El arte es algo particular.  Podemos ver o escuchar algo y, si está bien hecho, puede interpretarse de distintas formas.  En el cine lo vemos a cada rato, principalmente con las películas del director Christpher Nolan. ¿Ha sido un sueño lo que Dominick Cobb vive al final de Inception? ¿Queda algún clon de Robert Angier en la película El Truco Final? y ahora, ¿Qué es lo que pasa en Tenet?

Queremos dejar claro que entendemos que se ha apelado demasiado por no entender la película, e incluso, se estimula a los demás a eso mismo, algo que el espectador, inconscientemente llega a ella con esta idea.  Nosotros no vamos a explicarla, porque no nos sentimos en derecho a ello, sin embargo vamos a dejar claro que la película es bastante entretenida, marca de la casa.

Tenet y las similitudes con las otras obras de Christopher Nolan – Voz  Actual

Porque eso es al final, una película entretenida que cumple sus propósitos de mantener al espectador atento a la trama.  A nivel técnico es bastante buena algo que no sorprende a estas alturas.  En esta ocasión Nolan no trabaja con Zimmer, alguien usual en sus filmografia y opta por dejarle el cargo musical a Ludwig Goransson, el sueco que hizo la increíble banda sonora de Pantera Negra.  Algo particular es que las composiciones musicales iban de atrás hacia adelante, y muchas se repetían pero ya hacía delante de forma normal.

En cuanto al guión, ya conocemos a los hermanos Nolan.  Diálogos poéticos, mucha psicología de personajes, desarrollo a medias pero suficiente para poder entender a los personajes y sus propósitos, y si a eso le sumamos la rápida edición que acostumbra el director, pues tenemos el cóctel perfecto.

Why 'Tenet' Was the Wrong Movie at the Wrong Time - Variety

La película lamentablemente no pasará a la historia.  Incluso ya ha perdido suficiente dinero, algo que no es buena señal.  ¿Recomendable? ¡Claro que sí! ¿La mejor de Nolan? ¿Acaso importa?

Veredicto

Christopher Nolan logra un blockbuster inteligente y de autor que cumple todos los propósitos.  Tiene sus huecos, no es perfecta, pero estarás tan entretenido buscando una respuesta que no pensaras en ello…al menos hasta el final.

7 / 10

A estas alturas el cineasta Aaron Sorkin es considerado una autoridad en Hollywood.  El creador del guión de “La Red Social” , aquella magnífica película dirigida por David Fincher llena de diálogos demoledores, al igual que la famosa serie ya de culto “El Ala Oeste de la Casa Blanca” y otros grandes guiones que tienen muy pocas cosas que reclamarles.  Este caballero decidió hace un tiempo intentar dirigir su propia película y así lo hizo con “Molly’s Game” que a pesar de la buena acogida de la crítica el público y los premios no le dieron el interés esperado, sin embargo Sorkin al igual que la mayoría de sus personajes, no se rinde y ha vuelto ahora bajo el manto de Netflix para escribir y dirigir “El Juicio de los Siete”.

Para quien no lo sepa, este juicio fue algo real y según lo que hemos investigado el mismo fue tan caótico y surrealista que lo que estamos viendo en pantalla ha sido muy poco para lo que fue (bueno, menos algunas partes que explicaremos más adelante).

Vamos por parte:  El reparto de esta película es de una calidad extraordinaria y es uno de los ganchos de la película.  Todos están de maravilla pero quienes se llevan lo mejor del pastel son Jeremy Strong con un registro totalmente distinto a lo que ya hemos visto de este actor y que lo logra con una excelencia increíble donde cambia hasta el tono de su voz.  Frank Langella y Mark Rylance son quienes logran las escenas con más tensión sólo con sus diálogos y cómo dejar fuera a Sasha Baron Cohen, el cual logra en base a unas escenas de stand up (y gracias a la edición) algo bastante interesante y divertido.

Visualmente la película no es que vaya a lograr maravillas y dar clases.  Es bastante correcta.  Aquí se nota que ha tomado mucho de Fincher con estas escenas intercaladas donde los diálogos se van uniendo en distintas escenas a golpe de música hasta llegar a uno de los tantos clímax que tiene la película.  Porque el filme en su gran parte de sus dos horas es en una corte, lo cual debe ser sostenido por un guión y señoras y señores, el guión funciona bastante bien.

Nosotros somos amantes de los buenos guiones y es prácticamente donde más nos enfocamos a la hora de escribir una reseña.  Sorkin se caracteriza por escribir diálogos rápidos, afilados y cargados de elementos.  Es algo que se ve mucho en los juicios en donde los abogados, se viven lanzando puyas mientras tratan de convencer al juez, al jurado y de mantenerse cumpliendo las reglas, y aquí nuestro guionista sabe aprovechar cada momento y cada diálogo de forma inteligente.

Agradeciendo mucho el montaje donde las múltiples analepsis están bien empleadas y el guión, la única pega que podemos encontrar y que nos resultó bastante difícil de tragar es la de Sorkin buscando (no sabemos si por obligación de Netflix quien es quienes acostumbran a eso, pero lo dudamos) emplear un mensaje triunfal.  El guión, por ejemplo, toma las perspectiva discordantes dentro de los progresistas pero no las explota.  Nos la mantiene ahí, desde el inicio y sabemos que quiere hacerlo pero no lo hace.  Nos brinda dos o tres escenas con un interesante debate pero luego, casi de inmediato lo arregla con un personaje dándole un giro a la situación y dejando eso en segundo plano.  Por otro lado está el final, que sabemos que tiene su lado de ficción, pero este recurso narrativo es bastante penoso como final, sabiendo que Sorkin ha logrado mejores cosas, a pesar de que sabemos que el final es algo agridulce.

Veredicto

Es un drama judicial muy intenso y que no da respiro, donde hace gala de diálogos totalmente increíbles y llenos de buenos momentos.  Sin duda una de las mejores películas de lo que va el año 2020.

Estamos en tiempos difíciles.  Hollywood anda sin ideas y el mundo anda nostálgico, así que los remakes son el pan de cada día.  Por eso al ver que Blumhouse Productions, se interesa en otro remake como es “The Craft” pues no nos sorprendimos.

Primero hay que destacar que la primera película es bastante mala y es solo recordada por unos efectos bastante amenos para la epoca ademas de servir para un documental de Discovery Channel sobre este mismo tema y que logró un buen impacto haciendo que la película vuelva a tener cierta popularidad.  Este remake de “The Craft” no repara los errores anteriores sino que suma otros nuevos.

Primero no hay desarrollo de personajes más allá que el de Cailee Spaeny, quien el guión le da suficiente momentos para lograr una profundidad interesante que enriquecería la película completa (y hasta la mitología que esta trae) pero solo logra algo aceptable.  Michelle Monaghan está totalmente desperdiciada, y mejor ni hablar de los demás que apenas se pasean frente a la cámara sin gracia alguna.

La dirección y guión de Zoe Lister Jones está enfocada en dar un mensaje que en ser realmente interesante.  Un mensaje sobre el bullying por aquí, otro sobre el racismo por allá, un poquito de feminismo, y así durante sus casi una hora y algo los personajes sueltan perlas que la directora entiende que son más importantes que desarrollar al menos la trama.  Porque es que la trama no tiene ni se le espera.  El porqué deciden formar el grupo de brujas no es creíble y ya el grupo formado y con libro en mano, tampoco es creíble que con dichos poderes y motivos por el cual deciden juntarse, pues hagan lo que hagan.

Puntos a favor que tiene la película es su particular primera mitad donde a pesar de sus defectos, el progreso, como ya habíamos mencionado, del personaje de Spaeny se desenvuelve y tiene un ligero desarrollo que invita a querer conocerle un poquito más.  Además de su actuación la cual es bastante convincente.

Veredicto

“The Craft” es un remake de una mala película de culto que no hace mas que pasar desapercibida como lo hizo “Black Christmas” en su momento.  En vez de ir un poco más hacia el desarrollo y hacer algo más grande en cuestión de historia donde puedan crear todo un universo de brujas, pues optaron por ir a lo ya visto y explotar (una vez más) la nostalgia.

4 / 10

Para nadie es sorpresa que HBO mantiene una calidad en sus productos bastante buena.  La casa que creó a “Juego de Tronos”, “Chernobyl” y “Westworld” no se le puede negar que apuesten por hacer algo malo y de poca calidad visual.  O tiene las dos o tiene una.  “Lovecraft Country” no es la excepción.

Esta serie creada por Jordan Peele, quien ha demostrado ser un fan del genero del terror y fantástico, además de saberlo manejar a la perfección, ha logrado una serie bastante entretenida, con unos momentos sorprendemente grandiosos pero con una calidad argumental de un coco.

Atticus Black, interpretado por Jonathan Majors, se embarca en un viaje por la carretera junto a su amiga Letitia, interpretada de forma magistral por Jurnee Smollet-Bell y uno de los mejores pilares de la serie, y su tío George (Courtney Vance), con el objetivo de encontrar a su padre que ha desaparecido.  Todo esto en los años 50, donde el racismo estaba a flor de piel donde el negro era considerado una basura.  Hasta ahí todo va bien, pero el fallo llega cuando acabamos el primer capítulo y nos damos cuenta que el argumento se ha acabado.  Aún nos quedan 9 capítulos más donde las cosas empiezan a suceder pero sin motivo alguno (aunque sigan insistiendo en que saben cual es el motivo).

¿De qué nos sirve la casa fantasma? ¿El propósito del policía realmente es el que vimos en el capítulo nueve? ¿Para que son todos esos viajes a todas partes si podían ir directamente al portal? ¿Por que Christina les pone a dar vueltas si ella ya sabía lo que necesitaba? ¿Para que nos cuentan la historia de Corea de Atticus si no influye en nada? Y así pasamos la temporada completa, preguntándonos si realmente vale la pena lo que nos están desarrollando.  Eso sí, con un estilo pulp bastante divertido que, como hemos mencionado, hace que sea muy entretenida al punto de querer saber un poco más de este extraño mundo y sus personajes.

Otro de los defectos, y este es bastante marcable, es la selección musical y el discurso anti racista que tiene, el cual por momentos cansa.  Aquí no existe un solo blanco bueno y no es mentira.  Todos los personajes blancos que salen, son malos o despreciables.  Y en cuanto a la música, pues que decir, en medio de los años 50 tenemos una canción de CardiB que nos sacó totalmente de la escena.

Visualmente: muy bien.  Interpretaciones: correctas.  La puesta en escena: de lujo.  Aun con sus locuras, la representación de la época es magistral.  No podemos decir que sea buena porque entretiene, aunque no sepamos qué está pasando.  Se queda corta y como un producto aceptable casi tirando a mediocre.  Lamentablemente.  Si llega a tener una segunda temporada (ya que fácilmente el final de temporada cierra la mayoría de arcos), pues esperamos que mejoren el guión.

Veredicto

No hay dudas de que las ideas son buenas y de que el apartado técnico es excelente, pero por momentos es confusa, poco sutil y muy lineal.

5 / 10

Para nadie es sorpresa quién es Borat.  Su popularidad es increíble y todo por una película que se ha convertido en ícono inmortal del cine.  Y es que su primera parte causó un revuelo tan grande que metió en problemas diplomáticos a Kazajistán, algo que todavía al día de hoy no pasa desapercibido.

Para quien no sepa como va el asunto con las comedias del actor Sasha Baron Cohen, pues les explicamos: este se disfraza de un personaje, en su mayoría bastante exagerado y controvertido pero muy creíble y realiza bromas a los más incautos en cámara oculta.  Su humor busca humillar y burlarse entre la obviedad y lo absurdo.  En esta secuela de Borat el único cambio que tiene es el de utilizar a su falsa hija Tutar, interpretada por Maria Bakalova.  La actriz es la razón y el punto fuerte de este filme, y el actor lo sabe por lo que le da los mejores momentos para que la chica lo desarrolle a su gusto.  Desde ir a un pequeño congreso de mujeres cristianas para hablar de la masturbación hasta dejar en ridículo al abogado de Donald Trump y ex alcalde de New York.  En cada escena donde la joven chica se cruza, se busca recrear el modelo de la mujer americana que apoya la administración de Trump y el sector más conservador.

Es difícil calificar esta película porque su humor no es para todos, tampoco es que amerite un guión lo suficientemente elaborado y su puesta en escena como falso documental puede tener todos los fallos del mundo pero eso puede ser adrede o no.  La verdad que hemos pensado mucho esto porque después de analizarla detenidamente, la película es suficientemente sostenible y entretenida.  No se va con rodeos y su humor, aunque como mencionamos, puede que no te haga reir pero si al menos lograra sacar una sonrisa de sorpresa porque los protagonistas van a terrenos que rara vez son tomados en cuenta en el humor.

Al final el objetivo del chiste con Tutar no es exagerado y tiene un significado.  Su sacrificio no es otro que dejar claro cuales son las mujeres y hombres que tienen voz en la administración de EUA actual.  Borat es escuchado cuando levanta la voz con mensajes racistas y machistas, mientras que en el caso de Tutar es ser entregada al poder, y para eso debe cambiar su cuerpo (la escena con el cirujano), y cambiar de pensamiento (las escenas en el baile, el grupo conservador y la influencer con un sugar daddy).  La ironía llega no solo con un final controvertido y explosivo, sino cuando dejan claro que las mujeres son más libres en Kazajistán.  Aquí es donde todos los chistes tienen sentido.

Veredicto

Borat 2 (con su nombre bastante largo) es amena y bastante alocada.  Tiene sus momentos brillantes pero no como la primera parte.  Poco se puede hablar de forma técnica de una película que poco le importa todo.

6 / 10

Grata fue la sorpresa el año pasado al ver que Amazon apostaba por una nueva serie de superheroes basado en unos comics creados por Garth Ennis (aquel hombre que creo “El Predicador”) y llevado a la television por Eric Kripke (el creador de “Supernatural”), porque este pedazo de series de 10 episodios tenia un humor bastante negro, personajes bien definidos y con un excelente desarrollo, una trama oscura pero bastante interesante y todo un apartado increible que despertaba conocer mas y mas sobre este universo.  El éxito estaba asegurado, de eso no había duda.

Ya la segunda temporada se ha estrenado (y terminado) y tuvimos que esperar Viernes tras Viernes para poder verla en su totalidad, porque Amazon ha apostado por un formato episódico semanal, algo que hacía que la serie se sienta desdibujada por momentos ya que su creación, obviamente, no ha sido para eso, pero ¿daña la experiencia? Si.  ¿Es culpa de la serie? Para nada.  Por esa razón lo mencionaremos como una queja personal.

Ahora bien, en esta temporada se confirma que los creadores han hecho sus tareas.  Han tomado puntos fuertes de otras series famosas y la han adaptado a su formato.  La fotografía y la estética triste y oscura a pesar de los momentos alegres.

Por otro lado tenemos el gore, que hay que mencionarlo como si fuese un atractivo, porque es increíble la cantidad de escenas violentas y la creatividad de sus creadores para destrozar el cuerpo humano.

Más allá de eso la única pega que podemos encontrarle a esta temporada es la pérdida de rumbo de los personajes, algo que lamentablemente puede afectar a futuro a la serie completa.  Si en la primera temporada teníamos claro que motivaba a Hugh estar en el equipo, aquí es un poco ambiguo.  Lo mismo sucede con Frenchie e incluso con algunos héroes como A-Train.  Nos resulta algo curioso que sean los más buscados de EUA pero Hugh pueda juntarse en un parque con Starlight, o que Butcher salga a visitar a un familiar.  Lo mismo con los héroes, porque sabemos que hay muchos más retirados o que no están en Vought, pero, ¿dónde están? ¿qué pasa con ellos?

Eso sí, las actuaciones son de primera línea.  Todos, pero absolutamente todos, destacan y son creíbles en sus personajes, pero quien se roba la pantalla con cada escena es Antony Starr como el maldito Homelander.  Es un personaje lleno de capas que lo hace cada vez más interesante, y el registro actoral de Starr es aún mejor, porque pasa de la ira descontrolable a la vergüenza ajena en cuestión de segundos.  La escena de la cabaña con aquel héroe que puede transformarse en quien quiera y Homelander es la prueba de ello.

“The Boys” sigue siendo un ejercicio bastante interesante y una serie que merece su visionado.  Su ácida crítica es increíble, sus personajes agradables y su trama bastante entretenida, y aunque tiene sus puntos flojos en esta temporada no daña en ningún momento la experiencia.  Entra a la lista de lo mejor del 2020 y de las mejores series actuales.

Veredicto

Encuentra la manera de mantener el ritmo de la primera temporada y profundizar en su desarrollo.  Es más ingeniosa, aguda, crítica, cínica, y bastante oscura.  A pesar de tener momentos flojos en su desarrollo, no daña ni un poquito la experiencia con el espectador.  ¿la pregunta es si mantendrá el mismo interés para las siguientes temporadas? Pues por lo visto, la respuesta es sí.

Tuvieron que pasar más de 20 años para poder ver a lo que se refería Rufus (el personaje interpretado por George Carlin.  Que en paz descanse) de que los jóvenes Bill y Ted salvarán al mundo con su música.  Y es que la película tiene una estética de televisión algo incómoda, por momentos se siente que Keanu Reeves no recuerda cómo era su personaje, pero vamos, que son Bill y Ted.

Excelente!: Cómo ver Bill & Ted Face the Music en video bajo demanda - CNET  en Español

A pesar de que las películas de estos dos personajes carecían de cierta calidad cinematográfica, el divertido guión y los increíbles personajes eran suficientes para tener garantizados buenos momentos.  Ahora mismo, una tercera parte es un poco extraña porque hablamos de que las anteriores eran dos chicos menores de 25 años que estaban muy despistados y viven unas aventuras temporales.  La gracia de Reeves en ese entonces era demasiado contagiosa, y aunque ahora también lo es, se consigue mientras avanza la película y no desde que vemos a los personajes como las dos primeras entregas.

Y creo que esta razón es por la cual el guión de Chris Matheson es coherente, porque no opta por tirar a la nostalgia con dos personajes ya muy mayores e inocentes.  Va por un camino, que incluso es algo profundo (el hecho de que los enemigos sean los mismos Bill y Ted como alusión a que somos nuestros peores enemigos cuando nos culpamos de algo).

La música es bastante genial, como siempre, y agradecidos estamos de que el soundtrack incluye a bandas como Mastodon o Lamb of God.  Por otro lado los personajes femeninos que hacen de las hijas de Bill y Ted, al inicio pensamos que serían un intento de copia barata pero que equivocados estamos y han sido necesarios y bastante divertidos (la transición de las chicas y sus padres está hecha con mucho cuidado y detalle) llevando estos personajes con mucha soltura con una Samara Weaving genial y que aún Hollywood no ha visto el potencial de esta chica y Bridgette Lundy que se roba cada escena.Bill & Ted Face the Music': Decoding the 'appropriate' rocking finale

“Bill y Ted: Face the Music” no es perfecta, pero tampoco lo intenta.  Está creada con mucho cariño y busca darle conclusión a la historia de estos jóvenes y a tirar un poco de comedia inocente en estos tiempos, lo cual se agradece mucho.  Y qué más da, si tenemos un tour por el tiempo con los mejores intérpretes de cada historia y a la muerte tocando el bajo.  ¿Podemos pedir más?

Veredicto

“Bill y Ted: Face the Music” es tonta e inocente, pero muy entretenida.  Una comedia ligera que busca tener un espacio entre tanto humor salvaje y en medio de una situación mundial.  Cierra la historia de estos dos jóvenes músicos y aunque tiene cierto aire de película televisiva, es lo bastante divertida para pasar por alto esos detalles.

7 / 10

El mundo del zombie se ha creado en distintas épocas, con distintas connotaciones, en distintos países y con distintos géneros.  Ya parece un mal recuerdo aquella “Living of the Dead” de George Romero que fue pionera y sentó las bases.  Ahora toca el turno de #Alive, película de Corea del Sur sobre una invasión zombie y un chico que busca salvarse a como dé lugar.

Oh-Joon Wo es un youtuber que un dia se levanta y se topa con una invasión zombie.  Sin poder salir de su casa, ya que en la puerta, literalmente está inundada de estos infames personajes, no le queda de otra que buscar sobrevivir con lo poco que tiene.  A esto se le suma una vecina que estará pasando la misma situación y que conectará rápidamente con el protagonista.  Primero debemos destacar el uso interesante de los personajes.  Los Yoo Ah-in (Burning) y Park Shin-hye (Península) cargan con la película sin problemas y eliminan lo que es el componente romántico, algo que es muy común en este género.  Lo segundo es hacer un excelente paralelismo con la situación actual del coronavirus y el #QuedateEnCasa.

International Box Office: Korea's #Alive Tops $10M; Onward Leads Soft UK  Reopening – Deadline

La historia está íntegramente relatada en un apartamento.  Exclusivamente en una habitación, y aunque de vez en cuando la cámara sale junto con nuestro protagonista, parte del desarrollo se va ahí, y eso no es nada fácil, pero esto no juega a su favor, porque muchas veces al ver cómo el joven protagonista da vueltas por la casa una y otra vez, sin hacer absolutamente nada, llega a cansar en algunos momentos y hasta ilógico puede ser (principalmente en su segundo acto).

Poco se puede decir de un producto ya antes visto, pero bien llevado.  Es muy entretenida y es corta.  Por momentos da la sensación de tener algo más que contar (entendemos que querían hacer algo más con la mujer policía) pero en sus 98 minutos poco se puede hacer.

Veredicto

Entretenida película de zombies que a pesar de no aportar nada nuevo (como han hecho otras hace poco tiempo) no dejará momentos al aburrimiento.  Sus protagonistas son certeros y su apartado de terror impacta, aunque no causa el desasosiego que debe tener este tipo de filmes.

6 / 10

Seamos sinceros, “Enola Holmes” es un entretenimiento sin muchas pretensiones, directo y con buenos recursos.  En ningún momento la película se siente que baje, aunque sea por un momento su calidad.  Pero cuando se trata de ver más allá, nos damos cuenta que le faltan muchas cosas.

Millie Bobby Brown desea hacer "Enola Holmes 2"

El filme funciona como una excelente película juvenil y por suerte Netflix sabe eso, por lo que se ha centrado en orientarla a ese público, logrando que algunos de sus trucos narrativos más ligeros y condescendientes funcionen a la perfección.  Donde (irónico pero cierto), los misterios, los puzzles detectivescos y las resoluciones son reducidas a una mínima y destacando más el humor ligero y la aventura.  Porque de eso si está llena “Enola Holmes” de una aventura llena de humor que carece de una originalidad pasmosa.  Por momentos parece una película hecha con varias escenas de otras películas y donde llevan a nuestra protagonista del punto A al punto B.

En cuanto a casting pues poco se puede decir: Millie Bobby Brown desayuna a todos los actores que aparecen en pantalla y tiene un carisma grandioso, llevando la película en sus hombros.  No podemos decir lo mismo de Helena Bonham Carter que apenas tiene un cameo (es hasta ridículo la cantidad de escenas que tiene en pantalla y para colmo tan cortas), Sam Claflin con un personaje exageradamente mal hecho para poder justificar ciertos mensajes y un Henry Cavill que parece Superman con traje de época (hasta ahora son pocos los directores que han logrado que este joven se salga de ese personaje y se meta a otro), que solo esta para decir unas palabras y ser el personaje pasivo ante Enola.

Enola Holmes' y las mil y una caras del detective más famoso del mundo

El guión, inexistente, muchas veces (demasiadas veces) juega con romper la cuarta pared, metodo que al director Harry Bradbeer parece causarle gracia pero que no sabe aplicar, porque nuestra carismática protagonista nos habla durante la película COMPLETA.  Y lo interesante de esta herramienta es que de vez en cuando el personaje pasa a formar parte de la incredulidad del espectador.  Dos ejemplos que nos llegan rápidamente a la cabeza es de la serie Fleabag, cuando algún personaje le responde a la protagonista con un humor rancio, un comentario cargado de machismo o simplemente algo que sabemos que es mentira y el personaje nos mira en pantalla para hacer un comentario, que, efectivamente pensamos o en la película Deadpool cuando el personaje nos dice la idea que tiene en mente y como en su idiotez cree que funcionara.

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Como punto aparte no podemos dejar pasar los dardos feministas que la pequeña joven va soltando en toda la película y que muchas veces se sienten fuera de lugar, al igual que todo el apartado moderno que Netflix hace gala y que en vez de tener un agregado interesante, parece un panfleto sociopolítico que repite ciertas frases cada 5 minutos de metraje.

Luego, la música está ahí, hermosa fotografía y un diseño de producción muy bien logrado (eliminando por supuesto algunas licencias modernas que Netflix se toma a la hora de crear un producto).

Veredicto

En resumen, “Enola Holmes” es un producto con una caja bonita pero vacio por dentro.  Su historia tiene demasiados agujeros para poder disfrutarse y el recurso narrativo da la sensación de estar ahí para poder tapar las carencias de un buen guión.  Por otro lado las actuaciones son planas y solo Millie Bobby Brown destaca ante un abanico de actores que apenas salen en pantalla.

5 / 10

La nostalgia es algo grande y si no que se lo digan a Akiyoshi Hongo, creador de Digimon.  Y es que si uno vuelve a ver la clásica aventura de Tai y sus amigos hoy en día, no solo encontrará los miles errores que trae el anime sino que puede ser que haga gala de la falta de narrativa que tiene.  Y ojo, sabemos que el público orientado es el infantil, pero su competencia directa, Pokémon, no carecía de estas fallas argumentales.

Dicho esto, es difícil medir el remake de Digimon con una nueva capa.  Primero que nada, lo bueno.  Volver a ver a Tai, Izzy, Hikari y los demás “niños elegidos” es una sensación bastante agradable y la historia está muy bien adaptada para los tiempos modernos.  Donde antes el único que tenía acceso a interactuar entre el mundo digital, el mundo humano y la base de datos era Izzy con su computadora, ahora hasta Matt se ve afectado por algún conocimiento digital al incluir los celulares.

Por otro lado, la música a cargo de Toshihiko Sahashi es increíble.  En vez de irse por el camino infantil, con tonalidades variopintas como todo Shonnen, optan por irse a un camino más maduro incluyendo un soundtrack de percusiones, violines, guitarras y demás.

Donde carece el problema de la serie es en su historia, que por la necesidad que tienen de no hacer lo mismo, la historia se siente apresurada.  No tenemos ni 10 minutos del primer capítulo y ya Tai y Agumon estan en pie de lucha.  Apenas vamos por el capítulo 3 y ya tienen una evolución master.  El anime anterior en ese aspecto brillaba, porque le daba el tiempo necesario para cocinarse (vimos la primera evolución de Agumon casi a los 5 capítulos y la master la vimos en la segunda temporada dando una evolución errónea anteriormente, haciendo que brille el desarrollo de Tai en un arco narrativo bastante interesante).

Por otro lado está el desarrollo de los personajes.  Tai es el más guay y la serie no se molesta en mostrarnos eso, haciendo que sea el personaje que todo lo logre.  Pero al mismo tiempo hace lo mismo con Matt, segundo personaje muy querido y que le dan todas las herramientas para destacar sin molestia alguna (en su primera aparición es con el digimon evolucionado y encima del mismo, como si fuese algo normal).

Veredicto

Al final Digimon Adventure Remake es bastante entretenida y nostálgica, que puede gustar a los más jóvenes y los fans acérrimos, pero no en aquellos que una vez fuimos fans de la primera y esperábamos ver un remake en condiciones como se logró con Ranma ½ o Sakura Card Captors.