Cuando se anunció que James Gunn estaba haciendo una serie sobre “Peacemaker”, todo el mundo se quedo frio.  Seamos honestos, el personaje a pesar de tener cierto carisma, era más critica que gracia.

Pero después de haber terminado el capítulo final (con una gran sorpresa), pues la verdad que ni tan mal ha sido todo esto.  Y es que como se esperaba poco, entonces la gran mayoría llego con las defensas bajas y se ha podido disfrutar al máximo la primera serie del universo de DC.  Primero que nada, la serie no busca ser trascendental, ni tampoco transmitir algo más allá que una que otra critica y diversión.  Gunn no se exploto la cabeza en hacer algo más allá de lo que el personaje promete y se agradece que haya cumplido.

Lo segundo esta en su apartado actoral.  John Cena se traga al personaje de Peacemaker, y es bastante suelto.  No solo tiene un buen carisma, sino que también sabe transmitir ciertos momentos emotivos bastante bien.  Luego están los demás protagonistas, como Danielle Brooks que ya hemos visto destacar muchísimo en “Orange is the New Black” o a Jennifer Holland quien ya había tenido una ligera experiencia trabajando con Gunn en “Brightburn” (al menos en el ámbito de la producción).

Tercero, y no menos importante, el guion, que en este caso es puro humor negro y suelto, muchos gags de chistes infantiles bastante absurdos, exagerados diálogos de chistes y muchos momentos “wtf” que no dejan al espectador descolocado.  ¿Pero cumple? Pues la verdad es que si, porque desarrolla bien al personaje, hace que la trama avance gracias al desarrollo de la historia y sabe cuando y como mover a los secundarios para no parecer que está estancada.

Al final Peacemaker es una (mini)serie (anunciaron una 2da temporada, asi que…) bastante divertida que logra que el espectador no pase un mal rato.  Si buscas un entretenimiento ameno y absurdo, muy similar al de The Suicide Squad, pues adelante y disfruta.

Veredicto

Peacemaker es una divertida y absurda serie que además de ampliar el universo de DC, cumple con desarrollar (al menos) a uno de sus personajes.  No es que sea lo mejor pero tampoco es tan mala como algunos temíamos.

6 / 10

En el 2017 el director Kenneth Branagh (el mismo de “Belfast”) dirigió “Asesinato en el Orient Express” basada en uno de los tantos libros de Agatha Christie donde el protagonista Hércules Poirot, un experto detective busca quien cometió el asesinato de una persona dentro de un tren.  Con planes de ser una secuela directa, se ha estrenado (después de varios atrasos) (Death on the Nile) “Muerte en el Nilo”, contando con el mismo protagonista y el mismo director.

A diferencia de la anterior, que si supuso un éxito taquillero a pesar de la tibia critica, en esta ocasión está en ver si apenas puede recaudar la mitad de lo que ha costado, ya que en medio de una pandemia, con un actor involucrado en acosos, violaciones y hasta canibalismo y con un desinterés de la crítica, es difícil que lo logre (aunque no imposible).

Si en la anterior era todo un lujo que Branagh contara su historia a lo old fashioned, tomándose todo tan enserio, fiel a la novela (y los diálogos) y con un espíritu totalmente noble, este filme se convierte en un pesado entretenimiento que carece de la chispa irónica que acompaña a los filmes actuales.  Y no es que esto sea (del todo) malo, sino que hace que tengamos dos horas de filme en donde son pocas las escenas donde se sienten una oportunidad perdida para ser desenfadados y no se aprovecha.

La puesta en escena del director son correcta y bastante clásicas.  Por momentos se siente como un filme noir o detectivesco clásico, pero sin duda el mayor problema es un elenco desaprovechado y que no tiene química (y se siente), junto con un guion que parece escrito para teatro.

La quimica entre Gal Gadot y Armie Hammer es nula, pero si juntamos la de Armie Hammer con Emma Mackey pues apaga y vamonos.  Letitia Wright apenas tiene escenas y Tom Bateman o Annette Bening están ahí solo para aparecer.

Salvo algunas escenas de planos, la dirección y uno que otro giro (no sorprendente, pero si agradable) el Death on the Nile es una total decepción.

Veredicto

La vivaz interpretación de Branah como Poirot y su reparto de estrellas no logran mantener a flote a este filme de investigacion, que tiene buenas intenciones y una interesante direccion pero sin sustancia.

4 / 10

La temporada tres de Ozark no dejo indiferente a nadie, y más con ese excelentísimo final que dejo boquiabiertos a todos, incluyendo a sus protagonistas.  Ahora ha llegado la 4ta temporada (primera parte) e inicia exactamente en el mismo lugar donde quedo la anterior.

Las actuaciones vuelven a estar en buena escala, esta vez incluyendo a Alfonso Herrera como Javi Navarro, el sobrino prepotente de Omar Navarro y que destaca muchísimo como villano.  También Laura Linney y Julia Garner consiguen brillar como protagonistas y Lisa Emery, como siempre brutal como Darlene Snell.  A falta de una Janet McTeer la serie reparte entre Skylar Gaertner (Jonah Bryde) quien demuestra que puede estar a la altura y no podemos olvidar a Jason Bateman que esta simplemente espectacular.

Tampoco vamos a hablar de tecnicismos porque ya lo habíamos hecho anteriormente.  La fotografía es buena, la música es buena, le edición e incluso la dirección (destacando los capítulos finales donde detrás de cámara tenemos a Robin Wright, quien sabe darle mucho peso a los momentos dramáticos).

Ahora bien, lo que si vamos a mencionar es el guion, el cual cada vez es mas inteligente y que en esta temporada decide ser mas critico en cuanto a su propuesta y sus mensajes.  No es una ni dos las veces que la serie critica abiertamente a Estados Unidos.  Tenemos una escena donde los Bryde están cenando y en la conversación Linney dice que en EUA no importa de donde salgan los millonarios sino cuanto dinero tengan.  Pero así mismo critica a las instituciones gubernamentales como el FBI.

Otro punto a favor de Ozark es el desarrollo de los personajes.  NINGUNO de estos personajes son los que hemos estado viendo en la primera temporada.  Hay evolución en sus arcos, e incluso algunos toman decisiones en base a esa evolución (como es el caso de Ruth Langmore).

En conclusión, la cuarta temporada de Ozark es una un coctel explosivo en el que convergen todas las tramas.  Los últimos capítulos están bien rodados y con pulso, y su guion esta bien preparado.  Esto no es Breaking Bad o Midnhunter, ni busca parecerse.  Tiene su propio estilo, su propia identidad, y estamos contento con ello.

Veredicto

Claro que tiene sus defectos, pero aun así es un entretenimiento digno y muy bien hecho.  Sus personajes tienen un buen desarrollo que hace que cada capitulo sea una sorpresa para el espectador.

7 / 10

“Spencer” es una especie de biopic (película biográfica) de Lady Di, que se basa en un fin de semana a principios de los años 90´s, cuando la princesa Diana (Diana Frances Spencer) decide que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando y pedir el divorcio.  Tres días en sus últimas vacaciones navideñas en la Casa de Windsor.

El director Pablo Larrain ya habia creado un biopic similar hace unos años con “Jackie”, que narraba los momentos posteriores a la muerte de JFK desde el punto de vista de Jacqueline Kennedy, de una forma maravillosamente profunda y obsesionada en trasladar la fidelidad a la gran pantalla con escenas bien estudiadas al milímetro con tal de conseguir ese sentimiento de confusión, tristeza y desasosiego que había en el momento.  Sin embargo, para ese filme la belleza visual que el filme queria transmitir no era el adecuado porque, seamos honestos, el inicio conlleva el asesinato del esposo de la protagonista.

Creo que con «Spencer» Larraín enmienda parte de ese error y nos traslada a la vida de uno de los iconos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Aquí no hay tanto fotograma real que recrear, pues todo se hace a puerta cerrada en la familia real británica, así que la obsesión no yace allí. Lo que verdaderamente mueve la película es la más que aparente pasión que su director muestra para con la protagonista y el tema que caracteriza la película. Hay una urgencia por mostrar estos tres días de Navidad que Diana pasa en una de las tantas casas de esta familia y por acercarse a una verdad que comenzó siendo un secreto a voces, pero que productos como este o «The Crown» han explotado de forma clara para, de nuevo, colocar a la familia real en el centro del huracán en cuanto a todo lo que sucedió con Lady Di.

Comentario de rigor: visualmente es un caramelo. El amor por la historia se traslada a lo técnico y Larraín nos encuadra a este trágico personaje de una forma excelente para mostrarnos la angustia, ansiedad y paranoia que uno puede llegar a sentir en un contexto similar. Lo irónico del asunto yace en el hecho de que esos palacios exuberantes, con más habitaciones que agujeros tiene un queso gruyere, es uno de los lugares más claustrofóbicos que plantea la película. De esta manera, a nivel atmosférico «Spencer» aparece como una verdadera clase magistral de tono y fotografía.

El vestuario es maravilloso y Greenwood pone una banda sonora que es capaz de anticiparnos la tragedia, incluso si la película no la muestra. La historia de Diana es tan conocida por todo el mundo que los creadores pueden permitirse jugar con estos supuestos tan arraigados en el imaginario popular. Sabemos quién es Diana y cómo termina, y agradecemos que el guión no se enfoca nada más que los tres días mencionados.

¿Y la actuación de Kristen Stewart? Esperábamos este párrafo para hablar de ello.  Stewart se desmarca con éxito de sus típicos papeles y ofrece un gran trabajo que seguramente se verá aclamado por el reconocimiento en premios y demás eventos. He visto muy bien a Stewart explicitando esa actitud contraída, perturbada y trastornada de una Diana atrapada entre dos aguas: las del rigor y la apariencia, y las de sus deseos más profundos como ser humano y libre.

Pero asi como todo lo bueno, hay cosas malas, y una de ellas, a pesar de haber dicho anteriormente que el guión es de agradecer que solo se enfoca en aquello, también es un problema que quiera forzar un poco la situación, con escenas un tanto absurda que pueden sacar con facilidad al espectador (como la de Diana jugando a los “soldaditos” con sus hijos), porque peca de sobreexplotar al personaje y la situación.  Y ni hablar del paralelismo con Ana Bolena, que en sus inicios es interesante, pero luego es totalmente absurdo dejando claro que las simbologías que utiliza Larrain para este filme son un tanto vacías e infantiles.

Al final el director consigue mostrar el acoso y el desesperamiento que sufre el personaje de Diana de una manera muy interesante y mucho mejor de lo esperado.

Veredicto

Muchos elementos elevan este filme y la convierten en una experiencia cuidada, absorbente y muy recomendable.

7 / 10

Aaron Sorkin nos deleitó el año pasado con una excelente película (The Trial of Chicago 7).  Ahora ha vuelto con otro filme donde también vuelve como director y guionista, tomando de tema una semana concreta en que Lucille Ball, aquella actriz que dio luz a Lucy en la serie “I Love Lucy”, tuvo que lidiar con una crisis que podría terminar con su carrera.

Lo extraño a todo esto es que el director en una declaración ha dicho que la sitcom es “caduca y sólo apta para nostálgico” dejando en evidencia su poco gusto hacia ella, algo que para nosotros tal vez ahí es que está el problema que arrastra “Being the Ricardos”.

Being the Ricardos

Deja una visión condescendiente de la serie, la cual inventó la gramática formal para las demás sitcoms -iluminación cenital del plato, grabación con tres cámaras, decorados fijos, etc-.  Y claro, no seremos nosotros quienes le llevemos la contraria, pero ¿qué tan interesante puede hacer una obra una persona que no se sienta agusto con la fuente original?

Muy poco, la verdad, porque Sorkin separa a la Lucille Ball visionaria y perfeccionista, de la cómica experta del slapstick más destructor, y no solo eso, sino que arropa a su “Lucy” de tener un discurso socio político aún más descabellado que certero.

A Sorkin le gusta describir los procesos de creación, y aquí en «Being the Ricardos», no es la excepción.  Se encarga de hacer énfasis en ella en una escena sin gracia, llena de diálogos punzantes poco creíbles de una escena sobre lectura del guión donde los personajes se dividen entre “clones de Sorkin” y personajes vacíos sin ningún tipo de inteligencia (de ningún tipo), y que para colmo, no aporta nada de verdad al relato (a pesar de tener unas escenas fuera de tono que parecen de documental).  Y el problema no es la falta de realidad al filme, sino la falta de ficción a ella, culpa del director.

Nicole Kidman y Javier Bardem no tienen química, y los demás actores están ahí para dar uno que otro diálogo filoso e irse de escena.

Claro, como no todo es malo, el maquillaje y vestuario son una maravilla.  Y la puesta en escena ayuda un poco a sentir que estamos en esos años, al menos por poco tiempo.  Entonces «Being the Ricardos» se convierte en solo eso, un gran personaje bien elegante pero vacio por dentro.

Veredicto

Aaron Sorkin logra que “Being the Ricardos”, basada en la divertida sitcom “I Love Lucy” se convierta en dos horas de poco entretenimiento, diálogos forzados y personajes tan vacíos como el argumento para acusar a Lucille Ball de comunista.  Es una lástima, porque prometía muchas cosas.

4 / 10

El cine existe para varias cosas.  Desde dar un simple entretenimiento como lo es Spider-Man: No Way Home, a brindar una visión y discurso de la vida como lo es Soul.  The Matrix Resurrections busca agarrar todas, aunque se quede a medias con algunas.

Si bien es cierto que Matrix en 1999 cambió todo el concepto de lo que es la ciencia ficción, planteando un mundo y unos personajes entrañables, también es cierto que sus secuelas poco aportan al mundo y a los personajes, y ahora que las hemos vuelto a ver nos quedamos con unas lagunas argumentales bastante fuertes.  Dicho esto, nos preguntamos; ¿22 años después, de verdad necesitábamos una “secuela”?

El único problema de esta película, no es lo que plantea, sino el porqué está aquí.  Explicamos: Lana Wachowski quería volver a esta historia y a estos personajes porque significan mucho para ella. Pero ya. No sabemos si alguien más esperaba y deseaba otra secuela de Matrix en sus vidas, por decepcionante que fuera Revolutions pero lo que se intuye en The Matrix Resurrections es que esto ha sido sencillamente un capricho de Lana, porque ella quería volver a este mundo y con estos personajes.  Y ese es su verdadero problema.

Claro, hay que reconocer a Lana, que ha hecho un enorme esfuerzo por no repetirse y no dar lo mismo de siempre. De hecho, es un logro mayúsculo, teniendo en cuenta que los trailers apuntaban a todo lo contrario y a una especie de remake no declarado de la primera parte. Pero no. Esto no es Matrix, ni tampoco Reloaded ni Revolutions. De hecho, no es el Matrix que todos recordamos. Si alguien va buscando la profundidad metafísica, psicológica y filosófica de la trilogía original, que se olvide porque no la va a encontrar.  Esta “Matrix” es más suelta, más sarcástica, y humorística, pero ojo, mucho más crítica que sus tres secuelas juntas.

Escenas como las iniciales, que nos describen el trabajo actual de Thomas Anderson y la creación de un nuevo videojuego de su saga, están pensadas de hecho para reírse precisamente de lo que los fans y la industria esperan, y es de admirar el sentido del humor, la autoparodia y los dardos ácidos que ha puesto ahí la directora.  También es de admirar como el filme plantea este nuevo mundo, retrata el romance de Neo y Trinity dándoles un desarrollo muy interesante y el personaje de Jessica Henwick.  Hasta el Morfeo es algo que puede tragarse, porque tiene su truco, y no es una mala idea.

Sin embargo, que la película haya querido distanciarse tanto, pero tantísimo, del material original da como resultado una cinta extraña, como decíamos, que a ratos no sabe muy bien adónde apuntar.  Algo que tampoco la anterior hacía bien, pero al menos no llamó tanto la atención de los más ácidos.

La acción no llama tanto la atención como entonces (de hecho, es bastante inferior a todo lo que vimos en su día, aunque sí entretiene muchísimo, todo sea dicho) y en general hay una sensación de dejà vu (concepto maestro donde los haya en la saga) que no ayuda para nada a que The Matrix Resurrections se vaya a convertir en una película memorable. Muy al contrario, es de sospechar que será olvidada muy pronto, porque Lana Wachowski es la única que de verdad quería esta película, y por tanto la única espectadora ideal para la misma. Los que entren en el juego la disfrutarán, y tiene suficientes elementos interesantes como para no lamentar el visionado, pero esto no es el Matrix que muchos esperaban para recibir respuestas, y menos la que hoy en dia necesitamos, pero, ¿acaso alguien queria volver a la Matrix?

Veredicto

Nos ha gustado bastante el nuevo camino de Matrix, porque siendo honestos, es un camino arriesgado que va contra la corriente pero no deja de ser lo que la Matrix ha estado vendiendo.  ¿No nos dijeron que lo que veíamos era la sexta reencarnación de Neo? Está fácilmente puede ser una de ellas.

6 / 10

No hay spoilers, tranquilos.  No pensamos dañar la experiencia de Spider-Man: No Way Home a nadie, porque es una película que se disfruta sin saber qué es lo que vas a ver.

Tal vez sobre decir de qué va, pero por si alguien aun no lo sabe, pues esta película se conecta exactamente en la misma última escena del final de Spider-Man: Far From Home, donde públicamente en televisión acusaban al Hombre Araña de haber asesinado a Mysterio.  Peter Parker se ve envuelto en problemas cuando todos saben quien es, por lo que va donde Doctor Strange para que haga un hechizo donde todos los que saben quien es en realidad, se olviden de ello.  Sin embargo, el hechizo sale mal y hace que los villanos de otros universos vengan a matar a este Hombre Araña, abriendo el tema del multiverso (que lo vimos ligeramente en WandaVision y Loki).

Lo hemos dicho siempre, que los anteriores filmes protagonizados por Tom Holland nunca nos convencieron.  Si la primera pecaba de infantil, la segunda se olvida de hacer algún desarrollo.  Holland funciona muy bien en los Vengadores, pero en solitario no veíamos un avance.  Y entendemos claramente que una adaptación es eso, una adaptación.  No tiene que ser identico al comic, pero Andrew Garfield le daba algo de personalidad y Tobey Maguire le daba un tono tonto y santurron que encajaba bien con el personaje.  Holland era una especie de niño divertido que saltaba de aquí para allá.

Pero por fin estamos ante un Peter Parker del MCU reivindicado.  Uno de sus grandes problemas anteriores era que en sus películas estaba siempre bajo la sombra de los Vengadores o de alguno de ellos, pero lo que tiene No Way Home y lo que la hace interesante, es que con todo y que salga Strange, estamos ante una película de Spiderman al uso.  Y sí, es espectacular visualmente, y Doctor Strange sale, y cuando sale lo disfrutas, pero no se roba la película.  Pero no solo es un filme donde Peter destaca, sino que también TODOS los que salen, absolutamente TODOS destacan.  La Tia May interpretada por Marisa Tomei ha demostrado una vez más que es una excelente actriz y que es una genial Tía May.  Y por cierto, M.J. y Ned están absolutamente rescatados después de su paso por Far From Home, y aquí los dos personajes están geniales. Te crees la relación que se establece entre los tres.

Spider-Man: No Way Home

Es difícil hablar de ella sin entrar en destripes argumentales, porque a su manera es una carta de amor a más de dos décadas del hombre araña en el cine.  La dificultad de Jon Watts -como director- y del equipo de guionistas era equilibrar todo y sobre todo, por primera vez, poner en el centro de gravedad a Parker/Spidey sin ahogarlo ni proyectarlo y la dirección lo logra en todo momento.

Son tantas las cosas positivas que las malas quedan bastante empañadas y no se sienten tan molestas.  El guión, por ejemplo, peca demasiado en ser complaciente y tener elementos que solo sirven para que la trama pueda avanzar, porque por sí sola es difícil hacerlo.  ¿En serio necesitábamos una máquina que hace cosas en una habitación abandonada? ¿De verdad había dudas para presionar el botón de la caja? Y así como están esos, hay otros que son un total absurdo.

Pero al final estamos claros que tiene algunos problemas aquí y allá o cosas que podrían estar mejor desarrolladas, pero Spider-Man: No Way Home es un film que funciona muy bien, que durante dos horas y media te mantiene enganchado y que cumple perfectamente lo que un blockbuster quiere lograr y es entretener.  Recomendable como cierre de la trilogía, de los personajes y abre un nuevo camino que promete ser bastante interesante.

Veredicto

Da gusto ver como los realizadores han apostado de verdad por un desenlace distinto, mucho más agridulce y melancólico que el final feliz que todos esperábamos, y que abre un gran número de posibilidades para seguir expandiendo la saga en el futuro.  Es interesante de principio a fin.

7 / 10

El director de «Belfast», Kenneth Branagh (el villano en Tenet para quien este perdido) no es alguien que se menciona a la ligera.  Además de ser un excelente actor, también es guionista, músico, productor y director (tanto de televisión como de cine).

Este 2021 ha estrenado una propuesta bastante personal llamada “Belfast”, donde nos trasladan a un barrio de Belfast en 1969, en plena guerra entre protestantes y católicos.  Vamos viendo todo desde el punto de vista de Buddy, un niño de nueve años, interpretado por Jude Hill, un roba pantallas absoluto y lo mejor de la película.

El filme tiene esa mirada personal e íntima de aquella época, mezclado con la inocencia del niño, nos da un punto de vista más humano y ese es el gran acierto del director, logrando mantener ese punto de vista que los niños tienen a pesar de las circunstancias.  También esto ayuda a que muchas personas, podamos empatizar con la historia, inclusive los que no conocen la historia de Irlanda.

Las interpretaciones son todas correctas, destacando a Judi Dench y Caitriona Balfe, quienes logran darle mucho peso a sus personajes como la abuela y la madre del pequeño Buddy.  Ciarán Hinds tampoco se queda atrás e imprime muchas de las mejores escenas de la película, con esas conversaciones con el niño muy de adultos pero desde la perspectiva infantil que tanto mantiene la película.  Hasta el algo soso de Jamie Dornan está perfecto, quien seguimos pensando que no ha podido encontrar un género donde pueda explotar su potencial oculto.

La impresionante fotografia en blanco y negro de Haris Zambarloukos es una delicia, representando el verdadero amor tanto al cine como a la ciudad que le tiene el director, y con la musica de Van Morrinson pues, esto se convierte en una de las mejores del 2021.

Veredicto

Branagh crea momentos de humor y emotividad que tienen un impacto duradero.  Los personajes principales están tan bien diseñados e interpretados que es imposible no interesarse por su lucha diaria.

8 / 10

Si estas aquí, leyendo esto, sabes que para nosotros “Succession” es una de las mejores (cuidado si la mejor) serie actual.  Es decir que estas aquí porque la has visto y quieres ver qué podemos decir a favor de ella o en su defecto, quieres averiguar el porqué pensamos esto.  Claro, hay otras que estan topando el excelente, como por ejemplo «Better Call Saul«.

No hay ningún error en la puntuación ni en lo que decimos.  Pero ojo, que “Succession” no tiene efectos especiales, no tiene efectismo barato ni nada por el estilo.  ¿Que si tiene? Diálogos bien elaborados, personajes extremadamente desarrollados, trama simple pero interesante y bien creada.

Logan Roy (interpretado magistralmente por Brian Cox) es un magnate empresarial que controla una de las empresas más importantes del entretenimiento y la televisión en el mundo.  Este señor tiene cuatro hijos; Roman (Kieran Culkin), Siobhan (Sarah Snook), Kendar (Jeremy Strong) y Connor (Alan Ruck).  Todos los problemas llegan cuando Logan tiene un problema de salud que hace que los hijos se pregunten; ¿quién será el sucesor que controle todo?.

El guión está tan bien elaborado que analiza la toxicidad de hoy en día y los verdaderos pecados capitales, de una forma tan realista y ridícula, que hasta da miedo.  Y hacemos énfasis en la palabra “ridícula” porque si, la serie ridiculiza muchas veces pero sin caer en lo banal o lo burdo.  Es creíble en todo momento y está tan bien desarrollado que sientes que es parte del personaje.

En cuanto a las actuaciones, pues, todas las alabanzas.  Nadie desentona, nadie sobra, nadie siente que exagera o sobreactúa.  Todos los personajes enganchan, caen bien y funcionan y sus actores son quienes logran esta genialidad.

En cuanto a la fotografía de Andrij Parekh, Chris Norr y Patrick Capone, es una belleza tanto en los planos cerrados dentro de los edificios o casas, como aquellas hermosas vistas de la ciudad.  Algo curioso es que se empeñaron en que todo esté full HD, y no solo lo mencionan los mismos creadores de la serie, sino que los de la fotografía, y es que se busca reflejar la mayor realidad posible.  Que los espectadores se adentren lo mayor posible dentro de esta trama llena de traiciones y giros.

Avisados están: se están adentrando a una trama familiar llena de personajes hijos de puta dispuestos a hundir a los demás y a traicionarse, con tarde llegar a ocupar el puesto de su padre, y que ojo, su padre no se queda atrás tratando de joderlos a ellos.  Succession no es una de las mejores series de la actualidad, sino, la mejor serie, de la actualidad.

Veredicto

La mejor serie de la televisión que merece visualizarse.  No tenemos más palabras que elogios hacia ella.

9 / 10

Cuando en el 2012 se estrenó “Los Vengadores” nadie se esperaba que a estas alturas estaríamos ante uno de los universos cinematográficos más rentables en la actualidad.  Por eso no sorprende que Marvel haya querido darle despedida a uno de sus personajes originales para darle la bienvenida a otro, con similares poderes.  “Hawkeye” o como se le conoce en español, “Ojo de Halcón”.

Ya van tres miniseries de Marvel con esta (Loki se convirtió en una serie regular) y como hemos mencionado en nuestra reseña de “Black Widow”, sentimos que estamos en un punto muerto donde Marvel se empeña en querer hacer una historia que conecte y avance cosas para su universo pero al mismo tiempo quiere tomar libertad para desarrollarse como algo aparte.

La serie nos narra como Kate Bishop se convierte en la sucesora de Hawkeye, en una trama sobre criminales de poca monta, pandilleros, mafiosos y crimen organizado, que funciona muy bien por la naturaleza de los personajes, ya que Clint y Kate, son personajes más terrenales que se pueden mover con facilidad por esos ambientes y es creíble.  El guión tampoco es que quiera complicarse, y no lo necesita, porque es una serie de Marvel que solo busca entretener en víspera navideña.

Las actuaciones son bastante correctas, destacando los dos protagonistas: Jeremy Renner y Hailee Steinfeld, esta última dando más capas de drama a su personaje lo que le da cierta empatía.  Tony Dalton en cambio hace el mismo personaje que ya hemos visto en “Better Call Saul” pero un poco más light.

Los efectos, la música y todo los demás complementos están ahí, bien justos para poder lograr una serie entretenida, y eso está bien.

¿Entonces hay algo más que contar? Pues la verdad, no.  No hay mucho que contar y tampoco que destacar.  Todo está tan bien aderezado y bien mezclado que fácilmente puedes mirar un rato el celular y luego volver a mirar la escena que tienes de frente y no te pierdes.

Veredicto

Miniserie que no propone nada demasiado revolucionario, pero que en su acumulación alcanza cierta empatía con los personajes y una espectacularidad y un vértigo que los fans de Marvel seguramente celebrarán.

5 / 10