Estrenada el pasado 12 de enero de este 2024, dirigida por David Ayer, si, el mismo que dirigió “Fury” en 2014 y “Sabotage” del mismo año. Puede decirse que fueron algunos los mejores trabajos de Ayer, porque luego de esto vemos una densa caída en cuanto a la calidad de los películas a escoger… Por ejemplo la fallida “Suicide Squad” en 2016.

Para la fotografía optaron por el mexicano Gabriel Beristain, conocido por hacer diferentes trabajos en el ámbito de fotogramas para Marvel como “Black Widow” “Iron Man” “Guardianes de la galaxia”. En la banda sonora Jared Michael a la cabeza. Con una duración de una hora y cuarenta y cinco minutos (más de lo usual para las películas de accion) se embarcan en menuda colmena.

Para los amantes de Jason Statham, en The Beekeeper da un poco más de lo que siempre puede hacer posible un actor recubierto de entereza heroica casi inquebrantable, casi irreal, pero si, siempre hay peros, muy predecibles.

Es un poco decepcionante ver cómo Statham elige cada vez guiones más vacíos, tal vez el público no lo ve como tal (su mayoría) por la buena recaudación de taquillas que lleva en todo el mundo. En The Beekeeper vemos un Jason Statham que se adapta como siempre a sus habilidades, las que le funcionan, las que se acomodan y por largos años ha hecho… dar pelea, que le funcionó bastante bien en “ Wrath of man” en 2021.

The Beekeeper

The Beekeeper cuenta con algunos personajes que le quitan todo lo que la película aspira a ser, uno de ellos es el inverosímil villano Dereck Danforth (Josh Hutcherson) un total desastre antagónico otro más sería Wallace (Jeremy Irons) tremendo actor el cual no supieron acomodarlo en la trama, pero el premio se lo lleva Verona (Emmy Raver-Lampman), tomando unas decisiones poco realistas, primero juega a ser policía, luego policía novata y al final quiso ser inteligente. Como decía antes, el desarrollo de los personajes se siente muy poco elaborado, unos antagonistas demasiado alborotados para una actuación principal tan calmada como es la de este agente (Statham). Las actuaciones en general son algo miserables.

La trama de The Beekeeper es la siguiente: un ex agente (de esos que bajo la ley no existen) se muda a un idílico y tranquilo pueblo donde es cuidador de abejas, de un momento a otro ocurre un infortunio y deja su retiro para salir a jugársela y ser el John Wick de las abejas.

La escaldada de lo que está en juego se vuelve más insostenible a medida que avanza la película. El filme se desvanece en varias ocasiones, tales como el desarrollo de los personajes, las actuaciones por parte de los actores, lo inverosímil que parecen las secuencias de acción. El nivel de calidad se siente como una peli de streaming no del cine.

Pero claro, no es que todo esté mal en el filme algunas de las escenas de acción están más o menos decentes si nos olvidamos de las absurdas que parecen, para las masas es un concepto agradable, buscar venganza por los indefensos siempre será un buen recurso. También sabemos que es un cliché cinematográfico que para frenar un solo hombre necesitamos 200 policías, pero eso ya es normal en los thrillers de acción. Al parecer es una tendencia reciente de no saber darle forma a un guion sobre una película de acción.

Si estás esperando una película de acción exagerada, con muy poco de realidad esta no te decepcionará, ya que es una versión de John Wick con bajo presupuesto, o no… si tenía buen presupuesto. Solo que mal provisionado.

Estamos frente a una película de acción que puede ser olvidada con facilidad, mal ejecutada y en mi opinión con un guion sumamente hueco. ¿Es la película buena como pudo ser con una buena escritura? Ciertamente no.

Veredicto

Este filme tuvo todas las características requeridas para poder ser al menos un producto de calidad, pero los argumentos y las actuaciones fueron un punto de inflexión para una audiencia que esperaba algo de buen cine de acción.

5 / 10

Argylle es el nombre de un espía britanico de una novela de ficción.  Su autora, Elly Conway un dia se vera en un serio problema cuando un agente secreto real se le acerca para decirle que lo que escribe en sus libros es algo que realmente está sucediendo en el mundo y varias organizaciones criminales andan detrás de ella porque quieren saber cómo es que ella conoce todo eso.

Hasta ahí el nuevo filme de Matthew Vaughn, director de Kick Ass y Kingsman, se presenta como una propuesta básica y sin muchos elementos interesantes que aportar.  Disparatada en muchos aspectos y con un humor casi ridículo, el film avanza entre secuencias de acción y combates violentos, ligeramente frivolizados, mientras se acompaña de subrayados musicales y cámaras lentas. A pesar de este espectáculo, el guión se acaba sosteniendo demasiado en los constantes giros haciendo que sea cansona y hasta en momentos, torpe.

Porque Argylle tiene giros de sobras.  Si los primeros tres realmente sorprenden, ya a partir del cuarto empieza a dar señales de agotamiento y es aun peor cuando tira una escena post crédito con otro giro que supone el futuro de la franquicia y en consecuencia, el ataúd de otra.

Entre sus aspectos positivos se encuentran las actuaciones del dúo protagonista que son Bryce Dallas Howard es sumamente divertida y logra hacer que uno empatice con ella, al menos en gran parte del filme, mientras que Sam Rockwell, es bien sabido que sabe lo que hace y al igual que Bryce, logra hacer clic inmediatamente con el espectador al aparecer en pantalla.  Henry Cavill, con lo poco que tiene, hace lo que puede, por lo que logra un papel un tanto plano, parecido al de Witcher pero sin la voz.  Algún día lo veremos actuar totalmente suelto.  Bryan Castron, Catherine O’Hara o Samuel L. Jackson salen en pantalla para cobrar el cheque aunque no es que hagan un mal trabajo.

Otro punto positivo está en una buena elección de canciones en sus momentos de disputas, las cuales todas son épicas y les dan un buen plus a las secuencias de acción, que ya por sí solas son muy positivas.  Aunque no llegan a niveles de John Wick o Misión Imposible, si están lo suficientemente bien logradas para entretener, pero muy por debajo de lo que el director siempre ha brindado, esperando una escena muy similar a la de la iglesia en Kingsman, que nunca llegó.

El montaje da lugar a algunos de los mejores momentos de humor gracias al gato de la protagonista y a su relación, aunque los efectos chirrían un poco.  Y es que Argylle se vende como una carta de amor al cine de espionaje, con el característico estilo del director, pero no llega a donde se esperaría, y es una lastima porque el año pasado tuvimos Mission Impossible: Dead Reckoning Part I, que si se convierte en una verdadera carta de amor al cine de espionaje.

Para iniciar el año, no está mal pero carece de la fuerza que se esperaba del director, de la historia y de los personajes.  Tal vez si hubiese recortado un poco más, hubiese logrado un mejor producto final pero al final del día es simple y llanamente una película entretenida pero olvidable.

Veredicto

Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell ofrecen buenas interpretaciones, y el director Matthew Vaughn sabe cómo dirigir las secuencias de acción. Sin embargo, la montaña rusa de giros argumentales a veces lo arruina todo.

5 / 10

En los primeros minutos de Anatomy of a Fall te puedes dar cuenta o más bien crees darte cuenta de qué va. Estrenada el pasado 23 de agosto, esta película francesa dirigida y escrita por Justin Triet la ganadora de la Palma de oro en Cannes y no es para menos con tremendo pedazo de drama exquisito. Aún con toda la frialdad que dibuja con desdén los paisajes y los entrañados pensamientos que debemos captar. 

Se relata un proceso judicial acerca de un homicidio un tanto  perturbador viéndolo desde el ángulo familiar Sandra Voyter interpretada por la actriz Alemana Sandra Hüller, Daniel (el hijo pequeño de la pareja) interpretado por Milo Machado y no menos importante Snoop, el canino guía que definitivamente fue uno de los recursos mejor utilizados en el metraje. 

La trama principal es la siguiente… Una mujer es sospechosa de un homicidio en un recóndito Chalet del sureste de Francia, donde su hijo pequeño es su único testigo, ambos se encuentran en un dilema de juicios personales que van más allá de la moral. Un guión que se podría decir fue hecho a la medida, cada detalle impresiona con la forma en la que fue cuidada, hace que la audiencia se sienta parte del proceso jurídico por el que pasan los actores.

Hablemos de la actuación de Hüller, la cual encontré muy poderosa, encarna una  escritora famosa, con una familia “perfecta” viviendo en un lugar lleno de paz para los ojos del mundo exterior. En cambio a lo largo del camino nos vamos encontrando con pedazos a media de esa “realidad” que no es más que una mentira piadosa cuando queremos comparar algunas relaciones de pareja ligeramente atípicas. 

Lo realmente asombroso de Anatomy of a Fall es la delicadeza con la que es contada, aún siendo un drama judicial no pierde el enfoque en el vínculo madre, hijo y esposo y a lo largo del desarrollo no se queda en otros planos. Mientras se desarrolla la investigación, la película de Triets sigue con orgullo los pasos de Ingmar Bergman, un clásico analista de relaciones de pareja complicadas, y realmente lo consigue. ¿Fue un accidente?  ¿Suicidio? 

Me quedo con la opinión de que el mensaje en Anatomy of a Fall, sigue siendo más fuerte, aún cuando el espectador no ha descifrado por completo los acertijos de Triet. Cuando vemos que la historia coquetea con llegar a su final entra en carácter una línea borrosa entre culpabilidad e inocencia. La película de 2 horas y 30 minutos cumple su objetivo, el título resulta perfecto para cuando ves el desarrollo en escena. 

En los planos de “solo drama” está muy bien, los diálogos del abogado acusador en ovaciones se sentían como pedradas ¿más creíble la historia? ¿Alargar la historia? Puede ser… los directores suelen agregar estos recursos, claro, sin abusar de ellos. 

¿Realmente ella lo hizo? 

Si sabes disfrutar de un buen drama, buenos diálogos aquí vas a tener una de las mejores actuaciones infantiles ¡Incluso el canino hizo la actuación de su vida! Tensa, llena de intriga y convincente hasta el momento final, la película avanza embriagadamente aborda el desorden de la existencia y la vida misma. Definitivamente seguiremos de cerca los siguientes trabajos de Triet. 

Finalmente, entendemos todo el peso de las nominaciones y los aplausos de pie a todo los involucrados en el filme. ¡Por favor alguien le de un Oscar al canino!

Veredicto

Anatomía de una caída muestra, con suma calidad, el proceso de desmantelamiento de una relación, de una familia, de un proyecto que no pudo sedimentarse por los egos, los resentimientos, las ofensas.  Una lección de cine memorable y que, esperemos, quede para la historia.

7 / 10

Yo soy fan del cine Serie B, y por ende me emocioné cuando se anunció Monarch Legacy of Monsters.  Porque iba a ser una ampliación a ese universo de monstruos gigantes que tanto me gusta y que se pensó sería concluido con “Godzilla vs Kong”.

Y la serie inicia con un capítulo muy potente, que engancha rápido, donde podemos ver como ha influenciado en la humanidad la aparición de estos monstruos.  Y no solo eso, sino que tenemos a la organización Monarch buscando e investigando activamente sobre estos monstruos y otros que están por ahí.

Monarch Legacy of Monsters

Pero llegas al capítulo cuatro, esperando que algo suceda más allá de dramas familiares y no sucede nada.  De hecho, no aparecen monstruos más allá de menciones o tímidas apariciones en flashbacks.  No hay conspiraciones, no hay nada.  Y si, entiendo que es una serie que no cuenta con ese presupuesto para poner a Godzilla repartiendo golpes a diestra y siniestra, pero lo esencial del bicho este, se ha perdido.  Y confirma lo que mencione en mi reseña de “Godzilla vs Kong” y lo que he dicho en todas estas películas de monstruos: el componente humano está tan mal desarrollado y mal realizado, que se siente como si fuera parte de otra película.

Monarch Legacy of Monsters narra cómo la organización está buscando todo lo relacionado a los monstruos, todo esto después de la aparición de Godzilla en el 2016 en San Francisco.  Paralelamente vemos la historia de Cate, una testigo de aquel ataque que anda en búsqueda de información sobre su familia y esta organización.

Entre las «bondades» que tiene, nos encontramos con un elenco de actores encabezados por padre e hijo Russell que cumplen su papel. El resto correctos sin más. La factura técnica también es buena, los decorados, localizaciones, efectos especiales, etc bien.  Después de ahí, desastre total.  Meten mucho diálogo pretencioso que no lleva a nada o deja en el aire un misterio que ni fu ni fa. Y no es solo que los capítulos sean largos, sino que tampoco pasa nada en ellos, mucho background para unos personajes que tampoco nos interesan demasiado.  El personaje de “Cate” interpretada por Anna Sawai tiene un desarrollo algo torpe.

Dicho lo anterior, la serie adolece de falta de estructura. Cómo no. Los cambios de época, de tiempo y de lugar se plantean así para tapar lo débil y superficial de la serie.   Algunos momentos de susto, siempre al final de cada capítulo como «gancho». A ver si mejora el siguiente episodio, pero llega el episodio y volvemos a lo mismo: tres personajes investigando algo, otros personajes escapando de una organización que no sabemos que busca o que quiere, mientras van recordando y lamentando unos dramas familiares bastante aburridos, y de vez en cuando, un flashback de un monstruo, muchas veces Godzilla.  Debio ser mas como «Cocaine Bear» que se concentraba mas en ver a un oso matar personas y no en dramatismos.

En definitiva, Monarch Legacy of Monsters no puedo recomendarla como una serie entretenida porque no lo es.  Tampoco amplía el universo de monstruos para que podamos entender mejor a la organización ni nada.  Una decepción.

Veredicto

Está tan centrada en la mitología, las líneas temporales duales y sus protagonistas casi insufribles que priva a los espectadores de la diversión de las escenas de destrucción.

2 / 10

Echo es de estos productos cinematográficos en donde uno constantemente piensa “hubiese sido mejor que la escena tenga esto u lo otro”.

La historia se centra en Maya Lopez, quien debe enfrentar su pasado de criminal y al mismo tiempo, trata de explicar qué sucedió con ella y sus actos en la serie de “Hawkeye”.  Esto es una historia de origen sin más ni menos.  Otra historia de origen para que conozcamos al personaje, sus motivaciones, y el camino a tomar a futuro, de los cuales, al menos en mi caso, ya estoy harto.

Harto de ver otra historia de origen, otra motivación y otros personajes que aparecen en pantalla y desaparecen solo para justificar que esto es un universo compartido.  Echo hubiese funcionado perfectamente eliminando totalmente sus orígenes.  De hecho, el resumen inicial, si se hubiese cortado hasta la escena del callejón hubiese sido un éxito, pero nada que ver y, de una forma muy torpe, la serie continúa dando la sensación de confusión en el espectador al ver de una forma muy acelerada, como nuestra protagonista va de un lugar a otro y pelea con un sin número de personajes, quien sabe porque.

Las series de Marvel no son series. Son grabaciones de más de 20 horas de metraje que luego en sala de montaje intentan arreglar. Y eso es imposible. Porque para sentar bien los cimientos de una serie hay que tener un mínimo de puntos claros sobre los que ir uniendo posteriormente mediante hilos narrativos. Una idea que tenga un principio y un final, y que tenga claro lo que quiere contar en medio. De igual manera sucede con los personajes, al haberse cortado tanto metraje, se nos aparecen y desaparecen personajes sin que podamos hacernos una idea de quienes son o porque están allí.

Echo son secuencias cortadas sin ton ni son.  Se mire por donde se mire, Echo es como producto cinematográfico un insulto al espectador. No se entiende ni siquiera como producto de entretenimiento, porque está mal pensada, mal ideada y mal ejecutada.  Y ahí voy con mi primer párrafo: constantemente uno piensa que pudo ser mejor si se dejaba la idea correr o si se podía hacer de otra forma.  Hay una escena muy interesante donde el personaje de Maya deja encendida una motocicleta y esta cae encima de un vehículo.  La mitad de la escena no hay ningún sonido, ya que el personaje es sordomudo, pero ese silencio solo dura menos de diez segundos, cuando se podía aprovechar y hacerla más larga para que podamos entender mejor lo que siente el personaje.

Mucho se había hablado de la violencia y la madurez que iba a depararnos la serie. Lo cierto es que hay algún momento en el que vislumbramos alguna que otra gota de sangre, pero esto poco tiene que ver con la madurez de un producto. Echo sigue los mismos esquemas que ya se han visto en tantas y tantas producciones Marvel. Personajes unidimensionales en los que cualquier atisbo de complejidad brilla por su ausencia.  Y lo que es peor, no parece que este panorama vaya a cambiar, y más cuando tenemos series como The Boys, donde desdibuja a los superhéroes o tenemos también a Logan, que hace una revisión de un género y encima del personaje.

Alaqua Cox y Vincent D´Onofrio hacen todo lo que pueden con sus personajes, saliendo más airoso Vicent como un increíble Kingpin, pero con un desarrollo perdido.  Charlie Cox aparece y desaparece como si fuese una estrella fugaz, al igual que Jeremy Renner.  El legendario Graham Greene, es otro que apenas puede hacer algo con lo que le han dado.

En resumen, Marvel lo ha vuelto a hacer; pero en mal. El rumbo de la mayoría de las series no ha sido para dar gracias a Dios y esta no ha sido una excepción, con un mayor delito de que había material para hacer algo mucho mejor que lo estrenado desmarcándose del tono más desenfadado de muchos de sus productos marcándose su propio camino y apostando por un tono más crudo, realista y con más inspiración en los guiones. Lamentablemente, lo tercero se lo saltan.

Veredicto

Echo es un clavo más en el ataúd de Marvel y Disney +. Un desastre cinematográfico ante el cual uno no puede más que echarse las manos a la cabeza y reír, por no llorar.

2 / 10

Griselda es una “narco-serie”, que viene del universo, valga la redundancia, de “Narcos”.  Es otro de sus spin off, como lo fue “Narcos: Mexico”, que parece que tanto éxito les ha dado al trío de productores: Chris Brancato, Carlo Bernard y Doug Miro.

La historia, basada en hechos reales, narra como la llamada “Madrina de la Cocaína”, Griselda Blanco, logra al poder y cómo surge lo que se conoce como “La Guerra de las Drogas de Miami”, lo cual fue que unas bandas de narcotraficantes se peleaban por los territorios, algo que ocasionó muchos asesinatos de forma violentas entre los años 70´s y 80´s.  Obviamente la serie se tomará ciertas licencias para darle algo de toque y evitar el aburrimiento, como es la escena final del segundo capítulo, el cual es efectista por todos lados.

Los guiones vienen a manos de Eric Newman, quien estuvo a cargo de Narcos: México y de Ingrid Escajeda, quien participó en algunos guiones de Silo.  De entrada está demás decir que esto, no es una biografía al uso, porque trata de explicar con todos los detalles del mundo como se detonó la famosa guerra de las drogas, y al mismo tiempo le da pinceladas de desarrollo al personaje, quien está a cargo de Sofia Vergara.

Y es esto lo mejor y lo más bien trabajado que tiene Griselda: la interpretación de Sofia Vergara.  No me malinterpreten, este maquillaje puede dañar un poco tomarla en serio, pero es su intensidad lo que hace que funcione.  Escenas como la del cumpleaños o la del discurso a los cubanos, es lo que hacen que la serie crezca.  Porque Sofía se siente cómoda y en esa comodidad se desenvuelve con maestría.  Algo similar sucede con Alberto Guerra, quien logra una muy buena interpretación a pesar de que no está lleno de capas de desarrollo como hubiese preferido, principalmente en el lado parental que en su penúltimo capítulo hace varias menciones.

Tal vez de lo peor que tiene la serie es todo lo referente al personaje de Vanessa Ferlito, el cual es tan pesado y absurdo que me hace pensar que en el montaje había más grabaciones con ella pero las tiraron a la basura.  Porque el problema que tiene toda la historia de los policías, es que inicia y llega a su mitad de capítulos, con una trama de una detective que está siendo el hazme reír de un departamento de policías cuando, por magia del guión, es lo más inteligente que tiene y tiene todas las respuesta a base de «deducciones».

Tampoco ayuda Ferlito, con una actuación de cartón y muy fría, haciendo que podamos sentir más admiración por Griselda que por el personaje policial.  Y encima se desperdicia una oportunidad de oro para hacer una caza del gato y el ratón, pero todo esto queda en nada y se diluye, cuando a finales de la serie, un personaje del grupo de Griselda, se refiere a la detective como “la mujer detective”, dando entender que ya hubo conocimiento de sobra de que Blanco sabía a quién se referían, por lo que pudo haber iniciado un choque entre ellas.

En lo técnico todo perfecto.  Una banda sonora acorde a la época y el lugar, en un Miami de los 70´s que está bien creado y que se siente como tal.  La dirección, de casi todos sus capítulos (si mal no recuerdo todos pero…) está a cargo de Andrés Baiz, quien también participó en otras producciones de Narcos, tanto como director y productor, y en dos episodios de Sandman (el episodio 7 y 8).

Veredicto

Griselda tal vez pase sin pena ni gloria, y tal vez no llegue ni a recibir galardones, o tal vez si.  Tal vez sea un éxito comercial y un éxito de nominaciones.  Sea lo que termine sucediendo, Sofia Vergara ha demostrado, una vez más, tener talento de sobra.

6 / 10

Emma Stone fue nominada a varios premios en 2018 por “La Favorita”, dirigida por Yorgos Lanthimos, y ahora vuelve a ser nominada varias veces por “Poor Things”, igual de Yorgos Lanthimos.

Película rara a más no poder, narra la historia de Bella Baxter, una joven que fue revivida por el científico Godwin Baxter.  Deseando conocer el mundo y aprender, se escapa con el abogado Duncan Wedderburn, con quien busca defender la igualdad y liberación a pesar de los prejuicios de la época.

Emma Stone se eleva en esta película, entregando lo que posiblemente podría ser la mejor actuación del año. Su Bella Baxter es un torbellino de energía y encanto, tejiendo capas de complejidad en un personaje que, en otras manos, podría haber caído en lo ridículo. Stone equilibra la vulnerabilidad y la valentía con una maestría que merece reconocimiento.

Lanthimos, conocido por su estilo distintivo y sus historias fuera de lo común, se aventura en una comedia negra con un mensaje profundo.  Reivindicando el feminismo desde un punto de vista naif y divertido de una chica que como desconoce el mundo y los modelos de conducta básicos que todos tenemos en mente, es alguien sin filtros que cuestiona todo, algo que Barbie pudo haber hecho pero pasó por alto, aunque tampoco es que hacía falta en su caso.

Visualmente, “Poor Things” es una oda a la estética y la inventiva.  Cada encuadre está cuidadosamente diseñado para parecer un cuento surrealista, que en muchos casos aparecerá más de uno queriendo compararlo con Tim Burton pero nada que ver (ni en diseño ni en estilo).  En el aspecto técnico brilla con una extravagancia increíble y que pega bastante bien con la historia.  La grata sorpresa técnica está en la música, creada por Jerskin Fendrix con un estilo que va del electro punk al modern pop, y que es el primer trabajo del músico.  En cuanto a la fotografía, el director vuelve con Robbie Ryan, su compañero de nacionalidad y con quien había trabajado anteriormente en “The Favourite” y que como referencia, también fue el director de fotografía de “Marriage Story”.

La forma de dirección de Lanthimos es la ya antes conocida y que en esta ocasión, es mucho mas madura, y que, a forma personal me hace recordar mucho al estilo del director Stanley Kubrick, con esos zooms lentos, planos con muchísimos detalles y muchos planos simétricos que aprovechan los decorados, como tanto les gustaba e Kubrick, sumandole a esto algo personal de Lanthimos como es el famoso “ojo de pez” donde hace una panorámica.

Pero mucho hablar de la complejidad del personaje de Emma Stone, el cual merece todos los premios habidos y por haber, pero no podemos quedarnos atrás con Mark Ruffalo y Willem Dafoe, quienes, para sorpresa de nadie, se comen a sus personajes con gran maestría.

Más allá de las excentricidades de “Poor Things”, la película es una obra maestra como pocas.  Por ahí andan muchos diciéndole “obra maestra” a todo lo que aplaude la crítica, pero en esta ocasión, sí lo es.  Por fin, ¿no?

Veredicto

En la excentricidad, «Poor Things» encuentra su singularidad y su grandeza. Una obra maestra que resuena mucho después de que las risas se hayan desvanecido.

9 / 10

Me gusta lo que hacen los hermanos Safdie (Benny y Joshua), como “Uncut Gems”, por ejemplo, y en este caso “The Curse” (aunque solo sea Benny quien esté detrás).

Tienen un estilo único, bastante opresor, de texturas ásperas, donde siempre iluminan una puesta en escena radicada en los primerísimos planos donde sobresale lo interpretativo más que nada.  Y en esta miniserie, está involucrado con Nathan Fielder, quien tiene un humor bastante extraño como puede verse en “Nathan For You” o “The Rehearsal”.  Aquí en “The Curse” no es la excepción.

La serie narra como Whitney y Asher, quienes forman una pareja de recién casados, tratan de tirar adelante su proyecto de negocios de ventas de casas ecológicas, con un reality show sobre el mismo.  Lo que inicia como un proyecto interesante, en Nuevo México, se verá cada vez más oscuro mientras se van involucrando en la elaboración de cada capítulo de su show.  De entrada al saber que es uno de los Safdie, por ende se esperaría un carrusel de emociones incómodas, las cuales pueden verse en los dos primeros episodios y desapareciendo radicalmente para convertirse en incredulidad ante lo que estamos viendo.

Emma Stone interpreta a Whitney con una maestría increíble, y Asher por un Nathan Fielder que provoca malestar por lo bien que lo logra.  Dougie, aquel director sin escrúpulos, es Ben Safdie (Oppenheimer), y entre el trío protagonista es que se desenvuelve la historia.  Ahora bien, ¿por qué se llama La Maldición (The Curse)? Pues porque, y es parte del trailer, en una escena una niña maldice al protagonista y nos dan a entender que esta es la razón por la que todo se va yendo al carajo.  Pero para sorpresa del espectador, esto se pierde al final del capítulo dos, por lo que aún nos quedan ocho capítulos donde la historia casi no avanza y se dedica a mostrar la vergüenza ajena de sus protagonistas, principalmente el de Nathan, que no solo le entrega las escenas más bizarras.

Que la historia gira varias veces sobre sí misma sin llegar a ninguna parte.  El primer capítulo está realizado para incomodar y crear desasosiego con el espectador, y los demás son un tanto más relajados, pero sus dos últimos capítulos pasan a ser momentos de vergüenza ajena al creer que alguien haya escrito dicha barbaridad.

La serie es decepcionante por las expectativas que crea sin saber manejarlas.  Lo que invitaba a ser un camino hacia la locura por una maldición, se convierte en un reality show (porque para colmo, la mayoría de escenas están grabadas en ese estilo, con planos largos mucha iluminación de ambiente natural, enfoques detrás de algo, como si la cámara estuviese escondida y muchos pero muchos desencuadres a través de cristales sucios).  Para colmo un reality show malo, porque al perder todo objetivo de desarrollo de personajes y encima, lo que invitaba a ser la trama inicial olvidarla, pues nos preguntamos varias veces “¿de qué va esto?” a pesar de tener más de cinco capítulos visualizados.

The Curse tiene unos cuantos momentos buenos e interesantes, donde reflexiona sobre la hipocresía y otros temas, pero sin abundar sobre ello o desarrollarlo, convirtiéndose en una serie aburrida que invita a reflexionar un poco porque sus temas son casi anecdóticos.  Perder diez horas es casi para pensarlo, aunque uno sea fan de Emma Stone y Ben Safdie.

Veredicto

La serie The Curse deja muchos temas e ideas sin desarrollar, sobre el racismo, la hipocresía, la construcción del yo, y otros.  Encima sus cambios de tonos y géneros desconciertan más que entretener, como si Safdie y Fielder no supieran conseguir un camino en concreto.

4 / 10

En el 2014, Nic Pizzolatto, junto con Cary Joji Fukunaga (quien dirigió No Time To Die) crearon True Detective, una “miniserie” sobre detectives que buscaba ser lo más real posible.  Hoy 2024, True Detective: Night Country, que funciona como una cuarta temporada de esta miniserie.

No me enfocaré en cómo hemos llegado desde la primera hasta aquí, ya que cada historia es un caso distinto, en una ciudad distinta y con personajes distintos.  Más bien me enfocaré en esta cuarta temporada que viene de la mano en guion y dirección de Issa Lopez, directora mexicana con una filmografía terrible y que siempre apostaba por la comedia romántica rancia.  Por lo que verla en el thriller (y bastante oscuro) es todo una sorpresa y una frescura increíble.

True Detective: Night Country está ubicada en Alaska, donde ocho personas que controlan una estación de investigación desaparecen sin que nadie sepa nada.  La detective Liz Danvers tendrá que unirse a la detective Evangeline Navarro, y juntas tendrán que luchar contra sus miedos internos para poder resolver este caso.  Algo notable que ha logrado la directora, es que mantiene ese personaje taciturno y reflexivo como era Rust Cole interpretado por Matthew McConaughey, esta vez con el personaje de Liz Danvers interpretado con la maestría increíble que solo Jodie Foster puede brindar.  Danvers se puede ver como un personaje desatendido y completo, pero algo caracteristico del genero noir (aquel genero detectivesco muy oscuro) es tener esos personajes con una carga terrible encima, y el hecho de que tenga sexo con muchos hombres, la mayoria casados, y luego sienta culpa de ello, la marcan como un personaje traumado que esta tapando algo y que no puede hacerse cargo de ello.

Pero no es la única, porque Evangeline (una Kali Reis soberbia), compite con ella tanto en calidad como en cantidad de traumas y cargas.  Todo esto logrando que no solo veamos una investigación detectivesca a son y ton, sino que True Detective: Night Country, mantiene el estilo noir moderno pero con aires de clásico que convence y gusta.

Y aunque no solo el desarrollo de personajes es un plus, sino también el tiempo, porque Issa Lopez está clara de que hizo que la primera temporada funcione y aquí lo logra.  El tiempo es un círculo plano en el que nada se resuelve, todo vuelve en una y otra vez va a suceder.  Donde cada cosa que sucede es un reflejo y espejo de algo sucedido y que siempre estará pasando, y todo se conecta.  Absolutamente todo se conecta.

El caso que abre de inicio es solo la punta del iceberg de un caso mucho más complejo y difícil.  El trauma será el núcleo duro de la temporada, y esto se meterá en todos los personajes, incluyendo el pueblo, que como en The Batman, también es un protagonista más de la ficción.  Lo que hay que separar, en la medida de lo posible, para analizar los resultados de esta temporada de True Detective: Night Country, es la fascinación y el misterio que genera el caso central en sí con sus lógicas repercusiones sociales –tenga que ver con algo místico o con algo más político y económico– y la pesada carga en la que se convierte la abundancia de traumas como motor de la historia.

Veredicto

True Detective: Night Country es fascinante como misterio a resolver y tiene, además, a Foster y a Reis como una dupla perfecta, la de una mujer que no siente nada y otra que siente demasiado ante cada cosa que se le presenta y lo que eso evoca. Hay muchísimos elementos culturales, sociales, psicológicos, políticos, económicos y hasta sobrenaturales puestos en juego a través de una trama bien elaborada.

7 / 10

Todo el que me conoce sabe que soy fan de David Fincher.  “The Killer”, es una de las películas que más esperaba con ansias de todo el 2023.

De entrada sobra decir que el director americano no defrauda con esta película.  No es la mejor de su filmografía, pero funciona tan bien como un reloj suizo.  La historia sigue a un asesino a sueldo, que tras un error inesperado, su organización le dará caza para exterminarlo.  Un argumento que no es original, y que básicamente lo hemos visto este mismo año en películas como “The Creator” o “John Wick 4”.  Sin embargo, la gracia de este filme está en lo preciso y bien estructurado que está.

Todo lo vamos viendo desde el punto de vista de este asesino, del cual no nos sabremos el nombre, y que está interpretado con mucha soltura por un Michael Fassbender en estado de gracia.  A este elenco se le suman actores como Tilda Swinton, quien tiene una de las escenas más graciosas (sin ser comedia), Charles Parnell, Sophie Charlotte, Kerry O´Malley entre otros, quienes hacen un excelente papel.

Como es usual en Fincher, el no toca el guión, y en este renglón se encarga un viejo conocido, que es Andrew Kevin Walker, quien ya ha trabajo con Fincher en “Seven”.  Este guión se basa en un cómic francés del mismo nombre creado por Alexis Nolet, y es básicamente la misma propuesta que ya les comente.

La música para The Killer, viene a manos de un viejo conocido y colaborador del director: Trent Reznor y Atticus Ross.  Nada de qué sorprenderse y siguen dando en la diana en cuanto a la música, principalmente en los momentos de tensión.  En cuanto a la fotografía es con Erik Messerschmidt, quien ya trabajó con el director en Mank y Mindhunter, donde la fotografía emula a ese estilo de cine noir, típico de las películas del director.

La película te introduce inmediatamente en los pensamientos del protagonista. The Killer es una película que se narra desde el interior, desde un punto de vista privilegiado en cierto sentido, pero no omnisciente. Esto quiere decir que la información externa, habitualmente valiosa en cualquier película, como a dónde se dirige el personaje, por qué, qué motivación tiene, o incluso cómo se llama… queda todo apartado. Con cada reflexión del protagonista, cada pequeña acción rutinaria, en cada momento te vas metiendo más y más en su mente de asesino despiadado. Y eso es lo que tiene más valor en la película, mucho más que los hechos que acontecen.

Aún así suceden muchísimas cosas en la película. Desde el primer punto de giro es un no parar, una huida hacia adelante implacable, a través de la cuál conocemos realmente cómo funciona la mente de una persona que, aunque es extremadamente racional, no está demasiado cuerda. El guion no es especialmente sorprendente, pero en este caso es lo de menos. Lo que importa es su ambientación, su contexto, sus reflexiones, su oficio, sus detalles, su ‘mood’, que es absolutamente hipnótico y fascinante. Es como escuchar la confesión off the record de un sicario internacional. Me quedaría viendo la película 14 horas más. Absolutamente todo, la dirección, el arte, el montaje, el diseño de producción, todo es fabuloso. Y el guion, metódico y con buen sentido del ritmo.

Veredicto

Sin llegar a sorprender ante el nivel de exigencia que podemos esperar de Fincher, el film cumple las expectativas muy bien.

8 / 10