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El caso del director Jordan Peele es un caso interesante.  Es un director que se le ama o se le odia, pero no hay partes medias, y lo mismo pasa con sus películas.  En esta ocasión, “Noup” no es la excepción y cuenta con las mismas críticas dispares por parte del público.

Primero debemos dejar claro que el género del “terror” u “horror” va más allá de un ente paranormal matando personas, o algún asesino loco, o una casa embrujada.  De hecho, puede ser tan amplio como los subgéneros que tiene la música metal en donde la más mínima inclusión de algún elemento nuevo puede abrir la puerta a otro género.  Jordan Peele juega mucho con las inclusiones de otros géneros dentro de su cine.  Todas convergen en el terror psicológico, y en el caso de “Noup” también tiene ciencia ficción, algo de aventura y un poco del característico humor del director y de paso, de sus respectivas críticas.

En “Get Out” criticaba abiertamente el racismo, donde en resumen, los blancos quieren ser dueños de los cuerpos de los negros por sus condiciones físicas y dejándolos a ellos como meros espectadores, pero en “Us” (“Nosotros”) la crítica iba hacia el privilegio americano, donde criticaba de forma contundente las clases sociales y en donde dividía a las mismas personas por ello.  Aquí en “Nope” la crítica es, y valga la ironía, la necesidad de querer convertir todo en espectáculo y como vivimos en una sociedad carente de criterio y de consumo rápido y fácil.

El estilo del director es el de siempre.  Un estilo único, bien cuidado, lleno de colores y matices, de hermosos encuadres geométricos y actuaciones multifacéticas.  Donde el timing del terror y el humor está medido al milímetro.  Su estilo no busca el miedo fácil por algo que apareció en pantalla, sino que busca el horror en el miedo generalizado de que estamos viviendo en ello.

Decir de qué trata es desvelar mucho, e invitar a ver el tráiler es dañar momentos que son mejor verlos en el filme (por eso solo voy a poner aquí debajo el teaser).  Esta película en realidad ofrece un cuestionamiento irónico de la idea de espectáculo, de la peligrosa relación que hemos desarrollado con aquello que desafía nuestra razón y que queremos controlar y mercantilizar. Nos invita a hacernos varias preguntas: ¿hasta qué punto es ética nuestra insaciable afición por la imagen?, ¿hasta dónde podríamos llegar para documentar con los ojos o la cámara aquello que trasciende lo ordinario? Es por la naturaleza de estas preguntas que «Nope» debería entenderse por lo menos en un doble plano.

El director estira el esquema clásico del cine de intriga y sostiene las dudas del espectador hasta bien entrado el segundo acto. Hasta entonces, solo vemos, oímos y -sobre todo- intuimos pedacitos de una historia. Todo perfectamente aderezado con muy buenos diálogos, grandes personajes, brillantes toques de humor y un uso magistral del sonido. El desenlace del segundo acto es antológico. Las dudas se disipan en cuestión de minutos. En el tercer acto la película ya va lanzada y su formalización es, a mi modo de ver, lo más convencional del film.  Porque Peele, lo mismo que está criticando lo establece aquí para que el espectador sienta el engaño y de paso, la burla del director.

“Nope” es sin duda una interesante película que invita al espectador a pensar, analizar y ver mas allá de lo convencional para leer lo que el director establece.

Veredicto

Nope es sin duda un trabajo formidable que esta lleno de lecturas interesantes, sin embargo entre las tres de Jordan Peele, se siente como si buscara llenar el metraje de metaforas que contar una historia, aunque lo extraño es que esto pueda ser parte del juego.

7 / 10

A menudo, una película te dice lo que es con su primer plano. “Malignant” lo hace. “Candyman”, por poner más ejemplos recientes sacados del mismo género, también. El primer plano de X entra en el mismo saco. Un plano fijo que mira desde el interior hacia el exterior, con el umbral enmarcando la escena en un deliberado aspect cuadrado, similar al 4:3 de los televisores antiguos. Este umbral, desde Ford en «Centauros del desierto» hasta el día de hoy, es utilizado para marcar el límite entre dos mundos, y aquí el simbolismo es parecido. Realidad y ficción, presente y pasado.  El mensaje es claro: recreamos una época que ya no volverá.

X está por encima de la mayoría de slashers dándole profundidad a un género que no destaca por ello.  Ti West, el director, hace más que homenajes a los géneros (slasher y pornografia) de finales de los 70´s y gran parte de los 80´s.  Su historia no es novedosa, pero su forma de contarla es interesante.  Unos jóvenes cineastas se proponen dirigir una película pornográfica en una zona rural de Texas, lejos de toda civilización.  Estamos en 1979 cuando la pornografia era vista con ojos desaprobatorios pero lujuriosos, y donde unos ancianos atrapan en el acto a este grupo para hacer las cosas un poco más difíciles.

Todo en X está tratado con un gran mimo, detalle y respeto. Se aprecia en cada plano que todos los involucrados saben muy bien lo que se traen entre manos, que no es otra cosa que un maldito espectáculo jocoso, vicioso y depravado de sexo y sangre, no exento de toques de humor negro.

La fotografía de Eliot Rockett emula mucho esos filmes, mientras que el montaje ayuda muchísimo para que los personajes puedan desarrollarse con libertad y el desarrollo de ellos y de la historia, funcione mucho mejor con un buen guión.  En las actuaciones Mia Goth y Jenna Ortega (no la actriz porno, ojo con eso) son espectaculares, mientras que Kid Cudi y Stephen Ure no se quedan atrás.

En la película hay un trasfondo referente a la vejez y al sexo obviamente, pero no solamente desde lo cliché como motivo de muerte en la gran mayoría de slashers desde la llegada de Halloween de Carpenter. El deseo sexual también se retrata desde la perspectiva de los villanos y su condición de decadencia física al tratarse de personas ya muy mayores. Este es otro punto importante. Ti West hace lo posible por darles dimensión a los antagonistas, usándolos como vehículo para el tema central de la película que es el miedo a la vejez y la decadencia además de la melancolía por la juventud.  Por lo que no estamos ante cualquier película de terror.

En definitiva, X es una buena película de terror que cumple y que fácilmente puede caer entre lo mejor de este año sin mucho esfuerzo.

Veredicto

Entrando en los filmes de slashers, Ti West trata de darle un significado a un genero que tenia poco o nada.  Con buenas interpretaciones, un buen montaje y una puesta en escena bien cuidada, el filme consigue y cumple con creces su objetivo.

7 / 10

Ya hemos hablado varias veces de que los superhéroes también se jubilan y evidentemente Tom Holland sabe que no puede interpretar al adolescente Peter Parker para siempre. El actor que por ahora se enfunda el traje de Spider-Man para el Universo Cinematográfico Marvel está en plena campaña promocional de su otra nueva película para Sony, ‘Uncharted’, que podría acabar convirtiéndose en otra franquicia de éxito en la gran pantalla. En una entrevista concedida a Esquire Middle East, Holland ha dejado claro que tiene una responsabilidad no solo con el personaje, también con el público, y que no tiene pensado en continuar en esta saga después de los 30, fecha límite para pasar el testigo.

«Básicamente, lo que quería decir es que si tengo 30 años y sigo interpretando a Spider-Man y no le he pasado el testigo a Miles Morales o Spider-Woman o algo más diverso, entonces habré hecho algo mal, en términos de las obligaciones que tengo para con el personaje», dice Holland, que ahora tiene 25 años. Por ahora será el único de los tres Spider-Man del cine que hará más de tres películas en solitario, pues ya se ha anunciado que una cuarta entrega del trepamuros está en fase de desarrollo, y esta sí, teniendo en cuenta que tardará unos dos años en llegar a salas, podría ser la última si se mantiene fiel a la meta que él mismo se ha propuesto.

En la entrevista, Holland estaba hablando de lo difícil que había sido para él cambiar el chip del adolescente despreocupado de Peter Parker que lleva tanto tiempo interpretando al de Nathan Drake, al que describe como: «Un joven seguro de sí mismo, fuerte y de unos 25 que no encaja exactamente con quien soy yo. Para mí interpretar a este personaje fue bastante abrumador, porque a veces me parecía que solo estaba fingiendo».

El próximo 11 de febrero se estrena “Uncharted” interpretada por Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas.  Dirigida por Ruben Fleischer (Zombieland).  La película nos presenta a un astuto ladrón que es reclutado por el veterano cazarecompensas ‘Sully’ Suvivan para recuperar la fortuna perdida de Fernando de Magallanes 500 años atrás.

La película Flow Calle, dirigida por Frank Perozo, y con un elenco compuesto por dominicanos, colombianos y puertorriqueños será estrenada el próximo 24 de marzo.

En la película toman parte además de la colombiana Farina, Shalím Ortiz, Clarissa Molina, Zion, Lenny Tavarez, David Maler, Kiko el Crazy, Chelsy, Gabriel, Molusco, Yandel, Celinés Toribio, Caroline Aquino, Brea Frank, Luz García, El Nagüero y Mozart la Para, entre otros.

La cinta, protagonizada por la cantante antioqueña Farina, muestra la vida de ‘Queen Yizelle’, una joven nacida en un barrio humilde de Santo Domingo y con raíces colombianas.

Yizelle nació en Los Mina. Su papá Sergio siempre le repetía que del barrio solo se sale siendo pelotero, cantante o muerto. Ella decidió cumplir ese sueño: Ser la mayor exponente del género urbano. Sin embargo, lo tiene todo en contra: Su padre muere, su hermano »Micky, El Mago» es un delicuente que no apoya su decisión, los hombres de poder que la rodean solo quieren acostarse con ella, y sus amigas intentan convencerla para que caiga en el camino fácil.

La película podrá verse en las salas de Caribbean Cinemas.

Hollywood ha sabido sacarles partido a numerosas historias.  Desde las más rocambolescas como “Bad Education” hasta las más indignantes como es “El Juicio de los 7 de Chicago”.  Por eso cuando la directora Janicza Bravo decide hacer “Zola”, basada en un hilo de la red social Twitter (y uno corto de Reddit) pues las cosas eran claras: o salía totalmente mal o salía totalmente bien.

Para que haya algo de contexto, la película narra cómo una joven de nombre Zola, es engañada por una amiga para ser controlada por un proxeneta.  Como la veracidad de la historia, para muchos es nula, la directora basa su guión a una primera persona ya que todo lo que vamos viendo es desde el punto de vista de Zola y lo que es mejor, muchas veces rompe la cuarta pared para enmarcar uno que otro comentario de la situación dándole más énfasis en ella.

Esto logra que el guión sea genuinamente una maravilla llena de momentos que no sabemos si reír o llorar, y que en pocas escenas podamos tener unos buenos desarrollos de personajes combinados con un buen desarrollo de historia.

Técnicamente tampoco es que se quede atrás.  El tratamiento de la imagen y el color, consiguiendo también esa transición de tonos cálidos a fríos entre escenas, en función de lo que está sucediendo al momento es algo bien manejado.  Porque la fotografía, muy parecida a las películas de los 90 ‘s donde se destacaban las sombras y altas luces en la edición, mostrando el filme más onírico en su forma, pero también la importancia a la hora de tratar las emociones, la fotografía es esencial.  Porque ver a Zola, que la mayor parte del tiempo no está nada cómoda y eso se nota, tanto en su interpretación como en las paletas de colores y encuadres de cámara, es algo que debe ser OBVIO.

En lo narrativo funciona todo a la perfección en cuanto a manejo del tiempo narrativo, un drama grabado a modo de road-trip, pero permitiéndose licencias del mejor cine de suspense.  Las actuaciones por parte de las protagonistas son impresionantes, principalmente Riley Keough, cómo maneja el slang es para admirar.  Sobre todo, cuando se nos plantea su personaje al principio en el bar y en dos frases y una pausa de cámara, ya sabemos el contexto, y es precisamente eso lo que la hace buena; cuando se ve cómo trabaja con las elipsis y juega con ellas, donde es el espectador es quien rellena el contexto de todo sin darle explicaciones o detalles de sobra.

Zola es una de las mejores películas de este año y una gran sorpresa, que vale la pena disfrutar.

Veredicto

Un viaje por carretera salvaje que es tan divertido como los tweets en los que se basa.  Una película agradable e inquieta que es más interesante si cabe porque está basada en hechos reales.

7 / 10

Después de la increíble “Vengadores: Endgame”, para muchos el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha estado sin un rumbo fijo.  Los Eternals llegan para darle un punto a favor de los que piensan que ya esto anda sin rumbo.

En un género, como es el de superhéroes, donde día a día tenemos más y más producciones, es difícil, principalmente para Marvel, salir del cascarón donde los chistes y los colores, son parte de su identidad.  Originalidad no existe, pero es cierto que el público pide ver algo más refrescante.  Por esa razón “Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos” se sintió un poco “diferente”, porque nos sacaba totalmente del arquetipo de personaje que Marvel nos tiene acostumbrados.

Tampoco es que el género de cómics sea solo humor y acción.  Tiene para todo público, como es el caso de “Joker”, que contra todo pronóstico, se convirtió en una de las películas de orígenes más rentables y famosas del 2019.

Es por esa razón que Marvel apostó por Chloé Zhao para esta entrega.  La directora que tiene bajo sus brazos “Nomadland” y “The Rider”, ha logrado una película llena de hermosos paisajes, personajes carismáticos, el elenco de superhéroes más inclusivos y dinámicos hasta la fecha, y una puesta en escena reposada, pero con la gravísima falta de un guión que no se puede sostener.

Iniciando con un desarrollo penoso, porque los guionistas y la directora, se dan la tarea tratar de darles estructuras, a más de 6 personajes distintos, donde vemos sus dolores, sus alegrías, e incluso sus miedos, todo con escenas introductorias, flashbacks y diálogos un tanto insípidos, para culminar con que algunos de estos personajes no son relevantes ni en la trama ni en su universo (el UCM).  Esto hace que tengamos momentos que no aportan en el filme, pero tampoco ayudan a empatizar con ellos.

Mientras que en los Vengadores, cada uno además de tener su propia película donde se desarrollaban, todos eran igual de especiales para la trama poder continuar.  Dígase, que sin Hulk, tal vez Loki hubiese ganado, pero sin Thor, Hulk no hubiese aparecido.  Esto no sucede aquí.

Por otro lado tenemos el componente guión en la historia.  ¿Por qué seguimos viendo personajes antiguos que nunca hicieron acto de presencia en momentos claves cuando la tierra y el universo estaban en peligro? La historia está llena de lagunas dentro de su propio universo que es imposible conectar.  Quiere ser independiente de todas, pero al mismo tiempo no puede ser independiente.  Entonces, ¿para qué nos importa la historia de estos tipos? ¿Por qué deberíamos admirar, o al menos interesarnos por unos personajes que pasan mayor parte del tiempo escondidos?

El filme sacrifica dinamismo y la gracia de sus superhéroes, para cambiarlos por escenas donde estos celestiales hablan y hablan, ofreciendo lecciones de ética y moralidad, a un público que falta de adoctrinamiento.  Largas escenas donde hablan de la especialidad del humano, como el amor, la familia y otras cualidades que se hacen aburridas y vacías.

Los Eternals no pueden ni sostener una simple escena de pelea interesante, donde el momento de lucha y clímax pasa tan frío, que casi pensábamos que era una escena de pelea con un villano de turno, por la falta de epica.

Al final Los Eternals es un filme que no termina de arrancar y lo que es peor, es que tiene los elementos para ello.  Lamentablemente es una de las más flojas de Marvel y que deja en evidencia que sin su fórmula no son capaces de sostenerse.

Veredicto

Eternals es un desaprovechamiento para ampliar el UCM (Universo Cinematográfico de Marvel) y un intento fallido de querer irse por una vía menos cómica, que por lo visto, ellos no manejan del todo.  Se puede ver, pero no esperando que sea lo que nos tienen acostumbrados.

5 / 10

Es increible que esta sea la película número 59 de la factoría Walt Disney.  Cine de animación que ya a estas alturas todos conocemos y no necesita ningún tipo de introducción.  “Raya y el Último Dragón” es la película que nos ocupa, la cual tenía previsto su estreno en cines en el 2020 pero ya por condiciones que conocemos la tenemos en su plataforma de streaming.

Y es que el filme dirigido, principalmente por Don Hall y con un guión en donde participan un gran grupo de personas, no es nada original y es bastante predecible.

Ambientada en una ciudad ficticia (que parece ser China), nos trasladan a un suceso antiguo que como es usual, se volverá a repetir y que nuestros protagonistas tendrán que resolver.  Tampoco se nos escapa el drama paterno filial del que Disney siempre aboga, eliminando (cada vez más) el componente romántico.  Aquí, el filme consigue ser lo suficientemente interesante con el desarrollo de sus personajes, alimentándose de personalidad.  Raya es enérgica, decidida y bastante carismática, y sus objetivos son claros.  Lo mismo sucede con los personajes secundarios los cuales tienen un desarrollo bastante completo, en donde todos están unidos por los dos temas principales de la película: la hermandad y la confianza.  Tal vez quien carece un poco de desarrollo es el personaje de Namaari, quien a pesar de presentarnos con dudas e ideales influenciados por otro personaje, por momentos son poco creíbles.

En cuanto al apartado técnico pues ninguna sorpresa.  Disney tira la casa por la ventana y la animación es de primer nivel, destacando esos hermosos planos aéreos de esas increíbles ciudades que componen ese mundo.  Lo mismo sucede con la música de James Newton Howard en donde destacan esas partituras de piano bastante hermosas y que juegan mucho con la ambientación.

Como mencionamos anteriormente, su mayor defecto está en un guión que parece realizado para videojuegos, donde el “vamos a x lugar a buscar esto y luego ir a este otro lugar a buscar lo otro” resulte repetitivo y si a eso le sumamos que cada viaje trae consigo un personaje nuevo al que desarrollar, pues, la temática del videojuego está presente.

Veredicto

En resumen, “Raya y el Último Dragón” es una película bastante entretenida y con un hermoso mensaje, que lamentablemente no se escapa del guión fácil, pero que cumple las expectativas.  No es la mejor película de animación ni la mejor película de Disney, pero cumple.

6 / 10

El mundo del zombie se ha creado en distintas épocas, con distintas connotaciones, en distintos países y con distintos géneros.  Ya parece un mal recuerdo aquella “Living of the Dead” de George Romero que fue pionera y sentó las bases.  Ahora toca el turno de #Alive, película de Corea del Sur sobre una invasión zombie y un chico que busca salvarse a como dé lugar.

Oh-Joon Wo es un youtuber que un dia se levanta y se topa con una invasión zombie.  Sin poder salir de su casa, ya que en la puerta, literalmente está inundada de estos infames personajes, no le queda de otra que buscar sobrevivir con lo poco que tiene.  A esto se le suma una vecina que estará pasando la misma situación y que conectará rápidamente con el protagonista.  Primero debemos destacar el uso interesante de los personajes.  Los Yoo Ah-in (Burning) y Park Shin-hye (Península) cargan con la película sin problemas y eliminan lo que es el componente romántico, algo que es muy común en este género.  Lo segundo es hacer un excelente paralelismo con la situación actual del coronavirus y el #QuedateEnCasa.

International Box Office: Korea's #Alive Tops $10M; Onward Leads Soft UK  Reopening – Deadline

La historia está íntegramente relatada en un apartamento.  Exclusivamente en una habitación, y aunque de vez en cuando la cámara sale junto con nuestro protagonista, parte del desarrollo se va ahí, y eso no es nada fácil, pero esto no juega a su favor, porque muchas veces al ver cómo el joven protagonista da vueltas por la casa una y otra vez, sin hacer absolutamente nada, llega a cansar en algunos momentos y hasta ilógico puede ser (principalmente en su segundo acto).

Poco se puede decir de un producto ya antes visto, pero bien llevado.  Es muy entretenida y es corta.  Por momentos da la sensación de tener algo más que contar (entendemos que querían hacer algo más con la mujer policía) pero en sus 98 minutos poco se puede hacer.

Veredicto

Entretenida película de zombies que a pesar de no aportar nada nuevo (como han hecho otras hace poco tiempo) no dejará momentos al aburrimiento.  Sus protagonistas son certeros y su apartado de terror impacta, aunque no causa el desasosiego que debe tener este tipo de filmes.

6 / 10

La nostalgia es algo grande y si no que se lo digan a Akiyoshi Hongo, creador de Digimon.  Y es que si uno vuelve a ver la clásica aventura de Tai y sus amigos hoy en día, no solo encontrará los miles errores que trae el anime sino que puede ser que haga gala de la falta de narrativa que tiene.  Y ojo, sabemos que el público orientado es el infantil, pero su competencia directa, Pokémon, no carecía de estas fallas argumentales.

Dicho esto, es difícil medir el remake de Digimon con una nueva capa.  Primero que nada, lo bueno.  Volver a ver a Tai, Izzy, Hikari y los demás “niños elegidos” es una sensación bastante agradable y la historia está muy bien adaptada para los tiempos modernos.  Donde antes el único que tenía acceso a interactuar entre el mundo digital, el mundo humano y la base de datos era Izzy con su computadora, ahora hasta Matt se ve afectado por algún conocimiento digital al incluir los celulares.

Por otro lado, la música a cargo de Toshihiko Sahashi es increíble.  En vez de irse por el camino infantil, con tonalidades variopintas como todo Shonnen, optan por irse a un camino más maduro incluyendo un soundtrack de percusiones, violines, guitarras y demás.

Donde carece el problema de la serie es en su historia, que por la necesidad que tienen de no hacer lo mismo, la historia se siente apresurada.  No tenemos ni 10 minutos del primer capítulo y ya Tai y Agumon estan en pie de lucha.  Apenas vamos por el capítulo 3 y ya tienen una evolución master.  El anime anterior en ese aspecto brillaba, porque le daba el tiempo necesario para cocinarse (vimos la primera evolución de Agumon casi a los 5 capítulos y la master la vimos en la segunda temporada dando una evolución errónea anteriormente, haciendo que brille el desarrollo de Tai en un arco narrativo bastante interesante).

Por otro lado está el desarrollo de los personajes.  Tai es el más guay y la serie no se molesta en mostrarnos eso, haciendo que sea el personaje que todo lo logre.  Pero al mismo tiempo hace lo mismo con Matt, segundo personaje muy querido y que le dan todas las herramientas para destacar sin molestia alguna (en su primera aparición es con el digimon evolucionado y encima del mismo, como si fuese algo normal).

Veredicto

Al final Digimon Adventure Remake es bastante entretenida y nostálgica, que puede gustar a los más jóvenes y los fans acérrimos, pero no en aquellos que una vez fuimos fans de la primera y esperábamos ver un remake en condiciones como se logró con Ranma ½ o Sakura Card Captors.

La mejor actuación de Jackman durante toda su carrera” reza el trailer oficial de este filme, en donde al parecer varias personas han olvidado la sublime y magistral actuación de Hugh Jackman en “Prisioneros” de Denis Villeneuve y de la cual muchos, en ese entonces se alarmaron al no verlo junto a los demás nominados para los premios de la Academia de ese año.  No nos malinterpreten, que en esta película Jackman se maneja con solvencia y del cual solo la increíble Allison Janney puede ir a la par (Ray Romano hubiese podido lograr algo más memorable, pero su tiempo en pantalla y su personaje no le permiten dar mucho).  Porque Jackman lleva en sus hombros la película junto con la excelente historia.

Para estas alturas esperamos que se hayan dado cuenta de que somos fanáticos de las historias y los guiones.  Esos entresijos que manejan algunas historias, el desarrollo de la misma y de sus personajes, diálogos y un sin número de elementos, hacen que sean del disfrute para nosotros, y aquí se cumple con creces.

Basado en la historia (real) de un gerente escolar de Nueva York, que robaba parte del dinero público de la escuela de Roslyn para vivir lleno de lujos, es simplemente genial.  Es genial porque la cantidad de información que va dejando el guión, es la cantidad necesaria para que el espectador pueda ir armando el rompecabezas a su tiempo, sin dejar nada atrás y aprovechando cada momento de calma para hundirse en el desarrollo de Jackman.  Es decir, que por un lado va desarrollando la historia y por otro, cuando llegan los momentos suaves, se esfuerza en desarrollar al máximo al personaje, por lo que el resultado final es totalmente satisfactorio.  Conocemos la historia, vemos su progresión pero de paso vemos como el personajes cambia y entendemos su posición.

Su dirección es buena.  Su edición por igual.  La música compuesta por Michael Abels deja indiferente a cualquiera y así todo lo demás cumple pero no destacan.  HBO llega en muy buen momento para darnos un interesante respiro con un excelente drama, que pudo ser mejor pero cumple lo suficiente.

Veredicto

Hugh Jackman y Allison Janney logran unas actuaciones excelentes, las cuales están lejos de ser las mejores de estos actores (como ya se viene vendiendo).  El guión escrito por Mike Makowsky es increíblemente genial el cual retrata una oscura historia.  La dirección y su puesta en escena pueden resultar algo sobrios, pero es bien manejado y al menos se compensa con buenas actuaciones y buen guión.

7 / 10