Para 1986 Luc Besson salto a la fama con ‘Kamikaze’, película que produjo y escribió.  Pero un año antes había dirigido ‘Subway’ (difícil de encontrar), por lo que el talento del director ya era probado, al menos en Francia.

Después de eso Besson se convirtió en un director de culto y cada una de sus películas se han convertido, al igual que el director, en “películas de culto”.  ‘El Gran Azul’ en el 1988 que es toda una experiencia audiovisual de gran calibre.  Seguido de ‘Nikita’, que vuelve a dar duro mundialmente y que hace un antes y después.  En el 1994 llega con una de sus obras maestras: ‘Leon: El Profesional’ y luego, lo que a mi parecer es una de las mejores películas de ciencia ficción; ‘El Quinto Elemento’.

Después de ahí estreno ‘Juana de Arco’ con una Milla Jovovich infumable y desde entonces ha dado aciertos y fallos (muchos fallos).  En el 2014 llega con ‘Lucy’ que tuvo buena aceptación en taquilla pero no deja de ser un trabajo más falso y pretencioso y en el 2017 ‘Valerian Y La Ciudad de los Mil Planetas’.  En el caso de la película que nos compete, ‘Anna’ pues es todo lo contrario.  Es simple, facilona y en momentos poco creíble.

La nueva musa del director, Sasha Luss (quien inicio en ‘Valerian…’) no encaja en el papel y lo peor, le queda demasiado grande.  No es que exija demasiada complejidad una especie de espía asesina, sino que no engaña a nadie que Luss es lo que pregona, algo que Charlize Theron supo plasmar en ‘Atomic Blonde’ o Angelina Jolie en ‘Salt’.

Pero no solo Luss va flaqueando, también gran parte del cast no funciona en ningún momento.  Punto aparte con las actuaciones de Luke Evans, Cilian Murphy y Helen Mirren, quienes brindan lo mejor que tienen con el despropósito que se le ha entregado.  A lo que nos referimos en estos momentos es a su selección en el cast.  Para poner un ejemplo más claro, Besson selecciono en ‘Nikita’ a Tchéky Karyo para el papel del frio agente que le pisa los talones a la protagonista y el cual siente alguna atracción sexual.  Un personaje frio y calculador, y que transmite eso.  En ‘Anna’ ha optado por un Luke Evans confundido y que no transmite frialdad.

Helen Mirren desaprovechada totalmente con un look que parece sacada a Edna Moda de ‘Los Increíbles’.  Una rusa que no habla ruso con los rusos y una agente en cubierto que no pasa de discreta.  Su personaje tiene peso en la trama pero nada de gracia.

La música del grandioso Eric Serra en momentos es grandiosa y en otros olvidable.  Como si buscara cuadrar entre ‘Goldeneye’, ‘Leon: El Profesional’ y ‘Nikita’.  La dirección de Besson es fría y sencilla.  En las escenas de acción (demasiado pocas) hay ligeros cambios pero no lo suficientes como amerita una película de acción de hoy en dia.  Y el guion es malo.  Muy malo.  Y aquí hay algo interesante.  Anteriormente mencione que ‘Lucy’ es pretenciosa y eso le hace la primera vez, ver a donde te lleva.  Cuando acabas te das cuenta de que es pero mientras tanto te dejas llevar.  Esta carece de eso.  No te motiva absolutamente nada.  Al espectador se le “oculta” todo para luego querer “sorprenderlo” pero no funciona en lo más mínimo.