Cuando anunciaron que Andy Muschietti sería quien dirigiese The Flash, muchos nos quedamos con algunas dudas porque el director argentino es más conocido por hacer terror.  De hecho, se le conoce más que nada por el remake de “It”, película de terror basada en el libro de Stephen King.

Así que sin duda, hablar de The Flash es un poco espinoso porque el filme ha pasado por tantas situaciones (como es costumbre en DC) que realmente hacen sorprendente que se haya estrenado.  Y es que contar todo lo sucedido en Warner/DC desde que iniciaron con Man of Steel (si, porque de alguna forma está conectada a ella) hasta la fecha, no se puede hacer en dos párrafos de una reseña.  Pero a lo que vinimos, ¿a pesar de todo, que tal es Flash?


Tomando en cuenta lo antes mencionado, y entendiendo cuál es el camino que está tomando DC, pues, la verdad que el filme no está nada mal.  De hecho, pensé que sería peor.

El filme está basado en el arco Flashpoint, que es donde Flash para poder salvar a su madre de la muerte, y salvar a su padre de la cárcel, decide viajar al pasado para evitar la muerte de su madre.  Pues aquí, aprovecharon el momento de Justice League de Zack Snyder en el que viaja al pasado para que el personaje se diera cuenta de esta habilidad y lo intente, algo que conecta directamente con aquella película.  Al viajar al pasado, obviamente Flash cambiará lo ocurrido y esto traerá consecuencias desastrosas que no solo afectará al nuevo mundo a que ha llegado, sino que también afectará de donde él viene.

Quitando en medio la controversia que empaña al actor, Ezra Miller es un buen actor, pero la verdad sea dicha: el personaje de Flash no va con él.  No se como Snyder cayó en que sería buena idea, o si lo que el director veía era otra cosa, pero Miller no tiene la gracia inocente que tiene el personaje y mucho menos el carisma, por lo que se nos pasea durante todo el metraje con cara de palo y de vez en cuando sonriente haciendo chistes, y es más cuesta arriba cuando tenemos otro personaje interpretado por él mismo pero “más divertido” según ellos.

Las actuaciones que realmente convencen y gustan son las de Michael Keaton como Batman (si, aquel Batman de 1989) al que se le da un cierre digno e interesante, y a Sasha Calle que es una lastima que no se explote muchisimo mas en DC.


En efectos visuales pues lo típico de este tipo de películas de superhéroes.  Hay mucho cgi, que en DC parece que no saben cuadrar bien, así que por un lado tenemos escenas que se ven bien y otras que se ven algo feas, pero por suerte no dañan nada la experiencia.  La fotografía de Henry Braham, quien es un amigo de James Gunn y trabajó en “Guardianes de la Galaxia Vol 3” o “The Suicide Squad”, le da suficiente colorismo como si de un cómic se tratase.  La música por otro lado va entre lo épico a lo dramático, manteniendo la línea y sin ser algo exagerado, lo cual se pasa bastante bien.

Pero, lo más importante obviamente para muchos (incluyéndome) es el guión y la pregunta es: ¿al menos el guión es lo suficientemente bueno para mantenernos durante 2 horas pegado a la pantalla? Increiblemente SI.  Obviamente y teniendo en cuenta que el filme sabe mantener un balance entre el humor y el drama, no exagerando en ninguna de las dos.  Además de que, aplicando la lógica de su mundo, pues es bastante coherente (hablamos de un tipo que corre rápido y viaja al pasado, así que, no es que esperemos sentido común científico).

Como siempre aparecerán detractores que dirán que no es cine y esas cosas, y es una lastima que solo crean que el cine debe ser un arte exclusivo de directores de renombre, pero no es así, y The Flash es un entretenimiento cinematográfico bastante divertido y que cumple como blockbuster para este 2023.  Claramente no es la película del año y aunque tal vez eran las intenciones de DC, lamentablemente no lo consigue, pero si consigue ser parte de una buena película del verano para ver, reír y disfrutar.