“Bullet Train” es una película de acción y humor negro que narra como Ladybug (Brad Pitt) es encomendado para una simple misión dentro de un tren, y que por coincidencia se sale de control gracias a otros pasajeros.

El director David Leitch, quien ha día de hoy se ha convertido en un buen director del género de acción, se encarga de llevar esta historia repleta de personajes estrambóticos a la pantalla y que, para este servidor, lo hace bastante bien aunque hubiese preferido menos metraje, ya que las más de hora y media que dura la película, se hacen ya en su tercer acto, un poco pesada y sientes en varias escenas que ese será el fin, pero la película continúa dando la sensación de desgaste en el espectador.

Brad Pitt como Ladybug convence muchísimo y es bueno volverlo a ver en esos papeles tan relajados que tenía hace mucho que no tomaba y que recuerdan a ese Brad Pitt de los 90´s bien desenfadado.  En realidad todos están muy bien y se les nota bastante relajados, como si disfrutaran cada momento.  Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry y Joey King son quienes tienen mejor empatía y fácilmente conectan con el público, a pesar de sus personajes, porque sin duda lo logran completamente.  Zazie Beetz y Karen Fukuhara (The Boys) están reducidas a un simple cameo, y es una pena.

La acción es divertida y está bien rodada, pero muchas veces se corta para dar paso al humor absurdo y llega un momento en que se hace difícil de digerir, ya que molesta el hecho de que la corten bruscamente para hacer uso del humor.  Lo mismo sucede con los flashback para explicar detalles, que se sienten un poco forzado (como toda la trama de Zazie Beetz), la cual pudo haber sido eliminada y cambiada por un personaje de los ya presentados y no habría sido problema.

Tampoco es que el guión sea lo más original, así que se entiende el porque buscaba apoyarse demasiado del humor.  La música por otro lado, tanto el soundtrack como la banda sonora, es impecable a manos de Dominic Lewis, quien se enfoca mucho en sonidos electrónicos muy pop como si fuese sacado de un anime y es que la ambientación en Japón lo amerita.

Al final “Bullet Train” es una película muy divertida con la cual se pasará buen rato, a pesar de su duración algo exagerada para un filme de esta magnitud, pero que tampoco es que nos vaya a molestar demasiado.

Veredicto

Una película que quiere parecer libre y alocada, pero por momentos se agrieta y deja ver cartón. Pero a pesar de cualquier chirrido en las vías, la película es divertida, ligera y un buen rato a pasar.

6 / 10

Existen adaptaciones que son difíciles de realizar, aunque existan directores capaces de lograr titánica tarea.  Como ejemplos está “Doom Patrol” “Dune” y en este caso “The Sandman”.

Explicar de qué trata la obra original es algo complejo, pero en la serie trata de enfocarse en que Sandman, Morfeo o el Dios del Sueño, como quieran llamarlo, ha sido secuestrado por unos humanos.  Durante el tiempo en que Sandman es cautivo, la tierra y su reino empiezan a colapsar, por lo que tendrá que buscar una forma de arreglar todo antes de que sea demasiado tarde.

Primero es de agradecer que la serie no tenga miedo de ir a los extremos y busca por todos los medios no caer en los ganchos de los clichés, y sin ningún tipo de miedo va hacia el horror, la brutalidad, la crueldad, el maltrato y otros.  En el guión se nota la mano del creador, quien estuvo en todo momento revisando los trabajos de David S. Goyer y Allan Heinberg, y si era necesario hacer modificaciones, pues las hacía, para así presentar un trabajo a la altura y que se nota en cada capítulo donde la coherencia y la estructura están bien manejadas, pero también el desarrollo tanto de los personajes como de la historia.  Conocemos perfectamente y tenemos empatía con las razones de los captores de Sandman, pero también nos sucede lo mismo con el mismo protagonista.  Y así con todos los personajes de la serie, quienes al tener sus respectivos desarrollos entendemos a la perfección todo lo que hacen y les rodea.

En la elección del casting pues todo una maravilla.  Tom Sturridge cae perfectamente como aquel dios antropológico y su actuación es perfecta.  Lo mismo con Charles Dance quien en su poca intervención sabe ser lo suficientemente poderoso para atraparnos con su actuación.  Sin embargo entre las sorpresas de actores que aparecerán en pantalla logrando que todo fluya a la perfección (la serie tiene algunas sorpresas actorales bastante interesantes) quienes logran conseguir atraparnos totalmente además del protagonista, es Gwendoline Christie como Lucifer, Jenna Coleman como Constantine y Boyd Holbrook como Corinthian.  Perfección absoluta.

Como es usual en las series, la dirección de los capítulos viene de varios directores pero en realidad todo el peso visual va a manos de los showrunners que en este caso son los guionistas David S. Goyer y Allan Heinberg.  El primero ya es conocido en el mundo de las adaptaciones de cómics, y quienes no sepan, este señor fue el que hizo el guión de Man of Steel, Batman Vs Superman, The Dark Knight, y hace poco estuvo detrás de Foundation.  Mientras que en el caso de Heinberg, ya es un viejo conocido a la hora de ser showrunner de series y hace poco estuvo muy involucrado en la creación de los personajes y parte de la historia de Hawkeye.

Al final Sandman es una excelente serie que sin duda a quienes les guste la fantasía terrorífica y/o el cómic, encontrarán un buen entretenimiento, y a quien no pues que se abra a este increíble mundo fantástico.

Como dato extra, el personaje interpretado por Gwendoline Christie llamado “Lucifer” es el mismo de la serie del mismo nombre que era interpretado por Tom Ellis.  De aquí es que surge el personaje, y que el mismo Neil Gaiman había creado un spin off de cómics con su historia fuera de la tierra, pero obviamente la serie de CW ha sido desvirtuada a la obra original del creador.  Esta versión de la serie es la que originalmente Gaiman se imaginó que haría CW.

Veredicto

The Sandman es una excelente adaptación y una muy buena serie que merece la pena su visionado y más si se es fan del terror fantástico y la fantasía.

8 / 10

El cine de monstruos en Hollywood actualmente no pasa por un buen momento.  El último caso que hemos tenido ha sido la serie de Netflix, “Resident Evil”.  Por eso cuando Hulu anunció otra historia del universo de Predator, esta vez llamada “Prey”, el desinterés general fue obvio.

Y es que en los últimos años han querido revivir algunas series, las cuales muchas no pasan ni hacen proyectos medianamente “buenos” y terminan convirtiéndose en filmes malos y difíciles de digerir.  Sin embargo hay casos como este donde el producto final es bastante placentero.

Para poner en contexto, la historia está ambientada en 1719 en una nación Comanche.  Naru (Amber Midthunder) es una joven guerrera que quiere ser reconocida como cazadora, por lo que sale junto a parte de su tribu a realizar una caza, pero los cazadores se convierten en presa cuando un Predator los señala como sus próximas víctimas.  La película no busca inventar la rueda y se va por el camino ya conocido en lo que a películas de este alíen se refiere.  Sin embargo su ambientación es lo que la hace novedosa e interesante, porque podemos apreciar como nuestra protagonista y sus amigos buscarán métodos ingeniosos para poder hacerle frente a la feroz enemigo que tienen.

La dirección de Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane) es interesante, destacando los momentos de acción donde el director prefiere mantener más la cámara fija que hacer cortes, y agradecidos estamos.  Por otro lado la fotografía de Jeff Cutter, por esos hermosos paisajes de bosques y ese verdoso mezclado con gris, le da un toque misterioso muy interesante.  Como si algo nos acechara pero no podemos ver que es.

Como punto negativo, ya mencionamos el guión que no es que sea lo más original y también tiene sus huecos bastante profundos, pero trata de mantener su coherencia y respetar sus propias reglas, como la actuación de nuestra joven Amber Midthunder quien en su primer acto, se nota totalmente perdida y es poco expresiva hasta en momentos en donde naturalmente debe serlo, y aunque mejora con creces en su tercer acto, ya nos ha perdido lo suficiente como para conectar con ella.

Al final Prey es un filme bastante entretenido que cumple y respeta el universo de Predator y que, a día de hoy, sin muchos problemas puede convertirse en una de las mejores de la saga.

Veredicto

La saga de Predator está bastante golpeada, ya que la primera ha sido la única interesante, pero esto cambia a partir de ahora con la inclusión de Prey, el cual cumple lo suficiente para convertirse en la segunda mejor de la saga.

7 / 10

No es nuevo que en el cine quiera hacerse una revisión sobre las consecuencias del abuso de las redes sociales y de las personas que buscan por todos los medios ser el centro de atención en ellas.  Antes de “Not Okay” lo hizo “Black Mirror” dando una visión pesimista del ello, “Disconnect” de Henry Alex Rubin también buscaba presentar algo, y David Fincher con su “The Social Network” presentando como un grupo de personas tenían la atención anhelada en redes pero en su vida personal estaban vacías y sin amigos con los cuales compartir.

El guión y la dirección del filme viene a manos de Quinn Shephard, quien lamentablemente juzga a su propio personaje llevando al espectador a un camino en vez de dejarle a que sea él mismo quien decida.  La trama nos lleva hacia New York, donde una Danni Sanders interpretada por Zoey Deutch con mucho dinamismo, en búsqueda de ser popular para llamar la atención de Colin (Dylan O’Brien) se inventa que ha estado en Francia, pero casualmente en el momento de crear la mentira se destapa que hubo un ataque terrorista haciendo que la fama de ella crezca como la espuma al ser una “sobreviviente”, momento que aprovechará.  Si bien es cierto que de entrada a ojos de algunos esto puede ser mal visto, la directora nos plantea constantemente lo horrible que es y justifica todo ataque hacia la misma, algo que hubiese sido más interesante que sea el mismo espectador que evalúe por sí mismo.

En cuanto a las actuaciones tanto Dylan O’Brien como Mia Issac (Rowan Aldren) son quienes se roban cada escena en la que salen y destacan.  El primero como un tipo adicto a las redes sociales y que vive y solo sabe de eso, mientras que la segunda es una activista en contra del gobierno y el uso de armas que con cada escena donde da un discurso, con la agresividad que lo hace parece hasta real.  Sin duda la joya de la película.

Lamentablemente el guión de “Not Okay” es engañoso y se va por caminos que pudo haber cruzado desde una perspectiva mucho mejor y no tan atropellada.  Quiere denunciar el uso de las armas en las escuelas con el personaje de Mía Issac, y aunque su discurso tiene sentido y es aprobado, la forma en la que lo vemos se siente como un momento lejano de la película.  O también cuando critica que tan vacías pueden ser las personas mainstream de las redes sociales, cuando Colín no sabe ni siquiera como iniciar un acto sexual, convirtiendo la escena en una violación y que para colmo la escena se siente regalada y fuera de sí, como si no fuese de esta película.  Y esto mismo le pasa al personaje de Zoey Deutch, quien por momentos se siente fuera de sí por su forma de estar escrita, siendo su padre el único empático.  ¿Deberíamos odiar y desear la muerte de todas las personas de las redes sociales? Para la directora, la respuesta es: sí.

Not Okay es un filme agradable con un mensaje interesante que puede leerse de distintas maneras pero que lamentablemente la directora no deja en la ambigüedad sino que se va directo a dejar claro su posición.  Todo lo demás funciona, inclusive la música, la edición y todo lo que le sigue, pero falla en un guión y una dirección más firme  y menos llevada de la mano.

Veredicto

Not Okay se puede ver y se disfruta.  Pueda ser que tenga 20 minutos de sobra, pero tampoco es que harán que uno se arranque la cabeza.

5 / 10

Los hermanos Russo vuelven a la acción trepidante del cual lograron su fama con esta The Gray Man, que es una especie de Jason Bourne con John Wick.

Si hace unos años cautivaron a todos con su Capitán América: Winter Soldier, logrando una cinta de redonda con muchos elementos del mejor thriller de espionaje, a muchos nos dejaron frío con su Capitán América: Civil War, la cual tenía varios errores que hacia parecer que no eran los mismos directores de la cinta pasada.  The Gray Man tiene esos errores de dirección del cual es difícil escaparse y disfrutarla al máximo.

No juzgaré el argumento simple que tiene, porque tampoco es que haya que buscarle mucha lógica.  Six es un preso que es reclutado por la CIA para un programa de asesinos a sueldo, pero cuando un nuevo director de la organización quiere tapar sus huellas, le pone precio a la cabeza de Six, quien debe buscar por todos los medios sobrevivir.  Nada nuevo bajo el sol, porque hemos visto este argumento en muchas películas.  No hace mucho la vimos con Kate de Netflix, o Extraction (esta última mucho más divertida).  Sin embargo, el problema cae en la dirección.

Los Russo constantemente nos están regalando escenas que no sirven absolutamente para nada y que lo único que hace es perder fuerza a su argumento, mientras que por otro lado bailan entre ser una película de acción al uso a ser una película de acción sería.  ¿Por qué Six entrega un arma sin municiones a una agente? Es una de las preguntas que te harás a mitad de la película y de la cual aparentemente no existe absolutamente una respuesta más que, “porque si”.  Por si fuera poco, tenemos un montaje que aunque funciona, no lo hace del todo, y lo único que consigue es que el espectador empiece a mirar el reloj.  Dos escenas de acción seguidas, sin justificación, y luego darnos una escena de pausa para una conversación vacía, no ayuda en lo absoluto.

En cuanto a las actuaciones, Ryan Gosling y Chris Evans disfrutan cada escena y se les nota.  Sin duda lo mejor de la película.  Evans le da una identidad chabacana a su villano de la cual se disfruta mucho.  Ana de Armas está correcta, no destacando pero tampoco pasando desapercibida.  Jessica Henwick y Regé-Jean Page son los peores personajes que tiene el filme.  La primera no tiene el mínimo sentido de su existencia y para ser de la CIA en una película de acción, parece no entender bien cómo se manejan las cosas.  El segundo parece una caricatura muy mal concebida.  Constantemente está gritando y tirando cosas, además de que en los momentos en que “parece tener el control” sus diálogos y su forma no ayudan a tomarse en serio al personaje (la escena cuando “interroga” a Ana de Armas, da vergüenza ajena).

En definitiva The Gray Man es una película muy mal aprovechada que deja la duda de si realmente los Russo son competentes en el cine de acción o en realidad Capitán América: Winter Soldier y Avengers: Infinity War fueron una suerte, o alguien estuvo detrás de ellos.

Veredicto

Nada resulta original o interesante.  Parece del tipo de acción realizada hace años y que ha pasado de moda, pero con nada de lo bueno que tenía la de antes.  El trío protagonista es divertido y sin duda lo mejor, pero poco se puede hacer con un filme en donde los directores no saben bien qué camino tomar.

4 / 10

Soy de los que piensan que las cosas deben evolucionar.  No pueden quedarse siendo lo mismo toda la vida.  Barry es un caso de ello.

Una de las mejores series de HBO de los últimos años, es sobre un asesino a sueldo que encuentra su pasión de vida en la actuación de teatro.  Es una comedia negra con tintes de suspenso en donde Bill Hader (protagonista, creador de la serie, director y guionista de algunos capítulos y productor) juega entre el surrealismo al tener a un personaje de ese calibre tomando clases de actuación.

El chiste no podía mantenerse mucho tiempo y en la segunda temporada, al menos en su último capítulo se empezó a notar.  Es por eso que para la tercera temporada han hecho algunos cambios.  Nada de que preocuparse, porque ese humor negro y ese surrealismo se mantienen, pero tambien dan paso al drama serio y lo envuelven en tragicomedia.

Sally (interpretado por Sarah Goldberg) pasa a tener más protagonismo y su personaje se convierte en una crítica al tóxico y machista ambiente de Hollywood, aunque por momentos queda algo ambiguo cual es el propósito de dicha crítica.  No se entiende bien si lo que busca es tener una posición seria ante ella o tomarla en broma.  Por otro lado Cussanoe (un Henry Winkler que tiene la mejor escena en el capítulo final), Fuches (Stephen Root) y Hank (Anthony Carrigan), pasan a tener menos tiempo en pantalla y menos tiempo de desarrollo y con este último personaje, no se sabe bien lo que se busca.

Barry sigue siendo una muy buena serie, que en esta tercera temporada ha evolucionado por buen camino, pero eso no quita que no se entienda bien el camino que quiera tomar y que esté bien desarrollado.  Barry sigue siendo un personaje con muchas capas y potencial para desarrollarlo, y espero así sea.

Veredicto

Sin duda una serie que va a mucho mas, aunque esta temporada haya tenido sus inconvenientes.

7 / 10

Al parecer es algo difícil para Hollywood hacer una adaptación para un videojuego, y de hecho, lo es porque los medios son distintos.  Hace poco salió la secuela de Sonic y el año pasado tuvimos una adaptación de Mortal Kombat.  Ahora Netflix hace el intento de sacar Resident Evil, el famoso videojuego de zombies.

 Esto es un “visión nueva” y nada que ver con las dos versiones anteriores (una que vio la luz en el año pasado por parte de Sony y la saga infame que inició en el 2001), por lo que Netflix apuesta por algo más orientado a la historia original donde la empresa Umbrella hace experimentos, algo sale mal y el mundo se llena de zombies, a tener que apostar por una visión de los videojuegos, algo inteligente si me preguntan.

Sin embargo su problema va más allá de tirar algo “nuevo”, porque su problema no solo está en el guión.

La serie está dividida en dos líneas temporales: una donde explican los hechos antes del virus y otra que se mueve en la actualidad ya con el virus propagado.  El problema de esto es que la línea temporal que se va al pasado, se le dedica demasiado tiempo cuando la misma se centra en todo tipo de boberías, menos lo que compete que es sobre el virus y su evolución.  Y cuando por fin la serie va hacia la línea temporal que nos interesa, donde están los zombies, cargamos con el dúo protagonista donde el desarrollo de los mismos es insoportable.  Dos adolescentes que ante todo lo sucedido tienen el desarrollo más lento y molesto posible.

En actuaciones nadie destaca, siendo cada una de ellas planas, incluyendo a Lance Reddick que hace lo mejor que puede con su personaje pero el guión no le ayuda en lo más mínimo.

La puesta en escena es devastadora, teniendo momentos bastante extraños donde se percibe claramente que estamos ante un escenario y es poco creíble que estamos ante un laboratorio subterráneo.

En fin, Resident Evil es una serie bastante mala que tiene muy pocas cosas para agradecer y quedarse enganchado en sus ochos capítulos o al menos esperando una segunda temporada (que aún no han confirmado si la tendrá, pero no lo dudamos).

Si algo debemos destacar, seria su musica, llevada por Gregory Reveret que utiliza muchos elementos EDM, logrando un sonido algo industrial que pega bastante con lo que la serie quiere transmitir.

Veredicto

Se pensaría que sería difícil hacer algo peor que la saga de Resident Evil dirigida por Paul W. Anderson, hasta que salió la Resident Evil del 2021 y actualmente se pensaría que podría salir algo peor que eso, pero ya vista la serie pues sí, ha salido algo peor.

3 / 10

El nombre de David Simon no es cualquier cosa.  Es el creador de varias series con una calidad increíble, aunque no todas tengan la fama que otras si tienen.  Hace años creó una de las mejores series que ha parido HBO: The Wire.

Una visión de cómo todo el sistema judicial es corrupto y como se manejaba la policía bajo unos políticos dispuestos a que todos sufran con tarde ellos no perder votos.  We Own This City (La Ciudad es Nuestra) narra un tema similar: como algunos policías están envueltos en una red de corrupción tan compleja como tan fácil de adentrarse.  Su escenario: Baltimore (una vez más).

La miniserie fija su atención de todos los acontecimientos en un agente policial interpretado por el carismático Jon Bernthal quien se roba la serie con todas sus escenas.  A partir de ahí a pesar de tener otros personajes, la serie se enfocará en su principal y como esté afecto a los demás, a pesar de que ninguno de los otros eran santos.

Al ser una serie más corta que otras de su estilo (The Wire, Deuce, etc.) obliga a resumir y a presentar los objetivos con mayor claridad, sabemos claramente a dónde va. No es que tenga más nervio crítico que series anteriores, sino que lo presenta de un modo más claro y contundente.

La serie nos ofrece una perspectiva panorámica amplia, llena de conexiones y reflexiones que nos permiten ver problemas de la organización social de los humanos con sus problemas estructurales endémicos y las múltiples dificultades para cambiarlos. Racismo, corrupción, cinismo, ambición, instrumentalización política, mafia policial, pusilanimidad y colapso institucional, etc. desfilan por la pantalla, obscenamente desnudos.  Su guión es contundente y no se va por las ramas.  Para David, el corrupto es corrupto sin tapujos.

Lo mismo no se puede decir de su puesta en escena, la cual es un poco caótica al inicio, ya que no sabes en qué tiempo está cada cosa.  Por ejemplo tenemos una escena donde el policía hace algo, para luego ir a otra escena donde ese mismo policía está ahora en otra situación, pero lo que no se nos dice es que son distintas líneas de tiempo, y es solo con el tiempo que uno va a sabiendo diferenciarlos.

En las actuaciones no hay queja, ya que todos están perfectos.  Se desaprovecha un poco a Josh Charles al darle un personaje con pocas líneas grises y a Wunmi Mosaku quien es un personaje que le falta aplomo ya que pasea de un lado a otro con ciertas quejas pero sin querer resolverla, haciendo que sea pesado volver a ver capitulo tras capitulo lo mismo.

We Own This City es una miniserie bastante entretenida que funciona por muchas cosas pero que no pasará a la historia como al menos se pensaba.

6 / 10

Pixar siempre ha sido referente al cine de animación.  Claro, hay otras productoras igual o mejor, pero en Hollywood Pixar es la principal.  Por eso cuando se anunció el proyecto de Lightyear las emociones estaban encontradas.

Primero hay que entender que Lightyear proviene de un personaje de la saga Toy Story, y la razón por la cual fue creado el juguete, a nadie, absolutamente a nadie, le importaba.  Porque esto es lo que cuenta el filme Angus MacLane (el mismo de Buscando a Dory), de tratar de explicar quién era en realidad Lightyear y su importancia, y ese es el mayor fallo que tiene el guión.  Además de lo previsible está el hecho de que es difícil empatizar con cualquier personaje que esté ahí (a diferencia del robot).

El personaje es plano y frío, pero no como está desarrollado, sino frío en su escritura y por más elementos que se le incluya para poder empatizar con él, no se consigue.

Lo segundo es su error a la hora de la dirección y la puesta en escena.  Debemos tener muy en cuenta que es una película de ciencia ficción y épica, y una está a medias (la ciencia ficción) y la épica no se siente.  El filme está lleno de momentos que se suponen que deben elevar las emociones del espectador pero solo consiguen que uno esté atento con indiferencia, casi esperando que acabe.

Lightyear no será la peor película animada como algunos quieren vender, pero si es una película con muchos problemas que no termina de arrancar en ninguno de los aspectos que trata de tocar.  Es la segunda de este 2022 (la primera película fue Turning Red) y en vez de tocar un tema o un personaje nuevo, apuestan por la nostalgia.

4 / 10

Otra serie de la factoría Disney/Marvel, esta vez con un personaje (relativamente) nuevo, como es Ms Marvel, quien debutó en el 2013.  La historia sigue a Kamala Khan, una joven perteneciente a la cultura pakistaní y la cual es fan de Capitana Marvel.  Un día la madre Kamala recibe una caja de joyas para utilizarse para la boda del hijo mayor de ellos, y dentro viene un brazalete mágico que le otorga poderes a Kamala.

Ms Marvel

La historia es sencilla a mas no poder, y su guion por momentos flojea haciendo que las resoluciones sean hiladas a la fuerza o en su defecto, que no tengan el impacto deseado ya que el espectador no es tonto, y después de haber visto lo mismo varias veces ya sabe por dónde van las cosas.  Pero, ¿Qué tanto importa en Ms Marvel? La verdad que muy poco, porque el producto final está tan lleno de vida, carisma y gracia que todo lo que van mostrando no es novedoso pero sí divertido.

Porque de eso se trata, de la diversión.  Kamala, quien es interpretada por una Iman Vellani que se roba al personaje y lo hace suyo, logra que el trayecto sea una maravilla por su encanto y diversión.  La adolescente nos recuerda mucho a esos momentos de la vida en donde soñar en ser algo grande y en estudiar, eran nuestro día a día y todo con una inocencia e ilusión bien creíble.  A ella le acompañan Matt Lintz, quien es uno de los mejores amigos de Kamala y quien le brinda la tecnología y el conocimiento necesario para mantener su identidad oculta, Zenobia Shroff como la madre (quien esta increíble), Mohan Kapur como el padre y alivio cómico de la serie y Saagar Shaikh, como el hermano de Kamala y quien no es que se robe la pantalla pero sus escenas están bien logradas.  Un poco desaprovechada están Yasmeen Fletcher como la amiga de Kamala y quien por momentos suele ser bastante molesta o Nimra Bucha, que no es que lo haga mal pero su papel queda desdibujado convirtiéndose en una especie de villano vacío y sin gracia.

Lo interesante de esta propuesta es el interés de Marvel por mostrarnos la cara más alegre de una cultura como la de Pakistán y lo logra.  Podemos ver parte de su día a día fuera de sus tierras en las escenas cuando están en Estados Unidos, pero hay una que otra escena en Pakistán mostrándonos más a fondo la cultura con todos sus pro y contras (destacando más los pro, obviamente) dando momentos tan divertidos como la escena del mercado y de paso, interesantes para quienes no la conozcan tan a fondo (como ha sido mi caso).

¿Qué es infantil? Puede pecar de ello, porque en su argumento una niña de algún colegio se ve con poderes, por lo que lo más normal es mantener ese espíritu adolescente infantil que acompaña al personaje en todo momento (y antes de que alguien se le ocurra comparar a Spider Man con ella, pues no funciona, porque Spidey ha visto a un familiar morir en el proceso de transformación a héroe, mientras que Ms Marvel continua bajo el manto protecto de su familia).

En definitiva, Ms Marvel es una divertida miniserie que se deja ver y se disfruta mucho.  No es como Moon Knight, que se toma totalmente en serio, sino más bien como Loki que disfruta de lo que es y aprovecha sus puntos fuertes.

Veredicto

Iman Vellani brilla como Kamala y es quien sostiene gran parte de los seis capítulos que tiene la serie.  Su entusiasmo es contagioso y lo que brinda es divertido, por ende vale la pena dejarse llevar por ella.

6 / 10