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Otro año que se nos fue y ahora estamos frente a las ultimas semanas para iniciar el 2023. Como cada final de año, hacemos nuestra respectiva lista de las 12 mejores películas del 2022, y el cual el año pasado fue las 12 mejores películas del 2021.

Las mejores películas del 2022

Como siempre, para esta lista tomamos en cuenta algunos puntos los cuales este año han cambiado. A raíz de que hemos podido conseguir ver TODAS las películas ya que somos jurados de la 80 entrega de Globos de Oro, este año no habrá limite de fecha, pero si tomaremos en cuenta un punto importante y es que no estamos incluyendo algunas películas del 2021 que se estrenaron en cines en el 2022.  Después de esto, pues vamos a la lista de las 12 mejores películas del 2022.

The Banshees of Inisherin

Si llegaste hasta aquí es para ver porque esta película es la mejor del año 2022. Este filme es el ejemplo de como un buen guion, en conjunto de una buena dirección, y con buenas actuaciones, son suficiente para lograr mucho. Dos amigos de toda la vida viven en un pueblo pequeño, y un día cualquiera, uno de ellos va a visitar a su amigo quien de buena a primera y sin razón alguna, le dice que deje de visitarlo que ya no quiere su amistad. Sin saber porque ni que paso, el confundido (junto al espectador) ira desencadenando situaciones de lo mas variopintas para investigar que sucede.

Es un filme conmovedor como estudio de la soledad masculina y de la ira contenida de las personas. Destapa muchas cosas a través de la observación y la reflexión, principalmente sobre las emociones, ser compasivo y sobre todo, la esperanza.

All Quiet On The Western Front

Remake de un clásico de 1930, que al mismo tiempo esta basada en una obra literaria, “Sin Novedad al Frente”, como se le conoce en español, es una de las mejores películas bélicas de la actualidad y una de las joyas absolutas que se pueden encontrar en la plataforma de Netflix. Cine alemán en su totalidad, toma la historia oscura y la hace mas oscura, captando de forma conmovedora la humanidad de los soldados, convirtiéndose en una obra consistente y profunda.

The Sea Beast

Una excelente historia, mostrando una animación genuinamente deslumbrante mientras ofrece varios mensajes totalmente poderosos. Un filme sobre desafiar lo convencional y conservador, averiguar las cosas por si mismo y aprender a cambiar para adaptarse. Es una buena aventura que no pasara desapercibida desde que inicia hasta que acaba y que deja un excelente sabor de boca a los espectadores de cualquier edad.

The Fabelmans

Película autobiográfica y bastante personal del director Steven Spielberg, que narra como un adolescente encuentra el cine como un medio para poder desahogarse y su amor por el mismo. Buenas actuaciones por parte de Michelle Williams y Paul Dano (que esta mejor que en The Batman, que es mucho decir), con una que otra escena con un Seth Rogen que parece querer pisar otro terreno y dejar las comedias alocadas de la que ya es costumbre. Visualmente es hipnótica, con un guion solido y con una puesta en escena de Spielberg, quien es un narrador por excelencia.

The Menu

El director Mark Mylod ya tiene experiencia con criticar fuertemente a la clase rica y poderosa, con su participación en Succession, una de las mejores series actualmente. Aquí vuelve a la carga, no solo con una critica siniestra a los ricos y al capitalismo, sino a los influencers, a las redes sociales y a los “fandom”, en varias alegorías y parábolas bastante interesantes. Anya Taylor-Joy sabe robarse cada momento, pero Nicholas Hoult, Ralph Fiennes y Hong Chau son quienes causan los sentimientos de tensión e indignación con unos personajes excelentemente bien desarrollados. Tal vez con una necesidad de querer contarlo todo, en un tercer acto interesante pero un poco efectista, “The Menu” se convierte en una obligación de este año.

White Noise

Un accidente industrial causa un terrible incidente medioambiental, haciendo que todo un pueblo cercano deba huir rápidamente. Aquí entra Jack y su familia (compuesta por su esposa y cuatro hijos), quienes viven cómodamente y en su viaje hacia la salvación surgirán situaciones que los hará plantearse un tema que nadie quiere hablar o pensar: la muerte. El filme tiene a un Adam Driver solido y una Greta Gerwing en estado de gracia, junto a Don Cheadle, quien esta espectacular. Sin embargo, el director Noah Baumbach no está muy claro de cual es el tono que debe tomar a su película y eso le resta un poco, pero no lo suficiente para encontrarla como mala película.

The Batman

Tim Burton hizo del personaje un filme que rozaba el suspenso y el terror gótico, mientras que Nolan lo fusionaba con la acción. Ahora ha llegado Matt Reeves para mezclarlo con el thriller psicológico, más característico al cine de David Fincher y al cine noir de antaño, donde los personajes son parte de un puzzle el cual iremos armando fotograma tras fotograma. Es una película con mucho cuidado al detalle y con un cuidado en su guion, impresionante. Nada esta sobrando en escena y nada esta faltando. El desarrollo de todos es magnifico y el desarrollo de la historia por igual, logrando que se sienta que hasta el escenario se va desarrollando en conjunto a todo. Alabanzas solo quedan con sus villanos, un Colin Farell como El Pingüino, y un Paul Dano como El Acertijo que funcionan los dos como relojes suizos. Una de las mejores películas del año, que, a pesar de su duración, la cual tal vez sea su punto mas débil, tampoco es que moleste tanto al ver el resultado final completo.

Everything Everywhere All at Once

Las comparaciones son odiosas, pero cuando se anunció a “Doctor Strange and the Madness of Multiverse”, esto era lo que esperábamos. Por suerte (y tal vez como ironía de la vida) dos semanas después del estreno del filme de Marvel se estrena esta joya que toca el tema de los multiversos con una maestría que deja a cualquier anodado. Un viaje emocional, filosófico y profundamente extraño a través de un personaje tan humano como cualquier espectador, y del que es difícil no identificarse. Con una narrativa grandilocuente, el filme indica como un buen guion y una buena dirección pueden dar resultados impresionantes. Su único defecto, está en una duración que le juega en contra, pero ¿Qué más da?

Pinocchio

Cuando el director mexicano Guillermo del Toro anuncio que estaba trabajando en una versión del clásico muñeco de madera, las alarmas se dispararon. Sin embargo, cuando anuncio que iba a ser un filme animado en stop motion, mas de uno se sorprendió. Es sensible, es humana y su alegoría de padres e hijos imperfectos, el valor de la amistad y el compromiso, junto con la muerte, hacen que este filme sea efectivo y potente.

Nope

El género del terror ha hecho grandes cambios en los últimos años, incluyendo casi un apartado por ese terror psicológico con autores indies que es alabado por la crítica. Este año “Smile” se convirtió en otra sorpresa por ser una buena película sin pretensiones, pero “Nope” de Jordan Peele ha sido sin duda quien se lleva lo mejor. Con el característico estilo del director, el guion borda distintas críticas, como la necesidad de querer grabar todo, el racismo o como los influencers al final son igual que todos nosotros. Daniel Kaluuya borda con creces a su personaje, junto a un Brandon Perea perfecto, pero quien se roba todo el filme es sin duda la actuación de la carismática Keke Palmer.

Prey

La saga de Predators parecía que ya estaba agonizando, por eso cuando el director Dan Trachtenberg se juntó con el guionista Patrick Aison para preparar una adaptación del personaje ambientada hace 300 años, el publico quedo dudoso. Sin embargo, todas las dudas se despejan a los diez minutos del filme iniciar. ¿Qué es efectista? Probablemente, pero eso no quita que sea uno de los mejores filmes del personaje y de este año. Amber Midthunder como Naru, la joven perseguida por el extraterrestre es una maravilla y deja en claro que la saga sigue vivita y con ánimos.

Top Gun: Maverick

Esto es una verdadera sorpresa por todo lo alto. Admito que era de los que pensaban cuando se anunció que no era necesaria una secuela 20 años mas tarde, pero estaba totalmente equivocado. Tom Cruise vuelve como Maverick, igual de desenfadado, pero con un poco de madurez. A mano del director Joseph Kosinski (quien estuvo con Tom Cruise en “Oblivion”), nos regala una aventura por los aires llena de acción y nostalgia, con un apartado técnico de lujo y que resulta ser un entretenimiento magnifico. Épica es la palabra que mejor puede definir la película y su protagonista.

Cuando se habla de Noah Baumbach, se habla de un director sosegado.  Su filme “Historia de un Matrimonio”, me pareció de lo mejor del 2019 en todo el sentido de la palabra.  Ahora con “White Noise”, pues vuelve a repetir como una de las mejores obras del año 2022, aunque por el momento no sabe qué rumbo tomar.

Un accidente industrial causa un incidente medioambiental que hace que una familia que vivía en un buen barrio, deba dejar todo atrás e irse para salvarse, pero en el camino las seguridades que le rodeaban ya se tornan secundarias.  Este es el argumento donde Adam Driver y Greta Gerwig, toman rienda suelta, donde el primero derrocha un carisma impresionante mientras que Gerwig por momentos quiere dar más de lo que el guión y el director le permiten.

El guión se utiliza como radiografía de una sociedad elitista donde lo más importante es nada y como no saber nada es la respuesta a todas las preguntas (increible la escena donde los hijos le preguntan cómo sabe que todo está bien y el solo responde en base a lo que él siente y no lo que en realidad es, tomando esa visión como si fuera la de todos).  No se esmera en desarrollar personajes porque no los necesita, y aun así trata de hacerlo para no dejar al espectador en el aire.  Su historia se desarrolla constantemente y de paso la cuestiona, como la escena donde se compara a Hitler con Elvis, en base a mitos y leyendas, nada concreto.

La puesta en escena es correcta pero se tropieza.  En momentos tan extraños donde toca el terror elaborado, o el suspenso con temática de caos, para pasar de golpe y bruscamente al humor slapstick, o al drama crítico.  Sin embargo a pesar de todo esto, el director ha entendido que “White Noise”, que más allá de lo coyuntural, lo que funciona en la novela de Don DeLillo (el filme está basado en una novela), es efectivamente, el miedo a la muerte, y lo plasma de la mejor forma y con la madurez posible para que el espectador no lo olvide en ningún momento.

No cabe duda que estamos ante la obra más madura de Baumbach, donde mide hasta el timing del filme, convirtiendo escenas domésticas en una versión madura de una sitcom.  Lo mismo en las escenas dentro del vehiculo donde desborda todo el humor negro y absurdo para envolverlo con varias criticas sociales sin tapujos.

La película crece en esos momentos en los que se ríe del cine de catástrofes, de cómo Hollywood ha condicionado a la clase media americana en el miedo y en la gestión de una catástrofe. También en las escenas del supermercado, donde el temor a la muerte se combate comprando.  “Temanle a la multitud” dice el personaje de Adam Driver en uno de los discursos más estrambóticos del filme, pero todas estas alabanzas, quedan disipadas de mala manera cuando el director hace el cambio de género y tono o cuando el director deja pasar las oportunidades de Greta Gerwig, y así otros motivos que empañan un poco la experiencia.

“White Noise” es un buen filme, de hecho, es uno de los mejores de este año, pero que entre tantas capas se siente un tanto perdida.

Veredicto

Es una correcta adaptación que no encuentra el tono adecuado.  Toca muchos elementos como la sátira, relato de terror, distopía apocalíptica, sitcom familiar, pero de todas toca un poco y no toca nada.

7 / 10

Una de las películas más esperadas por mí ha sido TAR.  En quizás una de las mejores escenas de este año y del filme, Cate Blanchett, interpretando a Lydia Tar, da un discurso sobre separar la vida del artista con su obra, mientras un muchacho se levanta y se va del aula con indignación.  Y es que el guión del filme Todd Field no se va por las ramas.

Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extensos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.

TAR conquistó a la prensa, pero tal vez divida al público que cuestione si esta es solo una película de actuaciones (lo de Blanchett es digno de premios), dado que su ritmo y lo que nos cuentan, pueden no resultar interesantes para varios espectadores, porque la verdad sea dicha, el guión no da lo suficiente.  Al elegir a una mujer lesbiana como protagonista, Field «disminuye» el problema y lo ataca de raíz, dejando al descubierto un planteamiento que puede sonar obvio, pero también es arriesgado. ¿Y si el abuso no es cuestión de género, sino de poder?, y me gusta que la respuesta se la deje al espectador, pero no me gusta que utilice eso solo para estirar el guión.

La puesta en escena en cambio es magistral, la dirección por igual.  El plano secuencia de casi 10 minutos es fenomenal.  Además de esto tiene unos largos planos mezclados con paneos suaves que hace el filme una especie de partitura larga de música clásica la cual acelera en sus últimos 20 minutos con unos excesos inexplicables.

¿Es Tár una película perfecta?  Claro que no, pero Todd Field nos ha bombardeado con su proyecto más ambicioso, y no satisface plenamente todas sus pretensiones, pero es culpa de un guión que lamentablemente se extiende demasiado.

Veredicto

Aunque ocasionalmente es frustrante ver cómo da vueltas en territorios repetitivos y monótonos, la atracción magnética de ver a Blanchett en el centro de la pantalla es innegable.

El caso del director Jordan Peele es un caso interesante.  Es un director que se le ama o se le odia, pero no hay partes medias, y lo mismo pasa con sus películas.  En esta ocasión, “Noup” no es la excepción y cuenta con las mismas críticas dispares por parte del público.

Primero debemos dejar claro que el género del “terror” u “horror” va más allá de un ente paranormal matando personas, o algún asesino loco, o una casa embrujada.  De hecho, puede ser tan amplio como los subgéneros que tiene la música metal en donde la más mínima inclusión de algún elemento nuevo puede abrir la puerta a otro género.  Jordan Peele juega mucho con las inclusiones de otros géneros dentro de su cine.  Todas convergen en el terror psicológico, y en el caso de “Noup” también tiene ciencia ficción, algo de aventura y un poco del característico humor del director y de paso, de sus respectivas críticas.

En “Get Out” criticaba abiertamente el racismo, donde en resumen, los blancos quieren ser dueños de los cuerpos de los negros por sus condiciones físicas y dejándolos a ellos como meros espectadores, pero en “Us” (“Nosotros”) la crítica iba hacia el privilegio americano, donde criticaba de forma contundente las clases sociales y en donde dividía a las mismas personas por ello.  Aquí en “Nope” la crítica es, y valga la ironía, la necesidad de querer convertir todo en espectáculo y como vivimos en una sociedad carente de criterio y de consumo rápido y fácil.

El estilo del director es el de siempre.  Un estilo único, bien cuidado, lleno de colores y matices, de hermosos encuadres geométricos y actuaciones multifacéticas.  Donde el timing del terror y el humor está medido al milímetro.  Su estilo no busca el miedo fácil por algo que apareció en pantalla, sino que busca el horror en el miedo generalizado de que estamos viviendo en ello.

Decir de qué trata es desvelar mucho, e invitar a ver el tráiler es dañar momentos que son mejor verlos en el filme (por eso solo voy a poner aquí debajo el teaser).  Esta película en realidad ofrece un cuestionamiento irónico de la idea de espectáculo, de la peligrosa relación que hemos desarrollado con aquello que desafía nuestra razón y que queremos controlar y mercantilizar. Nos invita a hacernos varias preguntas: ¿hasta qué punto es ética nuestra insaciable afición por la imagen?, ¿hasta dónde podríamos llegar para documentar con los ojos o la cámara aquello que trasciende lo ordinario? Es por la naturaleza de estas preguntas que «Nope» debería entenderse por lo menos en un doble plano.

El director estira el esquema clásico del cine de intriga y sostiene las dudas del espectador hasta bien entrado el segundo acto. Hasta entonces, solo vemos, oímos y -sobre todo- intuimos pedacitos de una historia. Todo perfectamente aderezado con muy buenos diálogos, grandes personajes, brillantes toques de humor y un uso magistral del sonido. El desenlace del segundo acto es antológico. Las dudas se disipan en cuestión de minutos. En el tercer acto la película ya va lanzada y su formalización es, a mi modo de ver, lo más convencional del film.  Porque Peele, lo mismo que está criticando lo establece aquí para que el espectador sienta el engaño y de paso, la burla del director.

“Nope” es sin duda una interesante película que invita al espectador a pensar, analizar y ver mas allá de lo convencional para leer lo que el director establece.

Veredicto

Nope es sin duda un trabajo formidable que esta lleno de lecturas interesantes, sin embargo entre las tres de Jordan Peele, se siente como si buscara llenar el metraje de metaforas que contar una historia, aunque lo extraño es que esto pueda ser parte del juego.

7 / 10

A menudo, una película te dice lo que es con su primer plano. “Malignant” lo hace. “Candyman”, por poner más ejemplos recientes sacados del mismo género, también. El primer plano de X entra en el mismo saco. Un plano fijo que mira desde el interior hacia el exterior, con el umbral enmarcando la escena en un deliberado aspect cuadrado, similar al 4:3 de los televisores antiguos. Este umbral, desde Ford en «Centauros del desierto» hasta el día de hoy, es utilizado para marcar el límite entre dos mundos, y aquí el simbolismo es parecido. Realidad y ficción, presente y pasado.  El mensaje es claro: recreamos una época que ya no volverá.

X está por encima de la mayoría de slashers dándole profundidad a un género que no destaca por ello.  Ti West, el director, hace más que homenajes a los géneros (slasher y pornografia) de finales de los 70´s y gran parte de los 80´s.  Su historia no es novedosa, pero su forma de contarla es interesante.  Unos jóvenes cineastas se proponen dirigir una película pornográfica en una zona rural de Texas, lejos de toda civilización.  Estamos en 1979 cuando la pornografia era vista con ojos desaprobatorios pero lujuriosos, y donde unos ancianos atrapan en el acto a este grupo para hacer las cosas un poco más difíciles.

Todo en X está tratado con un gran mimo, detalle y respeto. Se aprecia en cada plano que todos los involucrados saben muy bien lo que se traen entre manos, que no es otra cosa que un maldito espectáculo jocoso, vicioso y depravado de sexo y sangre, no exento de toques de humor negro.

La fotografía de Eliot Rockett emula mucho esos filmes, mientras que el montaje ayuda muchísimo para que los personajes puedan desarrollarse con libertad y el desarrollo de ellos y de la historia, funcione mucho mejor con un buen guión.  En las actuaciones Mia Goth y Jenna Ortega (no la actriz porno, ojo con eso) son espectaculares, mientras que Kid Cudi y Stephen Ure no se quedan atrás.

En la película hay un trasfondo referente a la vejez y al sexo obviamente, pero no solamente desde lo cliché como motivo de muerte en la gran mayoría de slashers desde la llegada de Halloween de Carpenter. El deseo sexual también se retrata desde la perspectiva de los villanos y su condición de decadencia física al tratarse de personas ya muy mayores. Este es otro punto importante. Ti West hace lo posible por darles dimensión a los antagonistas, usándolos como vehículo para el tema central de la película que es el miedo a la vejez y la decadencia además de la melancolía por la juventud.  Por lo que no estamos ante cualquier película de terror.

En definitiva, X es una buena película de terror que cumple y que fácilmente puede caer entre lo mejor de este año sin mucho esfuerzo.

Veredicto

Entrando en los filmes de slashers, Ti West trata de darle un significado a un genero que tenia poco o nada.  Con buenas interpretaciones, un buen montaje y una puesta en escena bien cuidada, el filme consigue y cumple con creces su objetivo.

7 / 10

Ya hemos hablado varias veces de que los superhéroes también se jubilan y evidentemente Tom Holland sabe que no puede interpretar al adolescente Peter Parker para siempre. El actor que por ahora se enfunda el traje de Spider-Man para el Universo Cinematográfico Marvel está en plena campaña promocional de su otra nueva película para Sony, ‘Uncharted’, que podría acabar convirtiéndose en otra franquicia de éxito en la gran pantalla. En una entrevista concedida a Esquire Middle East, Holland ha dejado claro que tiene una responsabilidad no solo con el personaje, también con el público, y que no tiene pensado en continuar en esta saga después de los 30, fecha límite para pasar el testigo.

«Básicamente, lo que quería decir es que si tengo 30 años y sigo interpretando a Spider-Man y no le he pasado el testigo a Miles Morales o Spider-Woman o algo más diverso, entonces habré hecho algo mal, en términos de las obligaciones que tengo para con el personaje», dice Holland, que ahora tiene 25 años. Por ahora será el único de los tres Spider-Man del cine que hará más de tres películas en solitario, pues ya se ha anunciado que una cuarta entrega del trepamuros está en fase de desarrollo, y esta sí, teniendo en cuenta que tardará unos dos años en llegar a salas, podría ser la última si se mantiene fiel a la meta que él mismo se ha propuesto.

En la entrevista, Holland estaba hablando de lo difícil que había sido para él cambiar el chip del adolescente despreocupado de Peter Parker que lleva tanto tiempo interpretando al de Nathan Drake, al que describe como: «Un joven seguro de sí mismo, fuerte y de unos 25 que no encaja exactamente con quien soy yo. Para mí interpretar a este personaje fue bastante abrumador, porque a veces me parecía que solo estaba fingiendo».

El próximo 11 de febrero se estrena “Uncharted” interpretada por Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas.  Dirigida por Ruben Fleischer (Zombieland).  La película nos presenta a un astuto ladrón que es reclutado por el veterano cazarecompensas ‘Sully’ Suvivan para recuperar la fortuna perdida de Fernando de Magallanes 500 años atrás.

La película Flow Calle, dirigida por Frank Perozo, y con un elenco compuesto por dominicanos, colombianos y puertorriqueños será estrenada el próximo 24 de marzo.

En la película toman parte además de la colombiana Farina, Shalím Ortiz, Clarissa Molina, Zion, Lenny Tavarez, David Maler, Kiko el Crazy, Chelsy, Gabriel, Molusco, Yandel, Celinés Toribio, Caroline Aquino, Brea Frank, Luz García, El Nagüero y Mozart la Para, entre otros.

La cinta, protagonizada por la cantante antioqueña Farina, muestra la vida de ‘Queen Yizelle’, una joven nacida en un barrio humilde de Santo Domingo y con raíces colombianas.

Yizelle nació en Los Mina. Su papá Sergio siempre le repetía que del barrio solo se sale siendo pelotero, cantante o muerto. Ella decidió cumplir ese sueño: Ser la mayor exponente del género urbano. Sin embargo, lo tiene todo en contra: Su padre muere, su hermano »Micky, El Mago» es un delicuente que no apoya su decisión, los hombres de poder que la rodean solo quieren acostarse con ella, y sus amigas intentan convencerla para que caiga en el camino fácil.

La película podrá verse en las salas de Caribbean Cinemas.

Hollywood ha sabido sacarles partido a numerosas historias.  Desde las más rocambolescas como “Bad Education” hasta las más indignantes como es “El Juicio de los 7 de Chicago”.  Por eso cuando la directora Janicza Bravo decide hacer “Zola”, basada en un hilo de la red social Twitter (y uno corto de Reddit) pues las cosas eran claras: o salía totalmente mal o salía totalmente bien.

Para que haya algo de contexto, la película narra cómo una joven de nombre Zola, es engañada por una amiga para ser controlada por un proxeneta.  Como la veracidad de la historia, para muchos es nula, la directora basa su guión a una primera persona ya que todo lo que vamos viendo es desde el punto de vista de Zola y lo que es mejor, muchas veces rompe la cuarta pared para enmarcar uno que otro comentario de la situación dándole más énfasis en ella.

Esto logra que el guión sea genuinamente una maravilla llena de momentos que no sabemos si reír o llorar, y que en pocas escenas podamos tener unos buenos desarrollos de personajes combinados con un buen desarrollo de historia.

Técnicamente tampoco es que se quede atrás.  El tratamiento de la imagen y el color, consiguiendo también esa transición de tonos cálidos a fríos entre escenas, en función de lo que está sucediendo al momento es algo bien manejado.  Porque la fotografía, muy parecida a las películas de los 90 ‘s donde se destacaban las sombras y altas luces en la edición, mostrando el filme más onírico en su forma, pero también la importancia a la hora de tratar las emociones, la fotografía es esencial.  Porque ver a Zola, que la mayor parte del tiempo no está nada cómoda y eso se nota, tanto en su interpretación como en las paletas de colores y encuadres de cámara, es algo que debe ser OBVIO.

En lo narrativo funciona todo a la perfección en cuanto a manejo del tiempo narrativo, un drama grabado a modo de road-trip, pero permitiéndose licencias del mejor cine de suspense.  Las actuaciones por parte de las protagonistas son impresionantes, principalmente Riley Keough, cómo maneja el slang es para admirar.  Sobre todo, cuando se nos plantea su personaje al principio en el bar y en dos frases y una pausa de cámara, ya sabemos el contexto, y es precisamente eso lo que la hace buena; cuando se ve cómo trabaja con las elipsis y juega con ellas, donde es el espectador es quien rellena el contexto de todo sin darle explicaciones o detalles de sobra.

Zola es una de las mejores películas de este año y una gran sorpresa, que vale la pena disfrutar.

Veredicto

Un viaje por carretera salvaje que es tan divertido como los tweets en los que se basa.  Una película agradable e inquieta que es más interesante si cabe porque está basada en hechos reales.

7 / 10

Después de la increíble “Vengadores: Endgame”, para muchos el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha estado sin un rumbo fijo.  Los Eternals llegan para darle un punto a favor de los que piensan que ya esto anda sin rumbo.

En un género, como es el de superhéroes, donde día a día tenemos más y más producciones, es difícil, principalmente para Marvel, salir del cascarón donde los chistes y los colores, son parte de su identidad.  Originalidad no existe, pero es cierto que el público pide ver algo más refrescante.  Por esa razón “Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos” se sintió un poco “diferente”, porque nos sacaba totalmente del arquetipo de personaje que Marvel nos tiene acostumbrados.

Tampoco es que el género de cómics sea solo humor y acción.  Tiene para todo público, como es el caso de “Joker”, que contra todo pronóstico, se convirtió en una de las películas de orígenes más rentables y famosas del 2019.

Es por esa razón que Marvel apostó por Chloé Zhao para esta entrega.  La directora que tiene bajo sus brazos “Nomadland” y “The Rider”, ha logrado una película llena de hermosos paisajes, personajes carismáticos, el elenco de superhéroes más inclusivos y dinámicos hasta la fecha, y una puesta en escena reposada, pero con la gravísima falta de un guión que no se puede sostener.

Iniciando con un desarrollo penoso, porque los guionistas y la directora, se dan la tarea tratar de darles estructuras, a más de 6 personajes distintos, donde vemos sus dolores, sus alegrías, e incluso sus miedos, todo con escenas introductorias, flashbacks y diálogos un tanto insípidos, para culminar con que algunos de estos personajes no son relevantes ni en la trama ni en su universo (el UCM).  Esto hace que tengamos momentos que no aportan en el filme, pero tampoco ayudan a empatizar con ellos.

Mientras que en los Vengadores, cada uno además de tener su propia película donde se desarrollaban, todos eran igual de especiales para la trama poder continuar.  Dígase, que sin Hulk, tal vez Loki hubiese ganado, pero sin Thor, Hulk no hubiese aparecido.  Esto no sucede aquí.

Por otro lado tenemos el componente guión en la historia.  ¿Por qué seguimos viendo personajes antiguos que nunca hicieron acto de presencia en momentos claves cuando la tierra y el universo estaban en peligro? La historia está llena de lagunas dentro de su propio universo que es imposible conectar.  Quiere ser independiente de todas, pero al mismo tiempo no puede ser independiente.  Entonces, ¿para qué nos importa la historia de estos tipos? ¿Por qué deberíamos admirar, o al menos interesarnos por unos personajes que pasan mayor parte del tiempo escondidos?

El filme sacrifica dinamismo y la gracia de sus superhéroes, para cambiarlos por escenas donde estos celestiales hablan y hablan, ofreciendo lecciones de ética y moralidad, a un público que falta de adoctrinamiento.  Largas escenas donde hablan de la especialidad del humano, como el amor, la familia y otras cualidades que se hacen aburridas y vacías.

Los Eternals no pueden ni sostener una simple escena de pelea interesante, donde el momento de lucha y clímax pasa tan frío, que casi pensábamos que era una escena de pelea con un villano de turno, por la falta de epica.

Al final Los Eternals es un filme que no termina de arrancar y lo que es peor, es que tiene los elementos para ello.  Lamentablemente es una de las más flojas de Marvel y que deja en evidencia que sin su fórmula no son capaces de sostenerse.

Veredicto

Eternals es un desaprovechamiento para ampliar el UCM (Universo Cinematográfico de Marvel) y un intento fallido de querer irse por una vía menos cómica, que por lo visto, ellos no manejan del todo.  Se puede ver, pero no esperando que sea lo que nos tienen acostumbrados.

5 / 10

Es increible que esta sea la película número 59 de la factoría Walt Disney.  Cine de animación que ya a estas alturas todos conocemos y no necesita ningún tipo de introducción.  “Raya y el Último Dragón” es la película que nos ocupa, la cual tenía previsto su estreno en cines en el 2020 pero ya por condiciones que conocemos la tenemos en su plataforma de streaming.

Y es que el filme dirigido, principalmente por Don Hall y con un guión en donde participan un gran grupo de personas, no es nada original y es bastante predecible.

Ambientada en una ciudad ficticia (que parece ser China), nos trasladan a un suceso antiguo que como es usual, se volverá a repetir y que nuestros protagonistas tendrán que resolver.  Tampoco se nos escapa el drama paterno filial del que Disney siempre aboga, eliminando (cada vez más) el componente romántico.  Aquí, el filme consigue ser lo suficientemente interesante con el desarrollo de sus personajes, alimentándose de personalidad.  Raya es enérgica, decidida y bastante carismática, y sus objetivos son claros.  Lo mismo sucede con los personajes secundarios los cuales tienen un desarrollo bastante completo, en donde todos están unidos por los dos temas principales de la película: la hermandad y la confianza.  Tal vez quien carece un poco de desarrollo es el personaje de Namaari, quien a pesar de presentarnos con dudas e ideales influenciados por otro personaje, por momentos son poco creíbles.

En cuanto al apartado técnico pues ninguna sorpresa.  Disney tira la casa por la ventana y la animación es de primer nivel, destacando esos hermosos planos aéreos de esas increíbles ciudades que componen ese mundo.  Lo mismo sucede con la música de James Newton Howard en donde destacan esas partituras de piano bastante hermosas y que juegan mucho con la ambientación.

Como mencionamos anteriormente, su mayor defecto está en un guión que parece realizado para videojuegos, donde el “vamos a x lugar a buscar esto y luego ir a este otro lugar a buscar lo otro” resulte repetitivo y si a eso le sumamos que cada viaje trae consigo un personaje nuevo al que desarrollar, pues, la temática del videojuego está presente.

Veredicto

En resumen, “Raya y el Último Dragón” es una película bastante entretenida y con un hermoso mensaje, que lamentablemente no se escapa del guión fácil, pero que cumple las expectativas.  No es la mejor película de animación ni la mejor película de Disney, pero cumple.

6 / 10