro.

Realmente la película no tiene mucho que destacar.  Cumple lo prometido, que es entretener.

Veredicto

‘Crawl’ (‘Infierno Bajo Agua’) cumple su cometido de entretener.  Varios planos interesantes y muchas referencias (‘Apocalypse Now’, ‘Tiburon’, etc) a otras películas, pero que solo funcionan como guiños.  Alexandre Aja, el director, da lo que promete: entretenimiento.

5 / 10

En la vida hay que arriesgarse.  De eso no hay duda.  Y Netflix hasta ahora ha tratado de sobrevivir en base a eso.  Este 20 de Septiembre han estrenado la mini serie ‘Criminal’.  Situada en cuatro países (España, Francia, Alemania y Reino Unido), es una serie arriesgada que no teme absolutamente en nada y confía todo el peso de su calidad en un guion solido lleno de diálogos bien estructurados y actuaciones sólidas.

Para empezar, debemos decir que la serie está dividida en los cuatros países mencionados.  Cada país tiene sus personajes y sus investigaciones.  Son totalmente independientes una de la otra.  Es como la soda Coca-Cola.  Es una sola pero con distintas ramas.  Y cada país solo tiene 3 capítulos, es decir, 3 casos.

La serie trata sobre un equipo de investigación conformado por detectives, policías y demás ente de la ley, quienes interrogan a un sospechoso de un caso en particular.  Todo se desarrolla en la sala de interrogación y el pasillo paralelo a la sala.  Algo interesante es que la sala de interrogación es la misma en todos los países, algo interesante que nos hace enfocarnos más en los métodos y artimañas utilizadas por los agentes para lograr que el sospechoso confiese.  Esto es algo de lo más interesante porque influyen muchas cosas: las leyes del país y la cultura.

La serie cuenta con actores impresionantes como son David Tennant, Hayley Atwell, Katherine Kelly, Carmen Machi, Inma Cuesta o Eduardo Fernández.  Sus actuaciones son todos diferentes y su comodidad con ello es tan palpable que hace que nos enganchemos rápidamente con ellos y sus diálogos, gestos y hasta miradas.  Pero también la puesta en escena es esencial para lograr interés en la serie con sus personajes, con un interés fenomenal para levantar el lado interpretativo de cada actor.  Elimina el cambio de planos exagerados y opta por mantener la cámara fija dándoles a los actores la oportunidad de destacar y hasta improvisar.  No hay cortes bruscos ni efectos, pero si mucho poder interpretativo, muchos planos exageradamente bien logrados (ojo al del primer capítulo cuando los detectives ponen el teléfono móvil en la mesa) y la cereza de la serie: el guion.

El guion está lleno de diálogos y conversaciones largas.  Por ejemplo, mientras ‘Mindhunter’ intercambiaba las conversaciones con un escenario en total movimiento, ‘Criminal’ ni se acerca a eso.  Como mencionamos, solo se enfoca en el dialogo dentro de una sala de interrogatorio.  Algo que sabemos alejara a los que busquen algo más de acción y menos diálogos.

El guion sabe cómo mantener la tensión creciente y suficiente para sentir la presión de la ley ante el sospechoso y en momentos, como sentimos que el sospechoso va ganando (o ¿no?).

Pero naturalmente, como no todo es perfecto en la vida, su grandeza es también su debilidad.  El guion opta por mantenernos inmerso en diálogos interesantes que se olvida del desarrollo de personajes, y el mínimo intento que hace se siente forzado y pesado.  Por ejemplo con el caso de los capítulos en España, hay unas escenas en donde se trata de forzar un amor entre dos personajes (algo que vemos varias veces) pero además de ser poco creíble, se siente fuera de tono.  ¿Para qué sirve eso? ¿A dónde buscan llevarnos con eso? O peor aún, ¿importa?

Veredicto

En resumen, ‘Criminal’ es un experimento arriesgado que por suerte, entretiene lo suficiente para desear el anuncio de una segunda temporada.  Las actuaciones logran el suficiente impacto para mantenernos enganchados y su guion ayuda a que eso suceda, sin embargo y a pesar de que no será una serie que agradara al público que le gusta la acción, el guion no ofrece un desarrollo de personajes, lo cual hace que pierda mucho más valor, por el único y exclusivo hecho de que logra que sin mucho esfuerzo podamos predecir las cosas.  Recomendada totalmente.

7 / 10

Hollywood nos tiene mal acostumbrado con respecto al cine de espías.  En su mayoría están cargadas de una acción exagerada, utensilios modernos de alta gama y muchas, pero muchas explosiones.  Pero la verdad es otra, y la vida de un agente secreto muy pocas veces se ve envuelta en este tipo de artilugios efectistas.

Por eso con el estreno de ‘El Espía’ (‘The Spy’), la mini serie de Netflix y a manos de Gideon Raff (‘Rescate en el Mar Rojo’) es lo más cercano a lo que un verdadero espía hace.  Basada en el personaje israelí, Eli Cohen, quien en la década de los 60’s se infiltro en las altas esferas políticas del gobierno Sirio bajo la identidad de Kamel Amin Thaabet, logrando conseguir información clasificada que le sirvió a Israel no solo para ganar una victoria en la “Guerra de los Seis Días” (Junio de 1967) sino que también lograron prevenir muchos ataques que pudieron ser de gran gravedad para Israel tanto en la ciudad como en su frontera.

La serie abarca desde el reclutamiento del agente secreto Eli Cohen, interpretado por un Sasha Baron Cohen fenomenal y que esperamos verlo continuamente en proyectos similares, hasta su fatídico final en Siria.  Un acierto impresionante por parte del director y guionista, es eliminar toda subtrama que no haga impacto en la historia central del personaje Cohen, evitándonos malos ratos y aburrimiento innecesarios.  Lo decimos porque el primer episodio suele ser algo tropezado y fácilmente puede alejar a cualquier persona que espere ver algo de acción desenfrenada.  Naturalmente el guión se toma ciertas licencias para ser más digerible y entretenido, pero sin caer en vulgaridades.

Porque la historia busca ser lo más real posible y que las situaciones puedan parecer reales.  Eli Cohen es un tipo casado, con las problemáticas del día a día, y con una familia ya establecida.  Su propósito, es meramente el patriotismo e interés por ser reconocido.  Algo que notamos desde el inicio de la serie, con la escena de la fiesta, en donde es confundido por un simple camarero.  Eli Cohen quería ser mas, ser recordado y admirado, y esa soberbia se ve en los últimos momentos del capítulo final.  Aquí la actuación de Cohen es soberbia y admirable, más para ser un hombre que viene totalmente de la comedia.

En lo técnico es maravillosa, aunque es bien cierto que hacen falta ciertos planos exteriores de la época para poder aprovecharla mejor y sentir esa tensión que existía entre las personas.  La fotografía de Itai Ne’eman (‘Tyrant’) juega entre los colores sobrios y alegres de una forma extraña pero placentera.  Uno que otro tributo a ‘Casablanca’ en el episodio final, y emulación del cine noir de los 50’s.  La música totalmente desapercibida por el francés Guillaume Roussel, que podía dar momentos de más tensión pero se siente abandonada.

Veredicto

‘El Espía’ es un entretenimiento garantizado y de buena calidad.  El guion está bien estructurado y la actuación de Sasha Baron Cohen es lo suficientemente atractiva y con una evolución de personajes de alto nivel.  Sin embargo tiene sus errores técnicos que le restan un poco al visionado, empañando un poco la serie.

7 / 10

Para 1986 Luc Besson salto a la fama con ‘Kamikaze’, película que produjo y escribió.  Pero un año antes había dirigido ‘Subway’ (difícil de encontrar), por lo que el talento del director ya era probado, al menos en Francia.

Después de eso Besson se convirtió en un director de culto y cada una de sus películas se han convertido, al igual que el director, en “películas de culto”.  ‘El Gran Azul’ en el 1988 que es toda una experiencia audiovisual de gran calibre.  Seguido de ‘Nikita’, que vuelve a dar duro mundialmente y que hace un antes y después.  En el 1994 llega con una de sus obras maestras: ‘Leon: El Profesional’ y luego, lo que a mi parecer es una de las mejores películas de ciencia ficción; ‘El Quinto Elemento’.

Después de ahí estreno ‘Juana de Arco’ con una Milla Jovovich infumable y desde entonces ha dado aciertos y fallos (muchos fallos).  En el 2014 llega con ‘Lucy’ que tuvo buena aceptación en taquilla pero no deja de ser un trabajo más falso y pretencioso y en el 2017 ‘Valerian Y La Ciudad de los Mil Planetas’.  En el caso de la película que nos compete, ‘Anna’ pues es todo lo contrario.  Es simple, facilona y en momentos poco creíble.

La nueva musa del director, Sasha Luss (quien inicio en ‘Valerian…’) no encaja en el papel y lo peor, le queda demasiado grande.  No es que exija demasiada complejidad una especie de espía asesina, sino que no engaña a nadie que Luss es lo que pregona, algo que Charlize Theron supo plasmar en ‘Atomic Blonde’ o Angelina Jolie en ‘Salt’.

Pero no solo Luss va flaqueando, también gran parte del cast no funciona en ningún momento.  Punto aparte con las actuaciones de Luke Evans, Cilian Murphy y Helen Mirren, quienes brindan lo mejor que tienen con el despropósito que se le ha entregado.  A lo que nos referimos en estos momentos es a su selección en el cast.  Para poner un ejemplo más claro, Besson selecciono en ‘Nikita’ a Tchéky Karyo para el papel del frio agente que le pisa los talones a la protagonista y el cual siente alguna atracción sexual.  Un personaje frio y calculador, y que transmite eso.  En ‘Anna’ ha optado por un Luke Evans confundido y que no transmite frialdad.

Helen Mirren desaprovechada totalmente con un look que parece sacada a Edna Moda de ‘Los Increíbles’.  Una rusa que no habla ruso con los rusos y una agente en cubierto que no pasa de discreta.  Su personaje tiene peso en la trama pero nada de gracia.

La música del grandioso Eric Serra en momentos es grandiosa y en otros olvidable.  Como si buscara cuadrar entre ‘Goldeneye’, ‘Leon: El Profesional’ y ‘Nikita’.  La dirección de Besson es fría y sencilla.  En las escenas de acción (demasiado pocas) hay ligeros cambios pero no lo suficientes como amerita una película de acción de hoy en dia.  Y el guion es malo.  Muy malo.  Y aquí hay algo interesante.  Anteriormente mencione que ‘Lucy’ es pretenciosa y eso le hace la primera vez, ver a donde te lleva.  Cuando acabas te das cuenta de que es pero mientras tanto te dejas llevar.  Esta carece de eso.  No te motiva absolutamente nada.  Al espectador se le “oculta” todo para luego querer “sorprenderlo” pero no funciona en lo más mínimo.

Veredicto

‘Anna’ es casi mala totalmente.  Es una película más del montón que no presenta doble lectura o amerite análisis.  Es algo que puedes ver tranquilamente un domingo aburrido si no encuentras nada que ver y quieres algo para dormir, o fácilmente puedes pasar de ella y a final del año nadie te dirá que te has perdido algo.  Lo doloroso es ver a Luc Besson fallar otra vez.

2 / 10

Es cierto que la plataforma de streaming llamada Netflix tiene un catálogo un tanto insípido, pero naturalmente, como todo en la vida, tiene sus productos de alta calidad como son la serie alemana ‘Dark’.  Tambien ‘House of Cards,’  ‘Stranger Things’, ‘Ozark’ o la serie que nos compete, ‘Mindhunter’.

En la primera temporada de la serie asistimos al agente Holden Ford (interpretado por un Jonathan Groff soberbio), Bill Tench (Holt McCallany que no pasa desapercibido) y a la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv), quienes creaban un nuevo departamento del FBI que buscaba analizar el comportamiento humano orientado a los asesinos en serie.  Para esta segunda temporada, ya con el departamento establecido, se busca ser más prácticos e ir al “trabajo de campo”.  Vamos a explicarlo con detalles.

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Algo que opta la serie (y agradecemos) es el hecho de eliminar “falsos inicios” en donde de alguna manera nos introducen nuevamente sea con explicaciones o con un tono lento.  ‘Mindhunter’ no es así e inicia exactamente donde la dejamos la temporada pasada.  David Fincher se encarga de dirigir los primeros capítulos y en estos se enfocan en cerrar algunos hilos que quedaron sueltos en la primera temporada y nos adentra más en los personajes, mezclando las entrevistas y casos con la vida privada de ellos.  Pero esta vez, enfocada mucho más en todo el aspecto que conlleva una investigación.  Las entrevistas siguen pero nos dividen los grupos y eso lo agradecemos, porque tenemos escenas donde Ford y Tench, juntos con Jim Barney (Albert Jones) están en plena investigación mientras que Carr está entrevistando junto con Gregg Smith (Joe Tuttle)

La serie mantiene ese aire característico del director (aquí también como productor) con una fotografía a manos de Christopher Probst y Erik Messerschimidt emulando esos colores sombríos y fríos, una edición rápida y contundente de Kirk Baxter (quien es un viejo conocido de Fincher ya que han trabajado juntos desde hace tiempo), diálogos poco explicativos y muchas, pero muchas miradas.

Mindhunter es tan buena en su forma y contenido que aún sobresale más por sus pequeños detalles. Esto es, lo que te ataca directamente más allá de los cinco sentidos. Fracciones de segundos, gestos, una palabra, una imagen.  Todo tiene importancia. Y todo ello se condensa en los brillantes diálogos durante los eternos viajes en avión o coche, en las prisiones estatales o las comisarías donde imparten el novedoso programa los agentes del FBI.

Veredicto

Nuestro veredicto es que ‘Mindhunter’ temporada dos tiene un buen ritmo, no pierde el tiempo y evoluciona completamente, tanto en los personajes como en su trama y su forma de contar las historias.  No tiene miedo en poner o quitar.  Fácilmente puede estar en el renglón de las mejores series del año 2019 y entre lo mejor del catálogo de Netflix.

8 / 10